13. reclamo?

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Varios días más pasaron, y Harley continuaba con su acoso al humano. Ya no era sólo que lo miraba desde lejos, no.
Ahora se le podía llamar acosador con todas sus palabras.

Se había inscrito en las clases que repartía y averiguó sus horarios de idas y venidas. Se acabó la discreción.

Estuvo enfadado dos días con Marc por sus palabras. El humano le había juzgado, basándose única y exclusivamente en que el no había mantenido relaciones de una determinada manera. Casi le daba ganas de mandarlo todo a la mierda, hacer las maletas y volver al Homeland. Ya estaba bien de andar detrás como un perrito faldero.

Entonces fue cuando se dio cuenta de que no es que estuviera andando detrás del humano. Se dio cuenta de eso durante una cena que organizó Mary.
Sentados en el sofá esperando a que las mujeres les indicaran que podían pasar a la cocina , estaban Jerichó, Trey , Ven y Josua.
Jerichó tenía en brazos a su cachorra y la acunaba contra su amplio pecho. La niña tenía agarrado en sus dos puñitos la tela de la camiseta que el especie llevaba puesta.

- Pareces feliz. - dijo en un momento dado a Jerichó. - Me alegro por ti.

- Soy feliz. Nunca te voy a poder agradecer lo suficiente tu aportación a que eso sea así.

- Lo hice con el mayor placer.

- Oh por favor, queréis callaros, vais hacer que me ponga a vomitar. Parecéis chicas adolescentes haciendo un pacto de super-mejores-amigas. - las palabras de Trey salieron mientras el hacia el gesto de meterse los dedos en la boca y vomitar.

- Recuérdamelo una vez más, ¿Qué haces tu en mi casa? - gruñó Jerichó bajito para no molestar a su hija, y también porque no se le veía muy cabreado tampoco.

- Ehhh. Que tu mujer me prometió comida casera. Me aburre comer en la cafetería, pero cuando me pongo a cocina irremediablemente acabo tirando a la basura más comida de la que me llevo a la boca. Me voy a quedar unos días aquí en la reserva y he decido pasar esos maravillosos días en casa de mi hermanita.

- Que ? Porque? - ahora era el turno de Ven de intervenir, se había mantenido al margen y disfrutando como otra pasaba por la parrilla a su cuñado, y de alguna manera sin comerlo ni beberlo el humano hablaba de instalarse en su casa. - No tenemos sitio.

- Te crees que me vas a engañar con eso?

- Necesito intimidad con mi hembra. Y cuidarla, recuerda que está embarazada.

- El hecho de que esté embarazada demuestra que ya no necesitas ninguna intimidad con ella. Ahora que lo pienso, ¿Por qué no te marchas al Homeland unos días a arreglar tus asuntos y ya me quedo yo aquí con ella?

- No tengo ningún asunto pendiente en el Homeland.

- Pues búscate uno y vete. - dijo sencillamente Trey con una enorme sonrisa.

- Intentas echarme de mi propia casa? - Ven le lanzó una sonrisa muy siniestra a Trey.- ahora que lo pienso, Trey, eres más que bien venido a quedarte en mi casa. De hecho creo que te puedes quedar en la habitación de al lado de la nuestras. Eso sí, espero que no te molestes los golpes, verás Anne insistió en cambiar toda la habitación de sitio y ahora resulta que cada vez que nos apareamos el cabecero da golpe tras golpe contra la pared. Día y noche, cada vez que me follo a tu hermana.

-VEN!!! - EL grito escandalizado de Anne se mezcló con la palabrota que soltaron Trey y Jerichó.

Harley sólo se dedicaba a reírse. Principalmente cuando noto que Jerichó parecía querer tapar los pequeños oídos de su bebé para que no escuchará que Ven estaba hablando de follar.

Harley (#4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora