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Peyton

Guarde todos los folios repletos de documentos y salí de la sala de reuniones. Había sido un día muy fructífero, termine todas las juntas que tenía programada sin aplazar ninguna. Tanto que hice uno que otro papeleo que me encargaron ellos.

Cómo suponía, ya no estaba ningún empleado excepto los de seguridad en el edificio. La hora de salida paso hace casi dos horas y media. Mis pasos resonaban por todo el pasillo.

Me subí al ascensor y baje al estacionamiento. De pronto sentí que alguien me estaba siguiendo, con sumo cuidado saque el arma de mi bolso.

Sin que sospechara el que me estaba siguiendo le quite el seguro a la pistola y me gire a encarar al intruso con todo intensión de disparar si lo encontraba sospechoso.

Ryan

Hice una mueca de fastidio y guarde el arma. No me había asustado ya había pasado por algo como esto antes. No sería la primera vez que alguien me sigue los pasos para asesinarme.

Fruncí el ceño, hace semanas que no lo veía. Ni en las carreras, yo voy cuando él no está.

—Tenemos que hablar -hablo seriamente. Rodé los ojos, tiene que ser una jodida broma.

Sin esperar a que dijera otra cosa, lo esquivaba y me dirigía a mi coche. Al parecer no le gustó que hiciera eso y se coloco de frente mío impidiéndome el paso.

-No hay nada de qué hablar. —dije seca esquivándolo, no tenía humor para hablar con él. Hoy había sido un día un poco ajetreado. Estaba agotada.

-No te dejare en paz hasta que hablemos. Hasta que arreglemos las cosas -dijo entre dientes. No le preste atención y al ver eso solo me dirigió una mirada de determinación marchándose prometiendo volver. Suspiré, masaje mi sien haciendo lo mismo que él.

Mientras conducía de repente mi móvil comenzó a sonar.

-Peyton Preston -conteste sin ni siquiera mirar quien era, no quería tener un accidente. Tendría que ir a un hospital y es lo menos que quería en estos momentos.

-Pey soy Daniel -dijo desde la otra línea una voz ronca. - Te invito a cenar esta noche ¿Qué dices? -pregunto, sonaba dudoso. Me detuve en un semáforo en rojo un poco extrañada con su invitación.

-Está bien Dan -acepte. Necesitaba distraerme un poco.

-En el lugar de siempre Pey -dijo refiriéndose a un restaurante donde todos los empleados que trabajaban en la empresa de Ryan iban a cenar. Asentí aun sabiendo que no me podía verme. —En diez minutos -añadió. Alcé una ceja, pero no dije nada. Me parecía muy buena su jugada, no se arriesgaba a que rechazará su propuesta.- Hasta ahora bonita -se despidió. Hice una mueca, no me gustaba que me llamará de esa forma. Es como si pretendiera ser algo que un halagado.

-Vale, hasta ahora.

-Ya ansió verte, bonita. - finalizó la llamada demasiado dulce para mi gusto. Estaba muy extrañada por su comportamiento, el por lo general es un galán, pero nunca hace movimientos sobre mi.

Y por más que lo intentará, no conseguiría nada. Por más molesta que esté con Ryan, no sería capaz de serle infiel teniendo una aventura con otra persona. Sería muy estúpido de mi parte

Llegue al restaurante de comida chica y estación el auto afuera de este. No tenía un valet que lo hiciera por mi. Al entrar no me fue muy difícil encontrar a Daniel que se estaba esperándome en toda la entrada.

Una vez en nuestra mesa ordenamos diferentes platillos de comida. No tenía ninguna favorita, así que pedí algo sencillo. Durante la cena conversamos un poco, sobre mi trabajo en la compañía de Ryan y en la de los hermanos. No entre mucho en detalles, pero tampoco fui cortante.

Todo Cambio #1 (Saga "Carreras clandestinas" ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora