Nunca Te Olvidare. |TERMINADA|

Capitulo 74 *Ultimos capitulos*

*NARRAS TÚ*

—¿Te vas?—Preguntó Sara horrorizada.

—Si, volveré a Londres—Le di una mirada triste y ella la correspondió de la misma manera.

—¿Volverás con él, ¿no es así?—Comento y quedé impresionada.

—Se todo lo que pasa en el mundo de los famosos.—Aclaró ante mi sorpresa.

La miré ruborizada y asentí.

—Si, lo haré.

—Ojalá te valla muy bien linda—Me abrazó fuertemente y besó mi mejilla.—Te deseo lo mejor (tn).

—Gracias—Respondí agradecida.—Esto fue lo mejor que me ha pasado en la vida, todo gracias a ti.

—Oh basta—Limpió una lágrima que empezaba a caer—Me harás llorar.

Y de esa manera y con un poco de lágrimas, me despedí de todos y cada uno de mis compañeros, y de distinta gente con la cual había trabajado.

Pude reconocer a Camille a unos cuantos pasos en el pasillo de enfrente. Caminé sin hacer mucho ruido y pude notar que hablaba con alguien al teléfono, y créanme

que me sorprendió.

—Prometo que iré a verte—Dijo enrollando un mechón de cabello en su dedo.

Me asomé un poco y pude notar esa cara que tanto tenía para decir. Una mueca triste y un par de ojos brillantes decían mas que mil palabras.

—Te extrañaré, Niall—Suspiró y mi corazón dio un gran brinco.

Niall y Camille, ¿Podía ser eso cierto?

Recuerdo haberlos presentado en la fiesta, pero jamás creí que aún siguieran en contacto. Y que gran contacto.

—Ahora me dedicaré a armar parejas—Le dije una vez que había cortado—Parezco ser buena.

Cami giró rápidamente y sus mejillas tomaron color.

—Él es todo una ternura.— Frunció sus labios y me miró triste—Me gusta. Enserio me gusta.

—¿Camille Parker enamorada?—Fingí sorpresa—Creí que tú no te enamorabas.

—Hasta que apareció Niall—Sonrió bobamente.—Prométeme que me visitarás seguido.

—Claro que lo haré tonta—La abracé fuertemente—Te extrañaré.

—También yo cariño.

(...)

—¿Vamos?—Comentó Harry tomando mi mano.

—Vamos.

Di una última mirada a Camille que se despedía de mi agitando su mano sin disimulo.

Caminamos juntos hasta el avión y subimos.

Harry se sentó a mi lado y beso mis nudillos. Y una oleada de amor inundó mi cuerpo y él pareció notarlo.

—Te amo—Murmuró en is labios y luego me besó.

—También yo.

Harry me miró por unos cuantos segundos y luego sonrió abiertamente.

—Tengo una sorpresa para ti cuando lleguemos—Acarició tiernamente mi mejilla—Te encantará.

—¿Una sorpresa?.

—Si, pero no te diré nada. Tendrás que esperas.

—Odio las sorpresas—Fingí enojo y el rió.

—Y yo te amo a ti.

—Eso no tiene sentido.

—Lo se, pero igual te amo.

(....)

El avión paró y el notable frío de Londres me erizó la piel.

Se sentía realmente bien poder estar en casa otra vez.

—Extrañaba estar aquí.

Inhalé una gran cantidad de aire fresco y cerré mis ojos ante la sensación del viento. Nada se comparaba con esto.

—Londres es más bello cuando tú apareces.—Murmuró Harry en mi oído y me estremecí ante el contacto de sus labios en mi piel.

Él tomó mi mano y con la otra mi maleta. En una puerta trasera del aeropuerto una gran camioneta nos esperaba en la salida.

Luego de recorrer unos cuantos kilómetros él me dijo.

—¿Lista para tu sorpresa?

—¿Ahora?

Harry solo sonrió y bajo del auto, abrió mi puerta y me abrazó por detrás.

—Sorpresa—Dijo apoyando su barbilla en mi hombro y dando pequeñas caricias con su mano en mi cintura.

—¿Qué es esto?—Pregunté atónita mirando la gran mansión que posaba frente a nuestros ojos.

—Una casa—Contestó con obviedad—Nuestra casa.

Me giré a enfrentarlo con el corazón palpitando en mi boca.

—¿Nuestra casa?

—Si—Besó mis labios rápidamente—Quiero que vivas conmigo. Quiero verte despertar todos los días, poder hacerte el desayuno y llevártelo a la cama.—Acarició mi mejilla dulcemente y juntó nuestras frentes—Quiero pasar toda mi vida junto a ti.

Y antes de que pudiera verlo venir, Harry se arrodilló frente a mi.

Por un segundo creí estar soñando, pero todo cobró realidad cuando saco de su maleta una pequeña caja roja de terciopelo.

Lentamente la abrió y sacó su contenido.

—No es un anillo—Sonrió dulcemente—No aún.

Estiró mi mano y colocó en ella una delicada pulsera de oro con un hermoso dije colgando de el. 'Forever mine'

—Este es solo una promesa de que algún día serás mía. Completamente—Miró directo a mis ojos y besó mi mano—Prometo convertir esto, en un bello anillo cuando sea el momento, ¿Serías mía (tn)?

Y con algunas lágrimas corriendo por mi mejilla susurré un 'Si'.

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Se acerca el final

TAN TAN TAN

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