Celos y algo más

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—¿Conoces a Steve?— Clint esperó con paciencia hasta que Steve se fue del lugar y preguntó lo que para él era obvio al escuchar a su novio llamar a su amigo con ese extraño apodo.

—Nonono, amor, no lo conozco, es solo que estábamos jugando con Loki...— Bruce nervioso intentaba formular la mejor excusa posible para esa situación.

—¿Y qué juego es ese?— Clint no era tonto, sabía que Bruce le ocultaba algo y si lo involucraba a él con Steve tenía que saber de qué se trataba.

—Se trata de decir personajes emblemáticos del cine que seguramente son gay— Loki intervino rápidamente en la conversación, tampoco iba a abandonar a Banner en todo eso, pues sabía que, aunque Clint no lo demostrara, no le gustó para nada el enterarse que su novio conocía a Steve desde antes que él los presentara, los celos son un monstruo silencioso que le traería muchos problemas a Bruce si él no apoyaba la mentira. Loki no era tan frío después de todo.

—¿Ah sí?— Clint se cruzó de brazos y arqueó una ceja denotando su incredulidad.

—Sí y era mi turno cuando interrumpiste. Legolas gay— repuso Loki con total seriedad.

—¡Oye! ¡Él no es gay, solo se preocupa por su apariencia!— Clint, defendió fervientemente a su personaje favorito del cine. Al menos Loki logró desviar la atención del tema principal.

Bruce suspiró y pensó que lo mejor fue que Steve huyera antes que estar en un apartamento con tantas incoherencias cómo en ese momento.

—Bien Bruce, tenemos que hablar— Sin embargo, ni la distracción de Loki ayudó para que Clint se olvidara del asunto. Bruce tragó saliva al escuchar el tono, ligeramente intimidarte de su novio, quien hizo una pausa para ver a Loki, esperando que entendiera el mensaje —Ahora—dijo viendo que el azabache no se movía. Loki suspiró y se levantó de su cómoda silla.

—Buena suerte doc.— se despidió el azabache dándole una palmada en el hombro a Bruce. Le dirigió una severa mirada a Clint y se marchó cerrando la puerta tras de sí.

—Amor, no es lo que tú crees, no conozco a Steve— Habló el castaño rápidamente.

—¿Cómo es que no le conoces y sabes su nombre?—

—Clint, acabas de llamarlo así...— explicó Bruce con obviedad

—Cierto...— Clint guardó silencio un momento y luego suspiró —Amor, sabes que no estoy celoso—

—Yo jamás pensé que lo estuvieras— lo interrumpió abruptamente Bruce con algo parecido a la indignación. Él tampoco era un tonto y sabía cuándo su novio se ponía celoso por tonterías, justo cómo en ese momento.

—Ok. Lo admito no me gustó que conocieras a Steve y no me lo mencionaras, pero no porque estuviera celoso— Mintió —Sino porque sabes lo que odio que me ocultes cosas— está bien, esos no eran solo los celos de Clint hablando sino más bien era una mezcla de preocupación y celos.

—Clint, lo sé, pero es que no te he ocultado nada, a Steve lo conocí cuando se acercó a la esquina de Tony buscando quien sabe que...— Explicó Bruce recostándose sobre la silla en la que se encontraba –Y tú sabes lo doloroso que es que no confíes en mí— Su voz ya sonaba más a reproche.

—Pequitas— Ese apodo que Clint tenía para Bruce era exclusivo para sus momentos de intimidad, porque Bruce odiaba que lo llamara de una manera tan cursi en público, pero le fascinaba que lo hiciera cuando estaban solo ellos dos, le era irresistible cuando lo hacía con esa voz tan preocupada y esa mirada que denotaba el amor que sentía por él —Sabes que no es que no confíe en ti, es solo que no quiero que te pase nada malo...— Clint se acercó hasta la silla donde se encontraba sentado Bruce, se agachó poniéndose en cuclillas a la altura de sus piernas y tomó las manos contrarias entre las suyas –Tú sabes de que se tratan nuestros negocios, no somos del todo los buenos, si llegara a pasarte algo por mi culpa, no sé lo que haría...—

