Capítulo 22.

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Lo último que escuche antes de caer en un profundo sueño fue un "te amo princesa" que venía de los labios de Jesús. 

Me desperté aun entre los brazos de Jesús en mi cama. ¿Que hacía allí? Lo último que recuerdo es que estabamos los dos abajo. ¿Como he llegado? Me desice de sus brazos y me senté en el borde de la cama observandole mientras dormía, que adorable. 

Necesitaba ducharme, cambiarme, e ir a hablar con Susi. ¿Que le habría pasado? Cuando se fue a llamar a nuestros padres la vi por última vez y luego ya desapareció. 

Entré en el baño de mis padres ya que el mio estaba demasiado cerca y si hiba a poner música despertaría a Jesús. Mire mi movil, 1000 y pico mensajes. Joder, la mayoria de grupos sin importancia. El de mi madre: 

Cariño, ya nos hemos enterado, hemos ido a textificar a la policia, a ver si encierran a Julio y te deja en paz. Estamos aquí para lo que quieras, aunque ya veo que Jesus te ha cuidado muy bien. Volveremos por la noche, te queremos. 

Buen mensaje, no ha reaccionado al tema de Jesús como yo esperaba, me la imaginaba algo más hísterica. Respecto a Julio, ojalá encierren a ese cabrón, y pase allí su vida. Aun estaba cansada, sucia y con los ojos hinchados, pero me tiene que dar el aire un poco. 

El otro mensaje que me dejo impactada fue el de Susi:

No me vuelvas a hablar, nunca más. ¿Que narices tienes de decir que mi novio te ha violado? Eres una falsa y una mentirosa en serio, no me dirijas la palabra en tu vida. 

Y otra vez las lágrimas corrian sobre mis mejillas, no, tienes que ser fuerte me repetía una y otra vez para mi misma. Se fuerte, se fuerte, se fuerte, se fuerte. 

Pero esto no era lo último, ahora me llegó otro de un número desconocido, era una imagen de una converación, estaba hablando con Dani. 

-¿Enserio te importa ______?

-¿¡Que me va a importar esa?! Ami solo me importas tú. 

-Ohhhhh, que majo. 

Ahora si que se me vino el mundo encima, joder, Dani. No me esperaba esto de él para nada, todos los días pensando que de alguna manera me habia llegado a querer aun que solo fuera un poquito. Ahora si que estaba llorando, y las voces seguían en mi cabeza: se fuerte, se fuerte, se fuerte. 

Y es verdad, "a mal tiempo buena cara" ¿no?. Decidí darle una sorpresa a Jesús. 

Amor compartido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora