Todo Cambio #1 (Saga "Carreras clandestinas" )

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Daniel

Estaba un poco asombrado por la seguridad que tenían los Preston. Jamás pensé que vería un hogar así de seguro, desde el lugar donde estaba podía ver a todos los camarografos llegar desde la pantalla casi gigante que estaba en el recibido que también tenía un código de acceso.

A pesar de que salimos ilesos de los paparazis no pude irme a mi departamento, tuve que quedarme en la mansión de Peyton. En su muy lujosa mansión, que ni en sueños creería tener una. Supongo que su riqueza sobrepasaba por niveles la mía.

Sus hermanos de manera muy servicial me ofrecieron una habitación para dormir o bueno, me ordenaron hacerlo. Tendría que dormir aquí quiera o no. Estaba un poco cansado, así que no me queje. Además, es un tarde para lidiar de nuevo con las ratas de paparazis que estaban esperándome a que saliera. Sin duda mañana habrían titulé sobre todo esto.

Mierda.

Tenía que enviarle un mensaje a Alejandro para que no se alarmada y no hiciera un escándalo. Después que me arrastraron sin dejarme oportunidad de despedirme de ella, me dijeron cuántas amenazas en el caminó. Es muy sorprendente el nivel de sobreprotectores que son con Peyton.

Es alucinante.

Estaba un poco incómodo, quería ducharme y cambiarle de ropa. Suspiré, tendría que levantarle temprano e irme al departamento a ducharme. Me acoste en la cama quitándole los zapatos. No paso mucho tiempo en  que le quede dormido. Un día agitador sin ninguna duda.

No sabía que hora es, pero realmente quería seguir durmiendo. Me coloque l almohada en la cara, pero fue imposible ignorar unos gritos tan desgarradores que me hicieron brincar de la cama casi haciéndome caer. Mire a todos lados sobresaltado, demonios ¿Que mierda había sido eso?

Un poco más despierto me doy cuenta que esos gritos estaban mezclados con llantos.

Con los nervios de punta trate de abrir sutilmente la puerta e investigar un poco. Esperaba no encontrarle con una escena de secuestro. No se me olvidaba quien es Peyron y sus hermanos.

Camine de puntillas por el pasillo pasando por la habitaciones de algunos de los hermanos sobreprotectores, cuando se escucharon unas voces acercarse a donde le encontraba. Demonios. Tuve que volver a la habitación casi corriendo para que nadie se de cuenta de mi presencia.

–Mira que este dormido –ordeno una voz. Cerré la puerta y me metí de un brinco a la cama haciéndome el dormido. –No quiero que sepa de esto –dijo el hermano mayor. Tyler.

–Está bien. –accedió la otra persona. –Igual los demás ya están en la habitación de Peyton tratándola de calmar –dijo Carter con la voz apagada. Me envolví con las sábanas, esperaba que no se diera cuenta de mi mentira. Sentí que se me corto la respiración cuando escuche como se abría la puerta y después de cerraba –Está dormido. Al parecer duerme como un tronco –aviso este a Tyler. Solté el aire que tenía retenido.

–Es mejor así. Vamos rápido donde los demás –escuche pasos alejándose, tenían mucha prisa para ir donde Peyton. Suspire aliviado.

Me quedé en la misma posición para asegurarme de que nadie volviera a entrar. De repente se volvieron a escuchar sollozos. Sin poder contenerme mucho las tiempo salí de la habitación nuevamente. Camine sutilmente hacia la habitación donde se escuchaba todo ese ruido, pude distinga la voz de Peyton.

¿Ella es la persona que estaba llorando tan desconsoladamente?

Llegué a su habitación y me escondí para que no pudieran verme. Me pare en seco al observarla, estaba bañada en sudor y su rostro en un mar de lágrimas.