Antes de regresar a mi mesa me lavo las manos y me refresco un poco la cara.Cuando vuelvo al despacho, la redacción está casi vacía.
Recojo mis cosas y voy hacia el despacho de Casey.
-Casey, no me encuentro nada bien, ¿te importa si me marcho a casa?
-Claro que no. Faltaría más. Gracias por lo de hoy Audrey, tienes mucha paciencia.-dice amablemente.
-No tienes por qué dármelas, es mi trabajo. Y me gusta.-le contesto sonriendo.
Casey me dedica una mirada con un toque de ternura, y tras sonreirle por última vez, salgo de su despacho.
Recojo mis cosas, me despido de Darek. Me pregunta por qué me voy a casa tan pronto, al responderle que no me encuentro bien, me dedica una mirada con un deje de tristeza. Le digo que estoy bien, solo que me encuentro un poco mal y él finalmente y tras mucho preguntar, se da por vencido, me da dos besos y quedamos en hablar por teléfono.
Media hora después llego a casa. Son las 14:32.
Me quito la ropa y me pongo el pijama. Me recojo el pelo en una coleta alta y me desmaquillo.Genial, múcho más cómoda.
Tras mucho pensar, me doy cuenta de que por primera vez en mucho tiempo no quiero estar sola.
Aunque es básicamente lo que necesito. Estar sola.
Aclararme las ideas.Me acerco hasta la cocina y me preparo algo de comer. Tengo el estómago cerrado, pero tengo que hacer un esfuerzo y comer algo. Tras pelearme conmigo misma unas cuantas veces consigo comer un pequeño plato de sopa y un poco de ensalada. No quiero nada más.
Friego y recojo la cocina.
Genial, ¿Y ahora qué?-me pregunto.
No tenía que haberme ido de la oficina, ha sido muy irresponsable por mi parte. Me estoy comportando como una cría, y yo no soy así.
Suspiro. Ahora ya no puedo hacer nada. Mañana será otro día.
Cojo el portátil y tras sentarme en el sofá, me pongo a ver The Walking Dead.
Nada mejor que zombies, vísceras y un montón de sangre para superar el mal de amores.
Termino de ver los últimos tres capítulos, recojo el portátil y me levanto del sofá.
Conecto el iPod al reproductor y miro la hora. Las 20:34.
-Vaya, quizás me haya pasado un poco con el ordenador, pienso.
Camino hacia la habitación y elijo la ropa de mañana, así me lo quito de encima mañana por la mañana.
Cojo el ebook, y aunque no son más de las nueve de la noche, voy a mi habitación, me meto bajo las sábanas y me pego las rodillas al pecho, intentándo hacerme lo más pequeña posible.
Sin darme cuenta comienzo a llorar. Lloro como no he llorado desde hace tiempo y lo peor, es que esta vez no quiero parar.
Quiero llorar.
Desahogarme. Por que creo que es lo que de verdad me hace falta.
Llevo un buen rato llorándo cuando de repente llaman a la puerta.
Suspiro.
No me quiero levantar. Qué vuelva quién sea otro día.
Vuelven a llamar.
Espero que no sea Darek, la verdad es que no me apetece verle, no quiero preocuparle sin motivos por que sé que lo pasa mal viéndome así.
Llaman una tercera vez.
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Todas las noches en las que el cielo se vuelve gris
Romance;EN EDICIÓN PUEDE QUE ALGUNOS DATOS Y NOMBRES NO COINCIDAN. SE RUEGAN DISCULPAS. PRIMERA PARTE DE LA TRILOGIA MIS NOCHES. "Audrey Swan es una chica tímida de 21 años, romántica como ella misma, luchadora y enamorada de la ciudad en la que vive...