Me siento en la mesa con desgana, ahora mismo lo que menos me apetece es comer, desde que se fué Alex ( hacía 10 minutos ) no paraba de pensar por que me sentía tan comoda con él, es decir ¡nos acababamos de conocer !
Esa noche me acosté pronto, maldije por no haberle preguntado a Alex el número, ya que después de su extraña aparición quería saber más sobre el y su familia. Sentía que ya lo había visto antes, pero no caía donde.
- ¡Auch!- gruñí al caer sobre unas ramas al saltar por la ventana.
Sí, parecía la típica chica enamorada que se escapaba para ver a su novio, pero esta noche no he saltado con ese propósito, quería averiguar donde vivía Alex, ya que esta mañana cuando pasamos por el camino no recuerdo haver visto ninguna otra casa.
Pero antes de que pudiera dar los primeros pasos una voz terriblemente desconocida me hizo parar en seco.