—Cariño, sabes que no pasará nada— intentó calmarlo Bruce, porque en su historia había algo más que solo lindos momentos. Clint besó el dorso de las manos de su novio, elevó la vista encontrándose con la tierna sonrisa que le regalaba y esa dulce mirada escondida tras esas gafas. –Clint, estoy preocupado por Tony— soltó de pronto Bruce. Sabía que si bien los negocios de su novio no eran ni ilegales ni malos, tampoco eran para ayudar a la gente, sino más bien solo para ayudarse ellos mismos, eso de alguna u otra forma podían significar represalias por parte de varios que los odiaban, y ese precisamente era el temor de su novio, un temor bastante comprensible si empatizaba con Clint.

—¿Porqué? Steve es un buen sujeto, demasiado diría yo. Su único error es que es demasiado ambicioso— Respondió Clint sin abandonar su posición, ahora recostando su mentón sobre las piernas de Bruce, dejando que este jugara con su cabello.

—Es por eso que estoy preocupado—

Ambos guardaron silencio, pensando cada uno en su respectivo amigo, y no es que las cosas pasaran a mayores pero conociéndolos como los conocían esa relación iba por un rumbo bueno o malo, dependiendo del lado en que se viera.

—Así que... ¿James Bond gay...?— Preguntó Clint para aligerar el ambiente. Bruce rió suavemente y entendió que lo que quería el rubio era una explicación al raro apodo.

—Cuando Steve vino aquí por primera vez, venia en un Aston Martin DB5, ya sabes, el clásico auto Bond...— Clint asintió con una sonrisa –Tony entonces grito algo como: "¡Brucie, James bond es gay!" con total emoción— Bruce no pudo evitar reírse al recordar eso y al notar lo bien que le salió la imitación de su amigo.

—Porque, claro, cualquiera que se detenga en la esquina de Tony Stark, o es gay o él se encarga de volverlo gay...— finalizó Clint entendiendo por fin de que se trataba todo aquello, Bruce asintió y al mismo tiempo le hizo un gesto a su novio para que se incorporara.

—Así que... ¿Steve te comenta algo de nuestro querido Tony?— Era el turno de saber, ahora, la historia detrás de la aventura de su amigo desde otro punto de vista.

—Steve quiere cogerse duro a Tony como a nadie— explicó con simpleza Clint poniéndose de pie al mismo tiempo.

—¡¿Hablas en serio?! ¿Él te lo dijo? Y yo que creía era un caballero....— Dijo Bruce, primero sorprendido y luego desilusionado por semejante comentario refiriéndose a su pequeño Tony.

—No lo dijo, pero basta con verle la cara cuando habla del chico que está en su cuarto de hotel— Clint atrajo suavemente de la mano a su novio hasta llevarlo al sofá donde se dejó caer e hizo con un rápido movimiento que Bruce se sentara a horcajadas sobre sus piernas –Sabes, pone exactamente la misma cara de idiota que yo pongo cuando te veo— dijo levantando su mano y guiándola hasta una de las mejillas de su pareja acariciándola con suavidad.

—¿Tú crees que esos dos se estén empezando a involucrar más de la cuenta?— Preguntó Bruce dejándose hacer por las manos de Clint.

—Si te refieres a que Tony ya lo besó en los labios... no lo sé, pero si preguntas si Steve está empezando a sentir algo más que simple atracción física por ese mocoso, déjame decirte que hoy se tomó el día libre para pasarlo con Tony...— Clint colocó ambas manos sobre la cintura de Bruce acercándolo más a su cuerpo.

—¿Y es tan adicto al trabajo como tú?— preguntó Bruce acomodándose mejor en las piernas contrarias y abrazándose al cuello del otro.

—No. Él es peor—

—¡No jodas! Eso va en serio... No sabe la sorpresa que se llevará con Tony...— Rió Bruce y le dio fin a la charla con un delicado beso en los labios de Clint, que empezó suave y terminó en una mezcla de gemidos y jadeos sobre el sofá.

Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora