Todo Cambio #1 (Saga "Carreras clandestinas" )

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Tyler

Trate de respirar hondo mientras trataba de calmarme, pero es imposible. Solamente en pensar en todo lo que pasó hace unas tres horas me hacía querer gritar de la impotencia. Tres, tres malditas horas llevábamos buscando a mi hermana y ni parecía por ningún lado.

Sino lo hacía pronto juro que mataría al bastado de Ryan de las peores formas posibles.

Me masajee la sien contendiendo toda la rabia que tenía. Collins es un hijo de puta, de eso no había duda. Me las pagaría cuando solucionará este problema que el mismo causó.

– ¡Joder! –exclamó un de mis hermanos– ¿Dónde demonios se metió? –pregunto desesperado Bruno igual que Scott. Ellos estaban muy preocupados, más que todos nosotros juntos.

Son muy unidos con Peyton, quizás demasiado. Ellos tienen un lazo muy especial con ella, la protegen a capa y espalda.

–Me acaba llegar un mensaje de ella –dijo Jayden de pronto haciéndonos soltar un suspiro de alivio al escucharlo. Con sorpresa nos enseñó el mensaje que le envió.

Cariño, siento mucho no avisarles a donde me marchaba  cuando me fui de manera tan repentina.

Tranquilos, estoy bien.

Por favor, Bruno y Scott vigilen a los demás, que no cometan una estupidez que los conozco muy bien.

En este momento me encuentro en la casa de Dominic, me voy a quedar a dormir allá. Avisale a Tyler, Carter, Connor, y a los gemelos que no hagan nada. Se lo que están pensando, así que no quemen la empresa de Ryan recuerden que también es de Jake y además que yo trabajo ahí. Y tampoco lo castrense, que eso me encargo yo.

Descansen. Los amo mucho.

Con amor, Peytonx

Algunas veces me sorprendía lo bien que nos conocía, sabía que quemaríamos su empresa si no parecía o daba señales de vida. Ella es simplemente nuestra pequeña hermana, nuestro tesoro más preciado. Esta más que decir que la adoro mucho a mi princesa. Cualquier cosa que le desagrade o que no le gusta me deshago de eso. No permitiría que vuelva estar herida de nuevo. No si estaba en mis manos evitarlo que sucediera.

Releímos el mensaje de nuevo y estallamos en carcajadas. Siempre será nuestra pequeña princesa regañona.

–Bueno será mejor ir a casa descansar –dije divertido con una sonrisa al saber que estaba bien. Solté el aire que tenía retenido. –No queremos a una Peyton gruñona mañana al ver nuestras caras con ojeras –ellos rieron negando con la cabeza. Nadie de nosotros quería verla molesta porque hasta nosotros nos daba miedo.

Condujimos a nuestra mansión, pero me desvié de ellos porque necesitaba despegar un poco la mente. Antes de que se preocuparan de nuevo le envié un mensaje a Connor, avisándole que estaría dando unas vueltas alrededor.

Mire todo el lugar, todo estaba muy tranquilo. No había gente, aunque era de esperase, ya que es de madrugada. Seguí pensando en todo lo que sucedió tratando de entender porque todo se volvió mierda, pero fruncí el ceño a distinguir a una persona deambulando. Saque mi arma de la cinturilla de mi pantalón.

Me acerque cautelosa mente y pude darle cuenta que es una chica. Pero algo en ella se me hizo familiar. Mierda.

Es Peyton

La mire fijamente como caminaba de espaldas, no comprendía porque nos envió ese mensaje. Sé que lo hacía para no preocuparnos sobre todo a Bruno y Scott, pero tenía que dejar de hacerlo.
Somos capaces de enfrentar cualquier cosa con tan de protegerla.