El camino en el auto de Steve fue el mismo de hace unos días, con Tony siendo bastante amigable con el chófer y Steve bastante incómodo por ese hecho. Por suerte el camino no era largo y rápidamente llegaron a la galería. Tony había visto ese tipo de eventos en las páginas de sociales en el periódico, pero jamás pensó que sería parte de ello. Se notaba que el evento era algo importante, Steve no había mencionado siquiera al artista que estaría presentando sus obras, pero suponía él iba a ese lugar más compromiso de negocios que por el amor al arte.
Cuando el auto aparcó cerca de la acera del lado del asiento de Steve, no sabía si él debía bajarse por el lado de la calle o esperar a que el rubio se bajara y luego hacerlo él ¿Había algún código de etiqueta para eso?
No recordaba haber leído nada al respecto en las revistas. Tarde se dio cuenta cuando Steve ya estaba afuera y le extendía la mano para ayudarle a bajar del auto. En un reflejo Tony le tomó la mano y en el instante notó un par de flash de las cámaras de los reporteros de los periódicos. Genial, ahora se vería como toda una dama en la sección de sociales del periódico de New York.
Por suerte Steve no era de los que se detenía a posar para las cámaras y solamente caminando uno al lado del otro entraron en la galería.
— ¿Estás bien, Tony? — Le preguntó Steve una vez estuvieron apartados de la gente y los reporteros.
—Sí, estoy bien, es solo que... Sabes que no pertenezco a estas cosas, es un poco... Raro. — Explicó viendo a todo su al rededor. El lugar era tan elegante que pensó que su elección de ropa lo delataría al instante.
—Descuida, te divertirás, este es un buen lugar para conocer futuros inversionistas, también te enteras de las mejores propuestas de negocios— Steve se veía tan entusiasmado que Tony se contagió de inmediato y con ánimos renovados se encaminaron hasta la bruma de gente que escucha el discurso de apertura. A medio camino los interceptó un hombre más o menos de la edad de Steve, de cabello castaño oscuro y ojos azules.
— ¡Steve! Creí que no te vería aquí hoy. — Era obvio por la familiaridad con la que lo saludó y el brillo en los ojos de Steve, que el hombre era alguien especial para él. Tony no aportó ninguna opinión al respecto, aunque en su interior algo se removió inconforme. Steve no tenía por qué decirle de todas sus amistades, no obstante, el deseo de Tony era conocer todos los aspectos de la vida del rubio.
—Bucky, ven acá. — extendió sus brazos para rodear por los hombros al castaño mientras le daba unas palmaditas en la espalda, acción que fue correspondida y Tony se sintió por demás extraño en la situación. —Creí que pasarías más tiempo en Alemania. —
—No. No más del necesario, además, regresé porque algunos accionistas me llamaron preocupados— Tony seguía de pie junto a ellos sintiéndose estúpido y ajeno al entorno. Steve frunció el ceño al momento de escuchar a su amigo, seguro la razón de esas llamadas no era algo que le agradara.
— ¿Por qué tendrían que llamarte a ti? ¿Se les olvidó acaso que yo soy el presidente y accionista mayoritario? Si tienen preocupaciones tendrían que decirlas a mi primero— Eso Tony no se lo esperaba, conforme Steve hablaba parecía crecer, verse más intimidante y respetable de lo que ya era.
—Calma hombre, recuerda que cómo abogado en jefe también tengo que recibir quejas— Bucky no parecía mala persona, se le notaba agradable y de carácter afable, lo demostraba intentando calmar a su amigo que se veía cada vez más y más molesto.
— ¿Qué les preocupa? — Cedió Steve y con un gran suspiro prefirió enterarse de una vez por todas que era de lo que se quejaban sus colegas.

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Pretty Boy
FanfictionTony Stark no tiene un hogar soñado, tampoco un trabajo soñado, mucho menos una vida soñada, sin embargo Tony encontrará al hombre de sus sueños... o tal vez no... Warning: Slash(yaoi) Stony, Thorki, Bruclint (HulkEye) °°Por favor, si no te gusta e...