Capítulo 12|Muchos más problemas

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Rudolph

Mire su cuerpo en nuestra cama. Se veía tan delicado que no quería despertarlo. Di un suspiro sentándome en la orilla de la cama.

No sabia lo que pasaba pero mis sentidos se me habían agudizado demasiado, quizás la unión que tenia con Ancel, pues sentía la manada enemiga a kilómetros y creo que Ancel también. Apretaba con fuerza la sábana.

Bese su frente acariciando su cabeza.

—Ya vengo, arreglare unas cosas—se estremeció y escuche un si en mi cabeza. No me extrañaba eso.

Salí de la cabaña y como era de esperarse, Varick estaba afuera. Su apariencia no era como antes, parecía más cansado y como si hubiera llorado.

—No preguntes y si, cuidare a Ancel con mi vida, si es necesario y dile al estúpido de tu primo que no se preocupe de lo que pasara—entró a la cabaña sin decir nada más.

Reuní a todos los guerreros de mi manada. Eran muchos a igual que la manada contraria, incluso había mujeres que desde una temprana edad se prepararon para esto.

Ello llegaron pero no de forma formal. Empezaron a atacar y no me quede atrás. Tenia a mi pareja embarazado y lo que menos que quería era dañarlo.

Y como si todo estuviera en mi contra, una flecha con la punta de plata se enterró en mi pierna. Aguante el grito, pues la plata era dolorosa y costaba recuperarse de la herida hecha por esta.

El alfa contrario aprovecho pegandome. Todo quedo negro para mi.

Ancel

Me vestí como pude ante la mirada de Varick. Él estaba preocupado y yo también. Mi corazón se oprimía. Se que Varick no me detendría, lo se, no le gustaba interferir en el destino incluso si se trataba del suyo.

Levite ya que no podía caminar bien y salí de la cabaña pero algo me dejo congelado. Ver a mi amor inconsciente mientras el otro alfa le pegaba.

Mi vientre dolía. Varick me abrazo intentando mantenerme calmado pero no podía.

—¡Ya basta!—grite a todo pulmón parando la pelea.

El alfa enemigo me miro con una sonrisa burlona.

—Pero mira, si es la puta de este mocoso—aleje a Varick de mi para empezarme acercar a ese alfa.

Unos de la manada contraria se acercaron a mi y lo único que hice fue derribarlos con una mano. Nunca recordé que fuera tan fuerte.

—¡Tú! Patético animal de pacotilla, suelta a mi esposo o correrás las consecuencias—soltó a Rudolph que cayo al suelo. Trague saliva y quería correr para abrazarlo pero la risa de se lobo me recobro los sentidos.

—Que gracioso, un chupa sangre como tu no me das ordenes—la manada de Rudolph estaba al margen. Alfa derrotado, manada derrotada.

—Pues ahora si, así que vete del territorio de mi esposo o correras las consecuencias—se rió con más fuerza y se empezó a acercar a mi.

—Debería matar a ese bastardo que llevas dentro—no pudo seguir más, Varick no lo dejo.

—No lo harás, no si estoy yo—mire a Varick que caminaba hacia nosotros. Sus ojos estaban dorados.

—Maldit...—no pudo hablar más. Varick con su mano hizo que apretaba algo, de seguro el cuello.

—Maldices y seras apiedrado, como dice nuestra religión—Varick siempre tan religioso.

Solo pude ver el dolor del alpha. No gritaba, Varick no lo dejaba. Sus ojos se cerraron y cayo al piso inconsciente. Todos estaban quietos.

—No lo mate solo porque me da pena pero si ataca de nuevo estaré dispuesto a matarlo sin piedad—sus ojos volvieron normales.

Los de la manada de ese alfa tomaron a su líder y se fueron. Yo corrí para ir hacia Rudolph. Revise su pulso y estaba bien, pero note que sus heridas sanaban rápidamente, solo que no despertaba y eso me preocupaba.

—Estará bien—Varick me apoyaba.

Debía tener confianza sobre eso. No quería que estuviera lastimado internamente. No lo toleraría pero lo amaría tal y como esta.

Mi Amante Lobo (Gay/Yaoi/Homoerótico) #Saga Wolf 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora