Estacione mi auto, esperaba que nadie me hubiera seguido. Me observe por el espejo retrovisor y no pude evitar sonreír con arrogancia. Soy una maldita reina y no podía ocultarlo.
Mi reino es toda la ciudad y sus alrededores.
Relami mis labios e hice una mueca al ver mi maquillaje un poco corrido. Agarre mi bolso que estaba en el asiento del copiloto y saque un poco de polvo compacto y rubor para mis mejillas.
Una reina siempre tiene que lucir perfecta.
Oculte todas las imperfección de mi rostro. Siempre tenia que tener un rostro nítido aunque no siempre lo esté. Es la imagen que tenía que cuidar, muy a mi pesar.
Aunque quizás si no me quedara hasta tarde y dormiera mis ocho horas como corresponde no me demoraría tanto arreglandome.
Pero eso es otra cuestión.
Sonreí al notar que todo estaba en su lugar y guarde todos los implementos que había sacado de mi cartera. Acomode mi cabello antes de salir de mi coche y me puse las gafas. Detestaba que los paparazzis me persiguieran como si fuera un ratón y ellos el gato que deseaba comerme, pero de algo tienen que vivir esas personas. Algo que detestaba, pero no hacia nada para evitarlo.
Soy una persona publica y teñí que soportarlo.
Quizás era demasiado buena, pero no podía mandarlos al demonio. No por el momento.
Mientras trababa de ingresar con la ayuda de la seguridad —mis guardaespaldas siempre estaban cuidándome de un manera más discreta sin que nadie se de cuenta de eso— del restaurante ignore todas las preguntas que me hacían o en todo caso un bombardeo de sacar una primicia. Fue una suerte de que esta vez recordara usar mis gafas, sino estaría aturdida por tanto flashes en mi rostro como la vez anterior que salí sin ellas. Era una pesadilla.
La cantidad de reporteros estaba sobrepasando a los guardias de local que mi grupo de guardaespaldas hicieron acto de presencia en ese instante y me rescataron como una damisela en peligro.
Finalmente pude ingresar y observé a mi alrededor tratándolos de encontrarlos, pero no fue difícil. Ellos son muy llamativos para que cualquiera se diera cuenta de su presencia.
Alce una ceja cuando se dieron cuenta de mi llegada y pusieron su mirada fijamente en mi mientras me acercaba al reservado donde se encontraban. El que estaba al lado de un gran ventanal que daba a una hermosa fuente. Mi lugar favorito para comer sin ninguna duda.
–Hola a todos –salude mientras los abrazaba a cada uno y besaba su mejilla. Aunque no pasará mucho tiempo, los extrañaba si estaba muy alejada de ellos. –Cualquiera diría que les da gusto verme –bromee sonriendo rompiendo el silencio.
–Siempre con un buen humor –me abrazo uno para después darme una vuelta sobre mi misma. Nunca cambiaban. Me hacían sentir como un reina. –Aunque hoy nosotros amanecimos igual –sonrió como el gato de Alicia en el país de las maravillas mirando hacia el gran ventanal que estaba a lado de nuestra mesa. Frunci el ceño excéntrica. Algo no andaba bien, estaban tratamando algo, no podían ocultarlo.
Los conocía muy bien.
Enarque una ceja sin comprender nada observando a cada uno para ver si ha i una pista, pero nada. Me acerque al gran ventanal como de costumbre y entendí porque eligieron cenar en este restaurante. Quise golpearlos cuando lo vi finalmente.
Cerré los ojos, esto era vergonzoso. Demonios, no podía siguiera echarle un vistazo rápido o siquiera ignorar al anuncio gigante de mí patrocinando la empresa de mis hermanos. Demonios.
![](https://img.wattpad.com/cover/64791343-288-k632893.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Todo Cambio #1 (Saga "Carreras clandestinas" )
RomanceTodo cambió. Cuando menos lo esperamos todo cambia en un abrir y cerrar de ojos. Todo sucede tan rápido que no somos capaces de elegir los caminos correctos. Donde sí elegimos mal, nos puede llevar por el camino equivocado que nos pueda de causar u...