18. semana a semana.

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- me gusta tu familia. - dijo Harley a Marc.

Volvían a estar en el coche. Esta vez de camino a la reserva. En lugar de volver el dia anterior, tal y como estaba previsto habían cedido a los ruegos de la madre de Marc y pasaron la noche y todo el domingo en casa de los padres de el. Y Harley disfrutó cada momento.

Vale si, se sintió un poco agobiado cuando la madre empezó a sacar fotos de niñas y a explicarle que estaban en adopción y que quería ser abuela.
Al parecer la señora estaba realmente obsesionada con el tema.
Harley al final llegó a un acuerdo con ella, primero trabajaría en convencer a Marc en casarse y luego ya hablarían y barrajarian todo el tema de ampliar la familia.

Harley tenía qie a dimitir que el ver la foto de todas aquellas pequeñas niñas indefensa estába están a un pelo de ceder ante la madre y a comprar un billete de avión y ir a buscar alguna de esas pequeñas. Cuando llegara a la reserva iría hablar con el abogado de la ONE y averiguar cómo estaba todo ese tema. Tal vez en un futuro cercano podría ser una opción.

Ya llevaba varios meses deseando estabilizarse con un compañero y unos niños, razon principal por la cual habia afimitido au homosexualidad abiertamente. Desde el nacimiento de la pequeña Hope, dicho deseo sólo se había magnificado.

Y tenía muy claro que quería firmar esa familia con el terco humano que ahora mismo tenía a su lado.

- tu también les has gustado. Puede que demasiado.

- tu madre me ha gustado mucho. - dijo Harley ignorando las palabras de Marc. - tienes suerte de tenerla.

- si que la tengo. - dijo Marc y al parar ante un semáforo miró a Harley.- se que algunos especies han encontrado coincidencias genéticas con humanos, hermanos y demás parientes. Tu has...?

- No. No presté mi ADN para el Banco de datos. No quiero saber si tengo familia biológica.

- podrías ser uno de los robados.

Según los datos recuperados de la ONE los bebés que habían utilizados en Mercille se habían obtenido de dos maneras diferentes. Por compra y por robo.

Muchos habían sefo robados a sus familias biológicas. En parques, en supermercados y lugares similares por todo el país. Otros en cambio habían sido vendidos por sus madres biológicas a la farmacéutica.

- no lo soy.

- como lo sabes?

- recuperaron mi ficha. Soy de los pocos cuya información sobrevivió a la destrucción de datos masiva por Mercille. La mujer que me dio a luz me cambió por 200 gramos de cocaína. Murió de sobredosis un par de horas después, ni siquiera había salido todavía del edificio donde me vendió. Se fue directa al baño y no volvió a salir.

Marc no desvió la vista de Harley en ningún momento durante su historia. Le dio igual que el semáforo se hubiera puesto en rojo y que alguien detrás estuviera tocando el claxon.
Marc había visto mucho mal, mucha inmundicia. Pero siempre y todas las veces qie necesitaba algo de felicidad sólo tenía que pensar en que daba igual en que agujero perdido de la mano de Dios estuviera, en que guerra o país, porque cuando volviera a casa discutirá con sus hermanos y su padre y tendría que escuchar el chantaje psicológico de su madre y eso era razón de sobra para luchar más duro para sobrevivir. Harley no había tenido eso. Nada podía hacer para cambiar el pasado, pero tal vez si que pudiera aportar su granito de arena para un futuro mejor.

- pues prepárate para tener a mamá acosandote día y noche a partir de ahora.

Y Marc se alegró de ver como la expresión sombría de Harley era cambiada por otra alegre.

Harley (#4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora