Capitulo 44

61 5 5
                                    


El grupo llegó al puerto que conecta Marine con el continente de Astaroth Perkin. Eileen llegó bastante cansada del viaje, pese a todo, se despidió con muchísimo agradecimiento del marinero, dándole una generosa propina.

Una vez en Perkin, Eileen decidió ver la ciudad y las mercancías para conocer los productos novedosos de un nuevo continente. Lo primero que captó su interés fue la similitud entre todos los edificios con la misma forma cuadricular, las paredes de color blanco y el tejado negro.

Eileen vio una gran cantidad de soldados paseando por la ciudad, que por curiosidad, le preguntó a un soldado si esperaban un ataque de piratas o algo.

—Hola, disculpe, ¿hay problemas con bandidos o piratas?

—Eso no es asunto tuyo, ha cometido una infracción, por lo que tienes que pagar 3 monedas de platas.

—¿De qué infracción me estás hablando? —preguntó Eileen sorprendida.

—No estoy obligado a decirla, 5 monedas de plata —respondió el soldado imperturbable.

Eileen pensó que podía tratarse de un timador, pero no quería meterse en problemas tan rápidamente, por lo que decidió ser "tonta" y pagar. Una vez recibió su dinero el soldado se dio la vuelta y siguió caminando ignorándola.

Las 3 chicas estaban bastante desconcertadas, no se imaginaban un cambio tan drástico, decidieron que puesto que habían adquirido bastantes pociones en Marine, dejar la ciudad cuanto antes era lo adecuado, por lo que salieron de ella rápidamente.

El paisaje era muy agreste, numerosas colinas hacían que no se pudiese ver demasiado de su destino, pero si el mapa estaba bien, una vez pasadas esas colinas deberían tener su objetivo a la vista, por lo que invocaron a Serafy y a Yihwa y las 3 chicas se pusieron en marcha, aunque algo molestas por el recibimiento en esa nueva tierra.

El camino estaba completamente despejado y asfaltado, sin monstruos a lo largo de este. El grupo se extrañó cuando vieron de repente una patrulla de 10 caballeros galopando, en cuanto las avistaron, estos se acercaron.

—Disculpen, tienen que abonar 15 monedas de plata por circular por este camino.

Eileen se quedó estupefacta, no sabía cómo reaccionar, a menudo expolio estaba siendo sometida por los guardias de la ciudad, ¿serían todos corruptos? Sintiéndose profundamente timada, volvió a pagar.

Su humor empeoró muchísimo, a pesar de que las cantidades desprendidas eran pequeñas para ella, pero le repateaba que ni siquiera le explicasen el motivo por el que exigían un dinero. Así que bastante cabreada, se dijo: «al próximo que me pida dinero le doy un puñetazo en la cara». Para más seguridad, decidieron dejar el camino y así evitar más patrullas. Aunque al parecer, no habían apenas mobs gracias a los guardias, «así no hay quien suba de nivel» se dijo a modo de protesta Eileen.

Tras pasar el páramo con colinas y árboles marchitos que era su paisaje por fin a lo lejos vieron las ruinas donde encontrarían el "metalagic". Avanzaban a buen ritmo gracias a sus estupendos corceles, Eileen ya se había medio acostumbrado a Serafy, el orgulloso unicornio que la había acompañado en numerosas aventuras, pero lo más sorprendente es que, a pesar del arrollador ritmo que imponía Serafy, Yihwa, la cual hace pocos días estuvo a punto de morir, era capaz de seguir a Serafy a no mucha distancia. También es cierto que su orgulloso corcel no estaba yendo a máxima velocidad, pero sin duda se había ganado su respeto.

A lo largo del camino, Eileen vio a 2 jugadores atacando a un tercero tirado en el suelo, rápidamente desmontó de Serafy y se interpuso:

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó con el rostro tenso.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 23, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi aventura en un nuevo mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora