Ryan
Despeine mi cabello y me dirigí a la sala de reuniones. Tenía que reunirme con la banda que contrate para hacer campañas publicitarias. Trate de ser lo más general posible explicándo e indicando lo que harían aquí.
Cuando pensaba despedirme de ellos, uno pidió conocer a Peyton. Busque una respuesta lógica para negarme a esa petición, pero no encontraba para hacerlo en otro momento. Los días que siguen estarán tan llenos y será raro para el resto que no se hayan conocido aún.
Fruncí el ceño, si no me equivocaba ella estaba haciendo esos tratados e informes que tenía que presentarle a ellos. Soy consciente que si la interrumpo en este momento en lo que está haciendo me las cobraría caro y aún sabiendo hice que Lucí fuera por ella.
Mi rostro mostraba lo que sentía en estos momentos. No estaba contento con esto para nada. Mi mandíbula estaba tensa y tenía los labios en una línea. Todo se puso peor cuando mi novia entró por la puerta y camino hasta llegar a mi lado. Quise arrancarle los ojos a cada uno de ellos por atreverse a mirarla en la forma en que lo hacían. No tenían respeto alguno.
Ni siquiera se dignaban a disimular que se la comían con la mirada esos desgraciados. Tuve que contar varias veces hasta diez para no ir hasta ellos y golpearlo hasta matarlos o que me cansará. Peyton por su lado se mostraba fría y cortante con las respuestas que les daba.
En mi cabeza pasaban una y mil formas para torturarlos. Estaba siendo muy sanguinario o quizás eran celos.
Mierda.
Suspiré, después del trabajo podríamos ir hacia donde se realizaban las carreras. Podría liberar un poco de tensión con ayuda de la adrenalina. hoy todos iríamos a las carreras y podía liberar tensión con adrenalina.
Luego de que nuestra reunión hubiera terminado, salí con Peyton de la sala. Trate de ser precavido en todo lo que decía y hacía cerca de ella.
Es como campo lleno de minas, si me equivoco estalla.
El día transcurrió normal, todo parecía que estaba mejor. Pude tener un almuerzo tranquilo a lado de mi novia. Cuando di la hora de salida, me retire con Peyton.
No recordaba si ella había traído auto, pero no importa a sí lo dejaba en la empresa. La lleve hasta su mansión para que pudiera cambiarse de ropa. Teníamos una noche loca para hoy.
Me adelante hacia las carreras por petición de ella, después me alcanzaría. Supongo que tendría que ir a dejar todo lo que paso haciendo durante el día. Asentí sin hacer ningún problema y me fui con mi hermano Jake.
El me acompaño, pero el iba en su propio auto. Una vez que llegamos, esta íbamos el auto y nos dirigimos hacia los hermanos Preston. Estaban también a su hermana, pero no llegaba. Mire la hora, se estaba demorando más de lo normal.
Fruncí el ceño mientras leía el mensaje de ella que recién me había llegado. Se tardaría un poco más de lo pensado ya que pasaría por donde Matilde antes de llegar acá. Bufé, esperaba que si viniera y nos dejara colgados por escuchar todos los chismes de ella.
Matilde es un amiga cercana de todos nosotros. Es una personas de confianza de ellos que trabaja directamente bajo sus órdenes. Así como nosotros, ella se mueve en las círculos sociales.
–Que gusto encontrarlos a todos reunidos –dijo una voz raposa a mis espaldas sacándome de mis pensamientos. Me giré rápidamente y me encontré con el maldito bastardo.
Andrés.
– ¿Que mierda haces aquí? –brame enojado. Esta cometiendo una infracción en el tratado que tiene con nosotros. – Es nuestro territorio –lo mire con cara de pocos amigos. Era irónico que se llamara casi igual que Andrew.
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Todo Cambio #1 (Saga "Carreras clandestinas" )
RomanceTodo cambió. Cuando menos lo esperamos todo cambia en un abrir y cerrar de ojos. Todo sucede tan rápido que no somos capaces de elegir los caminos correctos. Donde sí elegimos mal, nos puede llevar por el camino equivocado que nos pueda de causar u...