Mi aventura en un nuevo mundo

Capitulo 12

Eileen estaba preparándose sin saber realmente cómo hacerlo, iba a enfrentarse a Raldian, una Wyvern y no se sentía preparada para ello, necesitaría como 10 niveles más para pensar en enfrentarse a alguno, es cierto que tendría ayuda del cazador que parecía más capaz que ella misma, pero si él pudiese solo no necesitaría ayuda de nadie y ella no confiaba en poder desempeñar su parte.

Rika y Raki estaban esperándola en el borde de la aldea, cuando la vieron Rika la saludó con entusiasmo y Raki puso cara de "vaya así que al final ha venido", lo cierto es que a pesar de ser un NPC, Eileen no podía dejar de asombrarse de lo increíblemente bien hecha que estaba su IA ya que apenas notaba comportamientos raros mientras hablaba con ellos, de hecho a menudo se olvidaba de ese hecho.

Mientras divagaba sobre eso se dio cuenta de una cosa: Los NPC no resucitaban, si morían sería para siempre, claramente al cabo de unos días aparecerían otros NPC distintos, pero no habría otros como ellos y si su fracaso implicaba la destrucción de la aldea mucha gente desaparecería para siempre si no ganaba, lo cual lo cierto es que le ponía en mucha tensión que hasta Rika se dio cuenta y con una cara que parecía de genuina preocupación le preguntó si está todo bien.

Eileen no sabía muy bien qué decir así que simplemente le contó lo que le rondaba la cabeza sin pensárselo demasiado, Rika se quedó pensativa con gesto taciturno a lo que Eileen se vio obligada a intentar animarla.

—Perdona pienso demasiado, no pasará nada, todo estará bien —dijo con una falsa sonrisa malísima.

Eileen había estado acostumbrada a poner falsas sonrisas para mantener su posición en su anterior grupo de clases de tal manera que ya le salían de forma natural pero ante su nuevo fracaso se dijo a si misma "pues parece que estoy olvidándome de cómo hacerlas".

Entonces escuchó la voz de Raki:

—Pase lo que pase la Wyvern morirá, yo me encargaré de eso.

Eileen no sabía por qué, pero el tono de su voz y su gesto incluso más serio de lo normal le dio una mala sensación.

El que Rika los acompañase fue una agradable sorpresa, la verdad es que le gustaba estar con esa chica ya que desde que llegó había sido amable con ella, cuando le preguntó por qué los acompañaba se limitó a decir:

—Alguien tendrá que cuidar de vosotros, ¿no? —dijo señalando una pequeña bolsa que llevaba a modo de bandana. Lo cierto es que el tamaño de la bolsa no hacía referencia a su profundidad de manera exacta así que podía llevar casi cualquiera cosa.

Tras caminar unas 2 horas que a Eileen le parecieron eternas, entre rocas y medio caminos hechos por monstruos, ya que su pueblo no se había movilizado tan en la cima de la montaña, llegaron a la parte alta de la montaña que llevaba directamente a la cima La ascensión fue dura y no sólo para Eileen, Rika también parecía estar resistiendo con todo lo que podía, el único que no se veía del todo afectado era Raki, que lejos de aminorar el ritmo parecía que quería subirlo como si desease dejarlas atrás, "que estúpido'' pensó Eileen más de una vez.

Los monstruos por el camino fueron muy escasos y sin apenas ninguna dificultad debido al gran trabajo de Raki, lo bueno es que al ser sus compañeros NPC, Eileen conseguía toda la experiencia para ella y sus compañeros NPC (así los identificaba el sistema pese a que era ella la que los estaba siguiendo) recibían el 50% de la exp que un jugador recibiría pero sin afectar a la exp que conseguía Eileen, de tal forma que es como si ella estuviese matándolos sola y recibiendo toda la experiencia.

Si fuese su decisión se habrían quedado a farmear monstruos hasta que al menos ella consiguiese 2 o 3 niveles más pero en cuanto el monstruo moría Raki les empujaba a seguir subiendo a través de cuestas pedregosas y estrechos que hacían que tuviesen que ir pegados a la pared, Eileen siempre había tenido vértigo y no le gustaba mucho las alturas, a pesar de que en el juego no le daba tanto se sentía sometida a una presión terrible, estaba claro que si hubiese sabido que iba a ser así se lo habría pensado mucho mejor. Ese pensamiento fue palpable cuando llegaron a una pared, Eileen pensó que Rika debido a la extenuación se había equivocado de ruta pero Raki sin decir nada empezó a escalar, Eileen sintió ganas de llorar, ella por supuesto nunca había escalado ni tenido la más remota ilusión por ello, Rika estaba completamente fatigada, respirando muy agitadamente se fijó en que sus manos estaban temblando y sus labios parecían estar destrozados.