Mi Amante Lobo (Gay/Yaoi/Homoerótico) #Saga Wolf 1.

Capítulo 16|John Tilbot Von Cramp

Cuatro años atrás.

John.

Estar encerrado desde días no era nada bonito, a pesar de que mis heridas estaban curadas una no lo estaba y era la mordida que me dio el alfa de la manada al pelear con él para proteger a Anastasia y a mi pequeño. Ella de seguro pensaba que la había engañado, ya que se alfa le había metido en la cabeza que si no la había mordido era porque no era mi pareja y eso significaba que no la amaba y era todo lo contrario, la amaba que no le quería causar daño.

Hasta que llego él.

Un lobo notablemente joven—aparentaba veinte años—llego a la mazmorra para revisar o es lo que leí en su mente cuando paro frente de la celda en donde estaba encerrado. No obstante, me sorprendió que entrara en mi celda ordenando que lo dejaran solo.

Solo me aleje de él sin mirar sus ojos. Era como un juego que no me entretenía.

—Oye, calmado—intentaba atraparme pero no me dejaba—. Calmado—al escuchar su voz interior que todo alfa tenía pare aquel juego siendo acorralado—. Mirame a los ojos—hice lo que dijo, mire sus ojos. Eran rojos como la sangre.

Algo había pasado, aquel sentimiento que sentía por Anastasia no se comparaba con lo que sentía en ese momento. Quizás suene estúpidos pero hicimos "Clic" aquella vez.

—Lo sabia—su sonrisa me provoco muchas emociones que hizo despertar este corazón—. Eres mi Amans—eso me asusto. Estaba casado con Anastasia y no le podía ser infiel.

—Yo no puedo—no sabia que hacer en esa situación, era algo complicado.

—Lo se, yo tampoco puedo, somos diferentes pero eso no me importa—tenia ganas de llorar.

—Yo estoy casado—beso mis labios sorprendiendome pero me deje llevar por aquel embriagante sabor.

—Esto también lo se pero ella no quiere verte, ahora solo eres mio—lo que hicimos en la celda fue lo que sello nuestra relación que seria eterna y cuando el alfa se entero se quería morir pero no podía hacer nada al respecto. Si me mataba, mataba a su hijo y eso no lo quería, por lo cual solo pude estar encarcelado en la cama de Seth y no me molestaba.

Quede embarazado lo cual a Seth lo hizo feliz pero el alfa me arrebato a mi hijo porque era algo no puro y debía ser alejado de la manada, más bien, del territorio de ese alfa. Se crió en el territorio de Rudolph y ahora debe tener unos tres años. Por esa razón Seth queria borrar de la historia a su propio padre, lo alejo de lo que más amaba, el fruto de nuestro amor. Nuestro pequeño Donovan.

Presente

La mirada de Anastasia me daba miedo, sabia que era capaz de matarme si era necesario pero no lo hacia por Ancel el cual estaba en cinta a igual que yo, claro que yo llevaba dos meses casi tres y se me notaba el embarazo.

—¿Por qué?—pregunto ella.

—¿Por qué que?—ella gruño.

—¿Por qué estas con él?—lo apunto. Seth la miraba molesto.

—Porque es mi Amans—vi sus ojos. Estaban algo cristalinos.

—Entonces él tenia razón, tú no me amabas—me dolía verla así. Fue mi primer amor en años, nadie me interesó como ella pero Seth le ganaba.

—Yo te ame, recuerda que un vampiro se puede enamorar muchas veces hasta que encuentra su destinado—como estaba sentado por mi situación, mire a Seth para que se acercara lo cual hizo.

—Yo no se que decir—se limpio las lágrimas con las mangas de su abrigo—. Creo que me deje llevar por las mentiras.

—Lo nuestro nunca fue una mentira, es más, tenemos un hijo que formara su familia y agradezco aquellos bonitos tiempos que pasamos juntos pero no era lo que estaba destinado—ella asintió—. Espero que conozca alguien que te ame más que yo.

—Y yo espero que tu vida sea la mejor con la llegada del pequeño y que puedas encontrar a tu hijo—no me sorprendió lo que dijo, sabia que ella era un oráculo, una persona capaz de ver el futuro. Los humanos los llamaban videntes.

—¿Tengo un hermano?—mire a Ancel con una sonrisa.

—Claro mi niño, pero el padre de Seth lo alejo de nosotros y al parecer esta en el territorio de mi yerno—mire a Rudolph que estaba callado.

—Haré de todo para encontrar al pequeño cuñado que tengo—era gracioso ver que un alfa de su edad se comportara de esa manera juventil, estaba claro que era la pareja perfecta para Ancel.

—Y ¿De quë se trata el trato?—dijo Anastasia la cual estaba seria.

—El trago es que si podrían mantener a John aquí mientras yo enfrento a mi padre—los tres parecían sorprendidos.

—Eso es la misma muerte, tu padre aún es joven y con más experiencia, podría matarte por enfrentarlo—Rudolph estaba serio.

—Lo se, es un riesgo que debo correr para que las parejas interraciales este juntas, pues no solo lo hace con los vampiros y lobos, en el mundo de las hadas, duendes y otros cambia formas hace lo mismo, por lo cual debo hacer esto—Seth estaba serio, no lo había visto así desde que nos quitaron a Donovan. Y lo que decía era verdad, al ser el territorio de su padre, él podía interponerse en esas relaciones de los seres que vivieran ahí pero ahora se interponía en la relación de mi hijo y la mía.

—Yo luchare a tu lado, tu padre tiene prisionero a Sander, mi primo y él es el único que es capaz de curar a Varick—no se porque dijo eso. ¿Acaso le paso algo a Varick? Debo averiguarlo.

—¿Varick?¿Qué paso con él?—los tres me miraron.

—Tranquilo John, no te alteres—dijo Anastasia, eso no me ayudaba, me ponía pero.

—¿Qué pasa con Varick?—exigí más que preguntar. Sentía mi cara arder. Varick era mi hermano menor y me preocupaba por él.

—Esta....Esta en coma—dijo Ancel para dejar de mirarme.

Mi corazón se oprimía a saber eso. Mi hermano pequeño en coma pero eso era imposible, él era fuerte capaz de cuidarse solo ya que fue el único de la familia que saco el poder de telequinesis y ver el futuro aunque no exacto como el de Anastasia.

—John ¿Estas bien?—pregunto John. Sentia algo húmedo y mire abajo. Se me había roto la fuente.

Unas contracciones me hicieron gemir de dolor.

—Seth, el bebé—abrió los ojos por la sorpresa.

—Ahora ¡Oh no!—estaba igual que la primera vez.

—Llamare a Rika—dijo Anastasia para irse.

Inhalaba y exhalaba como me dijo una vez una medica. Seth tomo mi mano.

—Se fuerte amor—beso mi frente.

Mire a Ancel que era un mar de nervios y solo le Sonreí. No queria que se asustara, pues él también estaba embarazado y lo que menos que debía pasar ahora era las situaciones graves.

Aprete con algo de fuerza la mano de Seth el cual aguanto. Él sabia que si gritaba todo se volvería un escandalo como la primera vez. Sonreí aún más cuando recordé que Seth se desmayo al ver a nuestro primer hijo. Fue un día inmemorable.