21.

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Una semana después dejaron a Harry libre por un fin de semana, lo que quería decir que podía incluso dormir en su casa.

Harry se puso muy feliz, y en cuanto lo supo llamó a Louis.

Quedaron en un parque junto al hospital, Louis llevaba el beanie que a Harry tanto le gustaba.
Estuvieron toda la tarde riendo.

Louis estaba sentado en una banca de aquel parque, entre los árboles, y Harry, tumbado boca arriba en la misma banca, tenía la cabeza apoyada en las piernas de Louis.
Louis se encontraba tocando el cabello de Harry cuando de repente un pequeño mechón de pelo quedó en la mano de Louis.
Ambos se miraron a los ojos y a Louis no tardaron en cristalizarse.

— No no Louis, ¿qué pasa? No llores— dijo Harry alejando el mechón de la mano de su compañero— No pasa nada, es simple pelo Lou.

—Es que no me gusta ver esto Harry, me pone mal ver como esas medicinas tóxicas te matan. No quiero nada de esto Harry, no... No quiero.

Él estaba llorando apoyado en el hombro de Harry.

— Louis, el pelo no es importante. Si se cae, volverá a crecer. No es importante, ¿verdad?— Louis no contestó — ¿Verdad?— insistió de nuevo Harry, y Louis no contestó otra vez— ¿ O a ti si te importa el pelo?

— No Harry, te voy a seguir amando aunque tu pelo se caiga y quedes calvo.
Lo que me da pena es el motivo por el cual se cae. Me da pena tu cáncer. Harry tengo miedo, y tú pareces tan tranquilo...

— Louis, yo también tengo miedo, pero no lo demuestro porque quiero mantenerme fuerte. No voy a rendirme.

Y Louis abrazó a Harry deseando que ese cáncer nunca los separase.

Cáncer | Larry Stylinson| AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora