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Capitulo 23

Abrí la puerta lentamente y me di cuenta que la mayoría de las luces de su departamento estaban apagadas y un gran silencio era dueño de la estancia. Cerré la puerta detrás de mí y camine despacio por la casa hacia las habitaciones.

Hace media hora había hablado con ______ y me había dicho que se encontraba en casa, sin planes de salir. Había comprado algo de comida china y esperaba cenar con ella viendo una película o lo que fuera.

Abrí la puerta de la habitación y sonreí abiertamente, sintiéndome demasiado conmocionado. Tuve ganas de retratarla, incluso, de pintarla y yo no sabía nada de eso.

Se encontraba perfectamente dormida mientras la mitad de la sabana se encontraba tocando el suelo y la otra parte debajo de ella, no cubriéndola en absoluto. Tenía unas hermosas bragas de color lila que resaltaban el color de su piel y su trasero, un sostén de encaje color negro que dejaba al descubierto los lunares de su espalda.

Suspire fascinado, demasiado conmocionado y feliz. Tal vez porque podía admirarla de esa manera, porque esa mujer era todo lo que yo necesitaba en las mañanas, tardes y noches. Porque ella era mi café y mis píldoras, diablos, era todo.

Incluso podía hacer un poema de cómo su belleza no se compara con la luna, de cómo no se compara con nada y amaría repetirlo por los siglos, teniéndola en mis brazos.

Era demasiado y estaba asustado de amarla de esa manera, tanto, que amaba mi nuevo miedo. Amaba entregarle todo a ciegas.

––hola...

Sonreí instantáneamente y deje las cosas a un lado para cruzarme de brazos y admirarla más, ahora sin vergüenza y con descaro.

––¿no dirás nada, solo te quedaras ahí, mirando?

Asentí. Solo asentí y suspire.

Se levanto en silencio y se estiro, haciendo que las curvas de su cuerpo se resaltaran al moverse, se me acelero el corazón y luego se aparto el cabello de la cara con suavidad y me mordí el labio conteniendo las emociones. Abrió las ventanas y la brisa le desordeno el cabello, la hizo cerrar los ojos y sonreír, seguí los lunares de su espalda y di dos pasos con ganas de muchas cosas, pero se dio la vuelta y sonrió abiertamente, acercándose a su teléfono y poniendo algo de música: jazz.

Sus pies se movieron hacia mí y me envolvió el cuello con sus brazos.

––¿como te fue?

––No tan bien––susurre sujetándole la cintura y deslizando mi cuerpo contra el suyo––no preste atención a nada, incluso, salí antes. Estaba muy desconcentrado.

––Que te habrá puesto así...

––Lo mismo me pregunto, me gustaría saberlo para tratar con el problema––fruncí el ceño divertido y me acerque a su cuello para besarla lentamente––¿lo descubrimos?

––Tengo hambre––me susurro y sentí sus dientes morderme suavemente––pero de comida de verdad.

––vaya, ya me había emocionado––me reí y me aleje un poco, dándole espacio para que se moviera por la habitación y se acercara a las bolsas de comida que había traído. Se retiro en silencio hacia afuera y suspire sentándome en la cama un rato, sonriente y con más ganas de comerme a esa mujer que a los fideos que había traído.

Narra _____:

Comí con tranquilidad mientras Zayn no había aparecido durante los quince minutos que tarde en comer, deduje que se había dormido en la habitación, así que tarde un poco más y reflexione un poco sobre todo, mientras bebía pacientemente una copa de vino.