Encuentro no deseado

2.8K 372 95
                                    


Tony no era alguien que se sorprendía fácilmente con el atractivo de las personas, es decir, si quería ver a alguien realmente hermoso, le bastaba con pararse frente a un espejo y contemplar su reflejo, era narcisista, sí y en extremo, pero de vez en cuando tenía que admitir que también podían haber seres que realmente quitaban el aliento, y ese era el caso del hombre que tenía parado frente a él en ese momento.

Era su noche de suerte, pues no todos tenían el privilegio de pasar una exquisita noche con Tony Stark, quizás hasta le haría un descuento por ser guapo.

-Disculpen...- volvió a hablar el rubio hombre que al no obtener respuesta inmediata se extrañó un poco que ambos chicos se quedaran viéndolo fijamente de pies a cabeza.

-Oh, sí, lo siento, nos tomó por sorpresa- se apresuró a contestar Bruce, que si bien no había sucumbido ante la belleza de ese rubio, si lo había sorprendido que apareciera de la nada.

-Perdonen por eso- El chico sonrió amable a modo de disculpa -Verán solo quiero saber si...-

-Hey guapo, ¿Qué buscas por aquí?- Ni bien había terminado de habar cuando fue interrumpido. Tony estaba seguro que preguntaría por alguien con quien pasar un buen rato y él sin lugar a dudas se ofrecería a ayudarle.

-Sí, estoy buscando a alguien...-

-¡No se diga más! Ya lo encontraste, has llegado al lugar indicado- y de nuevo fue interrumpido por el castaño, no desaprovecharía la oportunidad para darse un buen rato con ese musculoso y rubio hombre.

-¡Entonces sí lo conocen!- Más que pregunta, la afirmación del rubio descolocó a ambos amigos que notaron como ésta vez sonrió con total alegría, no como la sonrisa de antes, que solo era pura cortesía. – ¡Lo he buscado por tanto tiempo!, es increíble que venga a encontrarlo en un sitio como este, pero eso no importa, Por fin...- Si los dos estaban confundidos al principio, con la repentina euforia del rubio ahora lo estaban aún más y Tony estaba empezando a pensar que ya no era tan buena idea pasar la noche con ese loco. Pero bueno, también era su culpa por interrumpir la conversación que empezaba, no podía culpar al otro de pensar en seguida que había encontrado a quien buscaba.

-¿A quién conocemos?- se aventuró a preguntar Bruce con un poco de miedo retrocediendo un par de pasos.

-¡¡A Loki!!- respondió el rubio con total naturalidad y su ronca voz ahora se acentuaba mucho más dejando notar su marcado acento extranjero. Y Bruce volvía a respirar con normalidad ya calmado.

-¡¿El casero?!- preguntó Tony totalmente sorprendido -¡¿Loki el casero?! ¡¿La reina de las nieves?!- Fue el turno del rubio para confundirse esta vez. Las casualidades existían después de todo. Y ahí estaba el vivo ejemplo.

-¿Reina de las nieves?, no entiendo...- El ojiazul frunció el ceño y negó suavemente con la cabeza.

-Apodo que se ganó a pulso, como sea- Tony rodó los ojos e hizo un gesto con la mano para restarle interés -Si estás buscando al Loki de cabello sedoso y negro, ojos imposiblemente verdes para alguien normal, piel ridículamente blanca que parece alguna cosa delicada de porcelana, alto, estilizado, elegante, con un acento estúpidamente sensual y asquerosamente refinado, sí, lo conocemos- con cada cualidad que mencionaba Tony no podía dejar de exagerar las palabras y rodó como por quinta vez los ojos cuando por fin finalizó.

-No sé si esa sea la forma correcta de describirlo... pero los colores de sus cualidades son exactamente los mismos- El rubio pasó de la confusión a la alegría y de nuevo a más confusión, sin duda el sarcasmo de Tony era algo difícil de captar para él.

-¿Thor?...- Una cuarta voz apareció a espaldas al par de castaños y de frente al rubio.

-¡¡¡LOKI!!! ¡!Hermano!! ¡Por fin te encontré!- Gritó el rubio al ver la silueta del hombre que por tanto tiempo había estado buscando.

-¡¿HERMANO?!- preguntaron al unísono los otros dos chicos ahora ignorados, dándose la vuelta para ver a Loki que acababa de llegar. sí, las coincidencias sí existían...

Lo último que vieron fue un cuerpo alto y musculoso arremeter contra un esbelto y delicado cuerpo, arrastrándolo consigo hasta algún lugar, seguido de un grito entre molesto y lastimero de parte del azabache. Seguramente esa noche tendrían más dudas que respuestas a lo que acababa de ocurrir.

-Ok... eso fue raro...- Decidió Tony volver a la conversación, pues pasados unos minutos de completo silencio después que el otro par desapareció, no sabía ya ni que pensar.

- La envidia es tu principal virtud, Tony...- La risita burlona de Bruce no pudo llegar en mejor momento.

-¿De qué hablas Brucie?, si te refieres al hecho de que me envidio a mi mismo por ser tan perfecto tienes toda la razón- Una vez más se hacía el desentendido.

-Sabes muy bien a lo que me refiero, ¿Acento estúpidamente sensual, piel ridículamente blanca?, ¿Cómo se te ocurren esas formas de describir a alguien?- Bruce negó con la cabeza sonriendo divertido, su amigo no tenía remedio.

-Debes aceptar que nadie humano puede ser como ese Loki, ¿Has escuchado hablar alguna vez de las divinidades nórdicas? Pues déjame decirte que ese par que acaba de estar aquí parecen eso- Bruce ya no sabía si Tony lo envidiaba o admiraba... o quizás solo se trataba de Tony siendo Tony...

-No creo que ellos lo parezcan, es solo que...-

Antes de que pudiera terminar la frase se escuchó el ruido de un motor deteniéndose a unos cuantos pasos de ellos.

-Brucie, sabes que me encantan las charlas de esquina, pero el deber llama- Tony dio una palmadita frotándose las manos para luego guiñarle un ojo, gesto muy característico de su amigo. A lo que Bruce sonrió y negó suavemente de nuevo en esa noche, como ya había dicho, su amigo no tenía remedio.

Tony se giró hacia el auto que se acaba de estacionar y quedó completamente helado al ver que se trataba de un Aston Martin DB5 color plata, muy al estilo Bond, James Bond. Porque claro Tony siendo fan de las películas del agente 007 reconocería en cualquier lugar ese modelo de auto usado por el tan famoso espía.

-Por dios Bruce... ¡¡¡Bond es gay!!!-

-¿Qué...?- Bruce lo entendió, es que para Tony, todo hombre que se cruzara cerca de su esquina tenía que ser gay... Aunque dudaba seriamente que el que manejara ese coche fuera Bond.

Sin más Tony prácticamente echó a correr hacia el auto admirándolo desde el capó hasta la cajuela.

No era necesario mencionar que Tony era un aficionado a los automóviles, para comprender la emoción de éste al ver semejante modelo de auto, eran su pasión desde muy joven.

Estaba tan abstraído con el auto que ni cuenta se dio del hombre que salía en ese momento de ese maravilloso coche.

Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora