- ¿Y bien?- dijo mi madre, la verdad es que se le veía bastante emocionada- ¿os gusta?
- Si cariño, es preciosa- pero como de normal, yo no estaba de acuerdo.
- ¿Y no podemos ir a otra que sea más nueva y tenga Wi-Fi?
- Puedes dejar por un momento de pensar en tu maldito móvil , y tratar de divertirte- creo que ya se había enfadado.
Siempre teníamos la misma conversación, ella me suplicaba que dejase el móvil y yo le respondía con un simple bufido y una cara de furia.
No lo admitiría jamás, pero la casa me gustaba, sí, era vieja pero tenía su estilo propio, su puerta era estilo 80's, en medio del recibidor había una escalera caracol y las vistas eran preciosas, ya que enfrente de la casa se encontraba un gran lago inmenso, donde supongo nos bañaríamos.
-Cariño, ¿quieres ver tu cuarto?- preguntó mi madre sacándome de mis pensamientos.
-¡Vale!
-Seguro q te encanta, tiene las mejores vistas de la casa.
En el fondo estaba ansiosa, ya que ese iba a ser uno de los sitios q más transitaría ese verano.
Pero mientras subía por las escaleras ví algo que me dejo petrificada, era una sombra, pero no una sombra de un mueble o algún objeto, era una sombra con forma humana.
-¡Mamá!
-¿Si cariño?
-Creo que hay alguien en la casa.
-No digas tonterias, será tu padre, inspeccionando las habitaciones de abajo.
Me hice pensar a mi misma que tenía razón, pero mi cabeza no dejaba de pensar que pronto descubriría lo contrario.
