Amor compartido.

Capítulo 6.

Sí, me estaba besando, eso no había duda, eran sus labios y mis labios.

Nos separamos, el me miro a los ojos y yo el algo desconcertada. El fue quien habló primero.

-Lo siento, yo no puedo.

Dijo Jesús, y acto después salio de allí andando a una velocidad rápida, como si quisiera alejarse de mi.

¿No podía? ¿Por qué? ¿No le gusto? Me acaba de besar, eso tiene que tener alguna razón, no por que le apeteciera besar a una chica y ami me vio antes.

Volví con los demás, bueno con Susi, por que los gemelos se habían ido. Antes de que pudiera contarle todo lo que había pasado entre esos arbustos, me dijo.

-Se han peleado, no te preocupes no suele durar mucho.

Eso me sentó mal, ¿se habrán peleado por mi? No, imposible.

-Jesús me ha besado.

Poco a poco en la cara de Susi, se fue dibujando una sonrisa de oreja a oreja.

-Ya sabia que les gustabas a estos chicos.

-Vamonos, necesito descansar.

-De acuerdo.

De camino a casa Susi me fue haciendo un interrogatorio que parecía el de la policia.

-¿Besa bien? ¿Donde fue? ¿Te gusta? ¿Metio lengua? ¿Que te dijo después? ¿Habeis hablado?

-Hablamos después.

Quizás fui algo seca, pero es que no podía pensar en otra cosa en la que no fueran los gemelos. Ya estábamos delante de mi casa así que le di un abrazo y me fui. Subí las escaleras, y coji el movil que había dejado antes cargando.

*Desconocido a ______*

Soi Jesús, tenmos k ablar t paso a buscar a las 8h.

*______ a Jesús*

De acuerdo.

Ya eran las ocho menos cinco así que no me peine, ni me cambié, salí con mi ropa y pelo mojado. Pegué un frito para avisar a mis padres que salia. Nada mas comenzar el verano y ya me pasa esto.

Sí, allí estaba Jesús, con unos pantalones por encima de la rodilla y una camiseta blanca básica. La verdad es que estaba muy guapo. Me puse a su lado y empezamos a andar, un silencio demasiado incomodo hasta que me cojió de la mano y me condujo hasta un parque que no había gente, estaba deshabitado.

-¿Que querías decidme?

-Yo... Bueno... Voy a empezar por el principio, ayer por la noche te ví y dije: esta chica tiene que ser mía. Luego estube hablando con mi hermano y me di cuenta de que el pensaba lo mismo, así que se nos ocurrió que quien primero te bese se llevaba diez euros.

-¿ESO ES LO QUE SOY PARA VOSOTROS? ¿DIEZ EUROS?

Me salia humo por las orejas, así que por eso me había besado, por diez euros.

-De eso quería hablarte, para mi no significas diez euros, eres como una princesa en busca de un cuento de hadas en el que yo me ofrecí ser príncipe.

-Jesús, necesito pensar. Lo siento.

Salí de ese parque no en muy buena dirección por que no sabía hacia donde ir.