Nunca Te Olvidare. |TERMINADA|

Capitulo 51

*NARRAS TÚ*

No me cansaba de mirarlo, era hermoso.

Ese corazón que colgaba de mi cuello, rodeado de pequeñas incrustaciones de brillantes y con la palabra 'Te amo' grabada al dorso de este.

Era son duda el obsequio más hermoso que alguien podría haberme dado. Un pequeño colgante que significaba para mi, mucho más que cualquier cosa.

(....)

—¿No me ayudarás?—Preguntó con una sonrisa burlona en su rostro

—No—Contesté sentándome sobre su cama con las piernas cruzadas y mis brazos de igual modo.

—Será más difícil sin tu ayuda.

—No—Volví a contestar mirándolo con el seño fruncido.

Verlo hacer su maleta no me daba ánimos de nada.

Esos maravillosos cinco días habían pasado volando y ahora nos encontrábamos a horas de que él tomara un avión y se fuera de m lado por más de seis meses.

Sus valijas estaban casi listas. Cada remera, cada pantalón, cada campera ya habían sido empacadas.

Su cuarto se veía tan vacío sin nada de sus cosas.

—¿Qué pasa si te rapto y digo que te han secuestrado?

El sonrió ante mi no muy coherente propuesta y se sentó junto a mí.

—No creo que sea una gran idea. Te prometo que estos meses se pasarán rápido.—Acarició mi pierna y sonrió de esa forma que mata.— Cuando menos lo esperes yo ya estaré aquí de vuelta, otra vez contigo.

—Serán más de seis meses Harry.

—Seis meses en los que te estaré hablando todos los días, escribiéndote a cada minuto. No te desharás de mí tan fácil.

Una sonrisa forzada salió de mí. Estaba segura de que me costaría meses acostumbrarme a su ausencia.

(....)

El aeropuerto estaba repleto de fans, de cámaras y de gritos. Miles de carteles con hermosas frases y miles de chicas llorando emocionadamente.

Paul se había encargado de llevarnos a la zona de embarcación lejos de todos los gritos y de algunas cámaras.

Eleanor, Danielle y Lily se encontraban junto a mí para despedir a los chicos que en un par de minutos subirían a ese maldito avión que lo alejaría de mí por un largo, largo tiempo.

—Solo diez minutos muchachos—Gritó un seguridad que se encontraba cuidando la entrada.

—¡Las extrañaremos! — Dijo Liam dándonos a todos una cara de perro mojado. —Abrazo grupal.

Un gran abrazo con unas cuantas lágrimas que salían de los ojos de Lily y las demás chicas.

Al separarnos, Harry que se encontraba frente a mi me tomo la mano y me llevó a un costado

—Volveré cuando menos te lo esperes. Verás que todo pasará rápido.—Dijo él secándome un par de lágrimas que se habían escapado sin permiso de mis ojos.

—Si, lose.—Asentí asegurándole con una sonrisa mínima.

—Te llamaré todos los días, lo prometo.

Volví a asentir sin decir nada y él se quedó en silenció observándome. Acarició mi rostro con los nudillos de su mano y cerré mis ojos ante el tacto que extrañaría con horror. Volví a abrirlos y me encontré con un Harry secándose las pequeñas lágrimas que corrían por su barbilla.

Sin decir nada, lo abracé fuertemente y el correspondió mi abrazo mas fuere aún. Besó mi cabeza y me susurró.

—La distancia es solo una prueba para saber hasta que punto el amor puede viajar.

Volví mi mirada a él y sonreí.

En un minuto miles de cámaras se encontraban detrás de cristal tomando fotos del momento.

Harry me tomó con sus manos de mi rostro y plantó un beso en ellos. Cálido, lleno de dulzura y de amor.

Los flashes parpadeaban frente a nosotros y me separé de él bruscamente.

—¿Qué haces?. Hay miles de cámaras ahí afuera.

—No importa—Negó con su cabeza—Recuerdo el día en que te vi. Te vi y quise estar cerca de ti. Quería que me dejaras entrar. Quería conocerte de la manera que nadie más lo hizo. Y ahora que te tengo, lo único que me asusta es tener que volver a ese lugar, tener que desearte de nuevo.—Suspiró y me dijo— Eres mía y quiero que todos lo sepan.

Y así sin más volvió a besarme delicadamente frente a la catarata de gritos y flashes que grababan el momento.

Se separó de mí y unió nuestras frentes.

—Te amo, no lo olvides—Dijo dándome un último beso.

Giró sin querer mirar atrás y se alejó de mi. Pero antes de cursar la puerta volteó una vez más y pude notar sus ojos un poco hinchados y rojos. Susurró un te amo y desapareció dejándome con unas cuantas lágrimas cayendo por mi mejilla.

—Te amo.—Le susurré al aire y salí de ahí.