Amor surgido del dolor Steve y Tú

Doctora Carter

Tú: El día de hoy voy a iniciar mi residencia como Doctora, estudio para especializarme como cirujana torácica que se encarga de las enfermedades respiratorias, mi padrino Nick conoce al director de la facultad de medicina y cirugía en New York, hablo con el para que me aceptaran sin estudiar el Highscool como el resto para no llevar demasiado tiempo en el colegio, a mi sinceramente no me gustó la forma en que haya hecho ese comentario, pero para que quejarme.

Meses después, Tú:  estoy en  sexto semestre de la especialidad, voy muy bien, pero ahora iré a ver a Tony Stark pues se sintió mal y pues le dije a Fury que le inyectaran paladio y eso le ayudará, así que llegó a su mansión Malibú.

Vaya el tipo tiene mucho dinero es demasiado extravagante a su casa, toque el timbre y alguien me dijo: bienvenida a la mansión Stark, me puede decir su nombre y su motivo de visita, Soy la doctora Cárter vengo de parte de Shield,  bienvenida doctora Cárter. Agradezco y entro, no di el apellido de Papá pues solo pocos saben quien es el y es muy desconfiado y al entrar vi a Stark, voy hacia él y lo saludo me corresponde.

Doctora Cárter, es algo de Peggy,  si soy su nieta de ella, también es agente de Shield, no señor Stark solo soy doctora necesito revisarlo, espero que el paladio le haya hecho sentir mejor, si mucho y gracias, de nada, comencé a revisarlo y para mi sorpresa está bien, como doctora me hace sentir muy orgullosa,  está de maravilla señor Stark le cayó de maravilla el paladio, le recomiendo que se siga inyectando el paladio le mostraré como se hace, bien doctora Cárter le pondré atención, le expliqué que el debe inyectarse  como si se tratase que tiene diabetes.

El asintió y me despedí de él, asintió y de pronto llegó mi papá junto con Natasha y los salude, me corresponden y papá dijo: Doctora Carter dígame que Stark no morirá tan pronto, no agente Coulson, el señor Stark vivirá 30 años más sí sigue mis indicaciones, espero que así lo haga, tenga la plena confianza que lo hará, el asintió, nos despedimos y volví a New York.