5.-¿Kessylen?

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Capítulo 5-¿Kessylen? 

El vuelo más pesado de mi vida al lado del mayor imbécil de la historia, terminó, por fin. Sí, llegamos a Brasil.

Era un aeropuerto como otro cualquiera, al salir por la puerta nos encontramos a una mujer que saludó con un frío gesto a el policía que me acompañaba, mientras recogía mi maleta. Él se acercó a ella y le dio algunas instrucciones sobre mi, después se desvaneció por la puerta, bueno, un peso menos de encima, la señora se me acercó:

-Lorena Sánchez?-Dijo con un tono serio pero sin llegar a ser insultante.

-Sí.

-Acompáñeme linda-La mujer esbozó una sonrisa, creo que era la primera vez que me sentía bien después de todo lo ocurrido, en estas situaciones es cuando se afirma que es cierto que las apariencias engañan.

Un coche nos esperaba, no era muy lujoso, pero estaba bien, un señor mayor, muy moreno de piel y sin camiseta estaba al volante, la amable señora (que tenía pinta de ser la criada de la mansión) se sentó delante y yo en los asientos de atrás, el coche arrancó y dejo atrás el aeropuerto, y aquí, es cuando empieza mi increíble viaje.

No pude ver cosas más preciosas a través de la ventanilla de ese pequeño coche, estaba en Rio, en Rio de Janeiro, un lugar digno de admirar, todo lo que nos rodeaba era verde, alegre gente Brasileña cantando, bailando o simplemente riendo por la básica razón de vivir, puestos con fresca verdura, chicos corriendo hacia la playa con tablas de surf..

Cuando me dijeron que Rio era conocido por sus playas y montañas no me lo imaginaba tan… tan… Tan hermoso. -¿Te está gustando linda?-Dijo la señora esbozando una radiante sonrisa. Como se notaba que era Brasileña pura y dura. -Es precioso.-La buena señora se colocó su falda mientras carcajeaba, mi boca se curvó un poco, y cuando volví a mirar por la ventana, ahí estaba, la mansión.

Con inmensos jardines, vallas altas, y lo mas importante, era enorme, blanca, exótica... No me dio  tiempo de fijarme más, la señora salió como un rayo hacia la puerta, yo no podía ir tan rápido, llevaba una maleta de 40 kilos…  

Me asusté al entrar por esa inmensa puerta, dentro me esperaba la directora, una inmensa mujer, parecía un coche todoterreno, morena, con pelo rizado, pero apenas se le notaba, ya que lo llevaba atado firmemente en un moño.

-Bueno días, bienvenida a la mansión, la hora de desayunar es a las 6 de la mañana. -<<Hoy te has pasado con el éxtasis..¿¡A las 6?!>> La comida a las 1:30, a las 9 la cena y a las 10 deben volver a sus aposentos a descansar. -<<Lo que me faltaba, ya de paso dame el biberón>> Cada día se les asignará una tarea a usted y su compañera de habitación, hasta que aprenda a comportarse como una verdadera señorita, Carmen acompáñela a la habitación 15.

La señora (que al parecer se llamaba Carmen)hizo un gesto de obediencia, recogió mis maletas y empezó a subir unas lujosas escaleras con tonos dorados y una inmensa alfombra roja. Cruzamos un pasillo, llenos de puertas de maciza madera con números dorados, llegamos a la última, la número 15, Carmen llamó y abrió, seguidamente entró.

-Mira Kessylen, la traigo compañera nueva.

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