ÁLEX
Nos besábamos apasionadamente, debajo de aquel frondoso árbol.
Era una noche mágica y estrellada, ella estaba a mí lado. La amaba.
Carol dejó escapar un gemido de su boca, y eso me provocó un escalofrío.
Se levantó sin separar sus carnosos labios de los míos, y se colocó sobre mí. No sé, si quería llegar tan lejos, ya que tarde o temprano, me iba a tenir que despedir de esa jovencita, de la que me había enamorado, perdidamente.
Pero en ese momento, la pasión y la excitación hicieron que me dejara llevar.
Ella me susurró:
-Álex... Llé...va...me dentro.
-Pero... - me calló con un beso.
-Te... quiero.
-Y yo... - la levanté con cuidado, ella enroscó sus piernas, alrededor de mi cintura.
Entramos en la cabaña, la lancé sobre la cama, y soltó un gemido.
Comenzó a desabrocharme la camisa, con desesperación.
Quería parar, pero no podía. La quería tanto...
Empecé a desabrochar su sujetador, y pude sentir su pecho sobre mi abdomen. Ella me desabrochó el pantalón y se colocó sobre mí, y, comenzó a lamerme el pectoral. Yo estaba, completamente excitado y tenía necesidad de acabar aquello que habíamos empezado.
Entonces, ella se colocó sobre mí y la sentí dentro de mí, fue un momento indescriptible.
La quería, la quería con todo mi ser, e hiciese lo que hiciese me resultaba imposible, alejarme de ella, de mi Carol...
