Todo Cambio #1 (Saga "Carreras clandestinas" )

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Peyton

Estábamos en los meses en que la empresa está repleta de trabajo. Agradecía por eso, pero no me gustaba verlos tan agotados a mis hermanos.

La compañía está creciendo y está llegando a su punto más importante. Todo eso gracias al esfuerzo de mi familia.

Tanto Tyler, Carter, Connor, Jayden y los gemelos están demasiado estresados con el tema de convenio hacia países europeos, igual que Ryan.

No quería intervenir demasiado, no quería ser un estorbo en vez de ayudarlos. Todo estaba demasiado pesado.

Cerré los folios que tenía abiertos sobre mi escritorio. Mi novio no había salido de su oficina en ningún momento desde que llegó. El papel de presidente de la empresa es complicada. Sino que se lo pregunten a Tyler y Ryan.

Mire la hora, ya es la hora de la comida. Me abstuve de ir cln mi novio a comer. No quería interrumpirlo. Sabía que después cuando tuviera un poco de tiempo me lo dedicaría a mi.

Ryan y yo estábamos en nuestro mejor momento como pareja. Nuestros paseos, salidas al cine o a quedar a comer los fin de semana con mis hermanos son fabulosos. Me sentía bendecida y feliz. Todo estaba bien, quería que siga de esta manera.

Dominic, mi padre. Nos invitaba a comer o dar un paseo para tener un momento juntos en familia. Sonreí, de esa forma debería ir siempre.

Aunque todo estaba en calma no debería olvidarme de aquello que no me dejaba tranquila. Solo esperaba que todo sea solo un mal presentimiento.

Por otro lado, tenía que ir donde ellos a más tardes este semana. Tenía que revisar la mercancía que llegara y dar un reporte de la misma. Solo pocas personas saben de ese encargo, sería complicado si se sabía que pronto llegaría a la ciudad una dotación surtida de armas de alta calidad.

El lugar donde se realizaban las carreras cada vez estaba llegando más personas, y aunque es bueno también es malo. Tanto que se estaba considerando cambiar la ubicación, no queríamos a la policía ponga sus narices en nuestro territorio. Y más cuando se venían reuniones con algunas personas que son las más buscadas del país.

Las reglas se las repetía hasta que se grabaran en su mente. Mi familia esta encima de todo y de todos. Este es mi reino y no permitire que nadie lo derrumbe.

Con un poco de apetito y sin querer comer sola, quede en comer solo con los benjamín de la familia. Bruno y Scott. El resto de mis hermanos estaban un poco ocupados como Ryan y Jake.

Guarde todas mis pertenencias y salí de la oficina. Camine hacia la secretaria bajo la mirada de todos lo que estaban cerca.

–Lucí, saldré. –avisé acercándome a su escritorio. Puse un mechón atrás se mi oreja. – Cancela todo lo que tenía para hoy, por favor. —pedí. Ella asintió sin decir nada siguiendo mis indicaciones.

Me subí al auto y salí de la compañía. Maneje hacia el donde habíamos quedado en reunirnoslos tres. El día estaba un poco soleado, pero no más de lo costumbre. Llegué hacia el restaurante que se encontraba afueras dea ciudad. No quería que nos molestara la prensa, me estaba cansando un poco de ella sinceramente tanto que estaba pensando en tomarme un año o dos fuera del ojo público.

– Hola –sonrei al verlos. –¿Cómo la han pasado? –pregunte abrazándolos. Ellos me miraron con una sonrisa mientras negaban con la cabeza.

–Vivimos en la misma casa, cariño –dijo burlón Scott mientras chocaba las cinco con Bruno. Resople divertida, tenían razón.

Nos llevaron hacia la mesa que había reservado y Bruno abrió la silla para que me sentará. El mesero no se tardo mucho en acercarse a pedir nuestras órdenes. Como ya habíamos venido aquí en algunas colaciones ya sabíamos que pedir. Luego de que llegara la comida comenzamos a conversar de cualquier tema que se cruzara, hasta de los deportes.  Hicimos un debate porque los Simpson son amarillos.