Capítulo 11.

3.4K 99 7
                                    

-Tengo que confesarte una cosa... Nos queda mucho por conocernos, si, lo sé. Pero creo que he llegado a una conclusión me gustais los dos. Tu y tu hermano. Sonará extraño pero me gustais. 

De repente a Jesús se le iluminó la cara, como si hubiera descubierto algun planeta nuevo con estraterrestres. 

-______, hagamos una cosa. En una semana te tendrás que dejar llevar por los dos, y quién te haya gustado más te piensas en tener algo más.

-Yo... No se... Me siento como si fuera un premio. 

-Eres como el diamante más precioso que jamás hayan visto en este planeta. 

Ya estaba sonando otra vez el maldito despertador, tenia ganas de estamparlo contra la pared y que se quedra ahi para siempre. ¿Y yo para que pongo el despertador en verano? ¿Soy tan gilipollas de levantarme en verano a las ocho?

Ah, si, tenía que recoger el desastre de ayer. Y de repente se me vinieron dos imagenes a la cabeza. La de Jesús y la de Dani, ¿de verdad hiban a luchar por mi durante una semana? ¿o habia sido un sueño, o una pesadilla?

Y ahora, lo más importante ¿que hacian Julio y Susi en mi cama? Mejor, ni pensarlo.

Bajé las escaleras para tomarme mi leche con Cola Cao de  todas las mañanas cuando ví que todo estaba perfectamente limpio, y apareció Dani con un delantal a flores rosas y unos guantes amarillos. Era para hacerle una foto. 

-¡Buenos días princesa! ¡He soñado toda la noche contigo! Íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto. Solo pienso en tí princesa. Pienso siempre en tí. 

Acaba de recitar la frase de mi película favorita, "la vida es bella". Me encantaba esa película, era más que genial. 

-¿Has limpiado tu todo?

-Si. 

Y salté en sus brazos, un abrazo de amigos. Si, de amigos... 

-Gracias por todo. 

-No hace falta darlas, yo sólo te quiero ver feliz. 

Ami tantas mariconadas de estas, me estaban poniendo nerviosa, asi no se van a ganar nada de mi. 

Y volvió a sonar el timbre, abrí la puerta y alli estaba Jesús con un gran ramo de rosas. Los dos hermanos, en mi casa, esto no podía ser nada bueno. 

-¿Son para mi?

-Claro. 

-Gracias, Jesús, nose como agradecertelo... 

-¿Me dejas pasar? 

-Ems, si, claro. 

Pasó y subí a dónde habia dejado el movil la noche anterior. 

*Desconocido a ______* 

______, no te acerques a mi novia. Nunca más, mentirosa, no mereces estar aqui. 

Amor compartido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora