Día libre

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Steve llegó temprano de regreso al hotel pues le había prometido una tarde completa a Tony con él, y se había marchado con su amigo a ver al novio de este. Se reprochaba mentalmente por haberlo hecho.

Entró rápido a la habitación esperando encontrar a un Tony completamente aburrido y quizás hasta molesto, en cambio se encontró con Tony viendo animadamente la televisión, tumbado boca abajo, llevando puesto solamente una bata de baño, veía una vieja película blanco y negro, sin que se diera cuenta, Steve se sentó en un sofá cercano, entretenido escuchaba las risitas y carcajadas que se le escapaban cada vez que una escena graciosa salía en la película.

Cuando por fin Tony se percató que estaba siendo observado giró su cabeza para ver a Steve, le dedicó una gran sonrisa y el momento se congeló por un instante.

—¿Qué? — Preguntó confundido Tony al ver que la mirada azul e intensa no se perdía ni un solo movimiento de su cuerpo.

—No te he visto en horas, y siento como si hubieran sido años...— La explicación era más para Steve mismo, sin embargo, no pudo dejar de decirlo en voz alta, cosa que hizo que un repentino bochorno se apoderara de las mejillas de Tony, tiñéndolas al momento de un bello sonrojo.

Sin decir palabra alguna y todavía con una sonrisilla bailando en sus labios Tony se arrodilló en el suelo, soltó el nudo de la bata, deslizó las mangas delicadamente por sus hombros y así la dejó caer pesadamente en el suelo quedando su cuerpo completamente desnudo. Ahora, Los ojos cafés adquirieron un hermoso y travieso brillo, Steve se vio atrapado en ellos.

Se aseguró de tomar un pequeño cojincito en el que antes estaba recostado y gateando en el suelo de manera felina llegó hasta ubicarse entre las piernas de Steve. Este entendiendo el mensaje las separó y se recostó sobre el sillón para quedar en comodidad y por supuesto, con Tony en medio de sus piernas en una posición que no dejaba nada de dudas lo que continuaría.

Con paciencia Tony acomodó el cojín bajo sus rodillas, sabiendo que estaría en esa posición un buen rato, llevó sus manos hasta los formados muslos de Steve, los acarició sobre la tela del pantalón y dirigió sus hábiles dedos hasta el cierre y broche de la prenda, con facilidad los abrió y dejó a la vista la ropa interior contraria, hizo un gesto de diversión al alzar la vista para ver el rostro ligeramente abochornado de Steve. Con su mano encerró todo el bulto que se formaba entre los pantalones solo un momento y en seguida liberó el miembro aún dormido de la molesta ropa interior, Steve apenas colaboró levantando mínimamente la cadera para hacer más sencillo el retirar todo lo necesario sus prendas inferiores, apoyando sus manos con cierta fuerza sobre las braceras del sofá, pues Steve se negaba a interrumpir con sus manos la tan maravillosa escena que se mostraba ante él. Tony acercó su boca al miembro frente a él, le dio un erótico beso que hizo a Steve suspirar suavemente, a continuación, Tony, ahuecó una de sus manos, sostuvo en ella los testículos y con dóciles movimientos de sus dedos comenzó a acariciarlos, mientras con su otra mano, muy decidido comenzaba a masturbar muy despacio el miembro, hasta el momento, semi erecto, no conforme con lo que había logrado con la mano que lo masturbaba hizo retroceder la piel del prepucio, dejando expuesto el glande abrió su boca y exhaló el tibio aliento sobre la sensible piel, Steve jadeó e intentó no cerrar los ojos para no perderse absolutamente nada de lo que pasaba. Entonces, Tony metió de lleno el pene en su boca, dándole libertad a su lengua de chocar contra el glande desnudo. Sensación placentera no solo para Steve que gruño, se removió y finalmente cerró sus ojos preso del increíble sentimiento.

Tony sintió dentro de su boca cómo ese miembro terminaba de crecer y endurarse, en el momento, alzó su vista y se encontró con la atenta mirada de Steve, que se obligó a no volver a perderse otro segundo del acto.

Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora