Capítulo 12

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Al instante una maraña de sentimientos y pensamientos cruza fugazmente mi cabeza.

Nathan Mills me mira, y por primera vez en sus ojos veo confusión y la vulnerabilidad que estoy segura están reflejando los míos ahora mismo.

¿Que hemos hecho? No. Ha sido un error. Un terrible error.

Se pasa las manos por el pelo y se separa de mí

Nathan vuelve a entrelazar su mirada con la mía, pero ahora me siento aún más vulnerable. Nos quedamos así por unos minutos. Temo lo que pueda decirme, asique sin darle tiempo a reaccionar, me encamino directamente hacia la barra.

Me fijo en que Beth está charlando animadamente con un chico, se gira y me quedo boquiabierta al ver que está hablando con el chico que está con Nathan.

No puede ser.

Bueno, solo hablaran y, ya ¿no?.-pienso.

Me acerco hacia ellos sin saber aún el porqué.

-Hola.-digo

-Vaya, hola Audrey.-se sorprende Beth.-Em... Emm... Os presento, Audrey este es Shawn. Shawn esta es Audrey mi mejor amiga.-dice Beth.

-Encantada Shawn.-digo mientras nos estrechamos la mano.

Me sonríe.

-Asique, ¿tú eres la famosa Audrey Swan?-me pregunta mientras esboza una sonrisa.

Shawn es rubio, bastante alto, con unos increíbles ojos azules parecidos al color del océano. Impresionante. Va vestido con un impoluto traje azul marino, que acompaña con una fina corbata azul cielo.

¿Que pasa, que Nathan es el señorito gris y Shawn el señorito azul?

Beth tiene que estar dando palmas porque este tío se haya puesto a hablar con ella.

Joder con el rubito.-pienso para mí.

-¿Famosa? ¿Qué?-me apresuro a continuar cuando veo, bueno, mejor dicho, siento a alguien detrás. Y sin darme cuenta se perfectamente quién es.

-Parece que ya os habéis conocido.-dice Nathan mirándonos a Shawn y a mí simultáneamente.

-Sí.-digo casi en un susurro.

Beth me mira, abre mucho los ojos y me hace pequeños gestos con la cabeza. Vale, me ha pillado, sabe que algo acaba de pasar. Pero me sigue mirando y creo que ya se por qué.

-Esto... señor Mills ésta es Elisabeth Sullyvan, mi mejor amiga. Beth este es Nathan Mills mi... mi jefe.-digo intentando parecer calmada.

-Encantado.-comenta Nathan mientras le tiende la mano a Beth.

-Encantada.-repite Beth mientras le estrecha la mano.

Beth y Shawn se ponen a hablar y justo en ese instante, Nathan se acerca a mi oído y me susurra:

-Me encanta que me llames 'Señor Mills' pero esta noche no soy tu jefe, soy un simple chico en un bar.-dice sensualmente.

-Genial, yo solo soy una chica en un bar.-comento ofreciéndole una leve sonrisa.

Beth se acerca rápidamente a darme una copa cuando me dice:

-Tía, que me ha pedido el telefono.

Yo me río, vaya, normalmente no se emociona tanto por que un tío le pida el número de telefono, aunque bueno esque Shawn es Shawn.

Volvemos a la mesa con Darek y Matt y seguimos hablando de nuestras tonterías habituales, aunque yo, soy consciente de que Nathan no me quita los ojos de encima.

A eso de las 03:21 de la mañana, nos marchamos para nuestros apartamentos.

Ya en el coche les cuento lo que me ha pasado con Nathan y tras unos aplausos y unos cuantos "Ya era hora." 
Matt los interrumpe.

-Audrey, ten cuidado ¿vale? No se, solo... ¿no te obsesiones vale?-dice algo preocupado, sabe que Nathan y yo pertenecemos a mundos diferentes, y sé que Matt solo quiere protegerme.

-Sí Matt, tranquilo.-le respondo.

Dejamos a Darek en la puerta de su apartamento, que sorprendentemente está a dos manzanas de el mío.

Tres minutos más tarde Matt y yo bajamos del coche y nos despedimos de Beth.

-Hasta mañana Beth, suerte en tu primer día en el máster, ya me contarás.

-Gracias Audrey. Matt me ha encantado verte, a ver si vienes más amenudo.-contesta mientras enciende el motor de su Honda y se va tras la calle

Matt me acompaña al portal. Y nos damos un abrazo, estamos así durante, no sé. ¿Veinte minutos?

-Gracias por llamarme Audrey me lo he pasado genial, enserio no se que haría sin tí.-dice.

Me emociona mucho que me diga estas cosas y aunque no le haga muchas muestras de cariño y no se lo diga muy a menudo le quiero. Le quiero como no he querido a nadie nunca.

-Matt gracias a tí por venir, me encanta tenerte cerca.-le digo.

-¿Cuídate vale? Háblame si quieres quedar algún día para comer o algo, y así me cuentas como vas con Nathan y yo te cuento lo mío con Cindy.

Asiento y cuando estoy a punto de entrar en el portal me giro y vuelvo a correr hacia él, le doy un beso y susurro.

-Te quiero Matt.

El sonríe, y yo con eso ya soy la persona más feliz del mundo.

Estoy poniéndome el pijama y lavándome los dientes cuando me da por mirar el reloj, las 04:57 de la mañana. Madre mía.
Verás mañana quién se levanta.

Me tumbo en la cama con los cascos del iPod conectados enciendo el ebook y comienzo a leer.

Y no se como, acabo soñando con besos, ojos grises, trajes, y la terrible frase de Nathan.

"-Me vas a volver loco Audrey."

Todas las noches en las que el cielo se vuelve grisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora