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Daniel

A pesar de haberme quedado estaba a buena hora para llegar a la empresa. Hoy es el primer día de trabajo, tenía que dar una buena impresión y más al ser la primera. Mientras conducía mire el reloj de mi muñeca, todo bien hasta el momento.

No entendía aún porque teníamos que hacer esto, suficiente con la música que hacíamos. Pero al no ver nada programa de conciertos o entrevistas, el Ceo de la nuestro sello musical nos ordenó por así decirlo hacer esto. Lo único bueno es que ya no tendremos a alguien que nos vigile cada paso que damos, podemos simplemente conducir nuestro propio actuó si queríamos hacer algo.

Tarare la música que pasaba en ese momento por la radio, sino me equivocaba, es de un banda que tiene por líder a una chica. Recién estaba saliendo a la mercado y tenía buenas críticas su mini álbum.

Estacione el auto en el parqueadero de la compañía y subí por el ascensor que había en el parking. Esperaba que el trabajo que teníamos que realizar aquí no fuera tan pesado. Suspiré, y para hacer algo de tiempo hasta que llegara el ascensor, revise el celular para ver si teñí un mensaje de los chicos.

Le desactive el modo de silenciador, tenía la mania de activarlo y no sacarlo, así que no me percataba si tenía llamadas o mensajes. Subí al ascensor y marqué al piso en que había estado la última vez que estuve aquí. Al entrar, me encontré con los chicos rápidamente. Ellos se habían adelantado porque estaban en el centro comercial comprando algunas camisetas y cremas de afeitar, y desayunando por supuesto.

Nos acercamos a la recepcionista, agradecía que fuera la misma que nos atendío la primera vez. Después de cruzar algunas palabras nos mandó a la oficina número 15 del piso siete. Un señor barbeado apareció presentándose y explicando acerca de lo que teníamos que hacer cada uno. Asentí entendiendo todo.

De ser un cantante famoso pasaré a ser un modelo. Genial.

Después de veinte minutos apareció otro empleado, informando que el presidente había llegado junto con la modelo que daba imagen a su empresa. Según lo que me habían dicho unos conocidos que han trabajado aquí, había rumores sobre el dueño y la modelo tienen un relación y se van de vacaciones muy a menudo.

Salimos de la oficina y fuimos al último piso del edificio. Nos quedamos cerca de la sala de espera mientras nos llamaban. Rasque mi nuca mientras sentía que alguien me estaba observando, pero mire a mi alrededor y no había nadie. Quizás es mi imaginación.

Me senté en una de las sillas que estaban cerca de aquí, cerré un momento los ojos. Me sentía un poco cansado, quizás no debí desvelarme. Estaba quedándome dormido cuando de la nada se escuchó un gran estruendo junto con una palabra "Mierda".

De inmediato me senté correctamente y mire a todos lados para saber que había sido ese estruendo. Si no me equivocaba ese ruido provenía de la oficina del presidente de la empresa.

Ryan Collins.

En ese momento por el ascensor aparecieron ocho hombres. Su manera de caminar me hizo tener escalofríos, como si algo no estuviera bien con con ellos.  Sentía que los había visto, pero no podía ser. No se podría olvidar a personas así.

Se dirigieron directamente a la oficina del presidente. Ningún empleado que estaba en este piso dijo o hizo algo con ellos, me parecía extraño. Por lo menos seguridad tendría que intervenir en este momento, porque según las normas de aquí. Nadie puede ver al presidente sin estar acompañando de una persona de aquí.

El vicepresidente, Jake Collins, apareció entre ellos muy tranquilo sin importarle el alboroto que se acaba de armar mientras se dirigía a la oficina de su hermano junto a ellos. Tenía el ceño fruncido y se lo notaba muy molesto.

Todo Cambio #1 (Saga "Carreras clandestinas" ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora