14. MIO

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Golpe, golpe, golpe.
Derecha, izquierda, abajo.
Derecha, izquierda, abajo.
Otra vez lo mismo.
Repite y repite.

El sudor le bajaba por la espalda. A Harley no le importaba, incluso le daba la bienvenida. Los nudillos estaban ya medio entumecidos, pero su adversario, un saco de boxeo, aguantaba como un campeón.

Estaba tan furioso, que por eso no le importaba el dolor de su cuerpo. El humano directamente pasaba de él .
Lo ignoraba. Lo peor es que no lo hacía de mala manera, sino que era tan sutil que su plan para hacer que la gente notará su interés por el, había fracasado.

Cuando se acercaba en la cafetería, el hombre no le hacía ni caso. Incluso cuando se sentaba en la misma mesa que el, lo que en principio provocó miradas interrogantes entre los otros ocupantes de la mesa, todos humanos pertenecientes al equipo de rescate. Pero rápidamente, cualquier intento de conversación se veía absorbida por el grupo.

Como su plan A no funcionó, optó por el Plan B, imitó a Ven y le envió flores (aunque tuvo la sensatez suficiente como para no incluir gusanos) incluso firmó la nota, para que no hubiera lugar a equívocos de sobre quien enviaba las flores.

Al día siguiente vio el ramo en la residencia de las hembras, ellas encantadas dijeron que provenía de la casa de los humanos del equipo de rescate. Los humanos quedaron como caballeros y Marc Mary le dirigió un par de miradas furiosas la próxima vez que se encontraron en la cafetería.

Plan C, como al parecer el humano no apreciaba las flores optó por enviarle algo que seguro y sin ninguna duda disfrutaría, recordó que le había visto jugar a los videojuegos. Así que averiguó cuál era el de moda y se lo compró. Al día siguiente se encontró a Over y a Frozz jugando con el en la sala común de la residencia masculina. Al principio se paró al ver las imágenes porque le recordaban al que había comprado. Luego escuchó como los especies comentaban que era una suerte que el humano se lo hubiera cedido a los especies.

Jodido Marc, se están haciendo el duro a propósito. Así que, se tragó su orgullo y puso en marcha su plan D.

El plan D, o mejor dicho el Plan T, consistió en ir a casa de Leo y allí armándose de valor le pidió a Leo hablar con la pequeña Truddy.

Leo le miró extrañado y le preguntó que ocurría. Se avergonzó profundamente al decirle que necesitaba consejos amorosos.
Recordó

-Harley, es una niña pequeña.

- Ayudó a Ven.

- Sus consejos hizo que detuvieran a Ven.

- Si. Pero ahora está emparejado. Ya no se que hacer. Cada vez que me acerco me aleja o me ignora.

- Tal vez no está interesada.

- Interedado.

- Es verdad. Se me había olvidado. De todas formas no creo que sea buena idea que sigas los consejos de una niñita.

- Estoy desesperado.

- Te puedo hacer una pregunta?

- Dime.

- Cuando estás con otro macho... quien es la mujer?

- Como dices?

- Si... que quien hace de mujer?

- Ninguno hace de mujer. Los dos somos hombres.

- No lo entiendo.

- Somos hombres. Que es lo que no entiendes? Que comparta sexo con hombres no significa que por eso sea menos macho.

- Entonces me estás diciendo que da igual con quien compartas sexo. Que sigues siendo el mismo.

- Exacto.

- Entonces me puedes explicar, por favor, que cojones haces aquí buscando el consejo de una niñita y no estás ahí fuera cazando a tu macho.

Harley lo miró sospechoso.

- Tu ya sabías que yo soy gay - Leo asiente con una sonrisita - y la tontería esa de quien es el hombre ? - Leo se encoge de hombros sin perder la sonrisa. - No me gusta que me manipulen. - Leo soltó una carcajada y le dio un buen golpe en la espalda.

Jodido Leo que se creía muy listo.
Lo que el felino no sabía es que el principal problema ahora mismo era hacer entender al humano que el está dispuesto a probar a tener una relación plena con otro macho.
Pero Marc no le daba una oportunidad... razón por la cuál estaba pagando su furia con el saco de boxeo.

Empezó a entrar en el gimnasio un grupo de especies. Mierda. La clase a los salvajes.

Eso significaba que era cuestión de minutos hasta que entrara por la puerta Marc.

Marc su deliciosa pesadilla. Dios, se moría por volver a probarlo. Sólo de pensarlo se le hacía la boca agua.

Entró por la puerta acompañado de Jerichó y su bebé.

Estaba guapísimo vestido con su ropa de camuflaje, pantalones anchos y con muchos bolsillos y camiseta sin mangas que dejaban a la vista sus fuertes y musculosos brazos. Ufff.

Cuando el se acercó a una mesa que ocupaba la esquina izquierda del gimnasio, sacó una larga espada. JODER. parecía pesada, pero el la manejaba con una sola mano.

No sabía porque diablos él le estaba enseñando a un grupo de especies salvajes a manejar una larga espada de guerrero, pero sea cual fuere el motivo ¡ A Dios gracias!

A lo largo de los años Harley había tenido sus fantasías, como todos .
Su imaginación a la hora de masturbarse siempre giraba en torno a los mismos temas, bomberos, policías, nadadores... esta claro que a partir de ahora giraría totalmente en torno a un oscuro guerrero con una larga y potente arma en la mano. Y también una espada.

Mira orgulloso como derrota uno a uno a todos los especies que se habían ofrecidos para el combate. No cabía la menor duda que el estaba más que preparado.

Fuerte y hábil.

Incluso no pudo evitar una sonrisa al ver como Over acababa de culo en el suelo.

Las luchas siguieron hasta que llegó al lugar Trey, en cuanto vio las espaldas se animó y cogió una.

Iniciaron una elegante lucha, que poco a poco subía en intensidad y en velocidad.
Harley literalmente estaba babeando.

En un momento dado los ojos de Marc coincidieron con los suyos y fue como una explosión de puro fuego. BANG!!!!! Erección instantánea, siempre era bueno saber que tu cuerpo funciona perfectamente.

Al parecer a Marc también le afectó porque en el siguiente golpe de espada, acabó en el suelo.

Todo lo que Harley vio fue a Trey seguir atacando a un Marc caído. Y perdió el control. Con un fuerte empujón alejó a Trey de Marc.

- No voy a permitir que le hagas daño! MÍO!!! - dijo Harley interponiéndose entre los dos humanos.

Marc igual de furioso se levantó del suelo y poniéndose de pies le asestó un potente y demoledor derechazo a la mandíbula de Harley.

- Joder!!! - dijo Harley desde el suelo mientras se sujetaba la boca y movía la boca de un lado a otro probando su mandíbula.

- Se acabó la clase. - dijo Marc antes de salir del gimnasio.

Harley le siguió con la vista. Y no dejó de notar como todos los demás dentro del gimnasio le miraban fijamente.

Pero esta vez el humano no se saldría con la suya.

Se levantó del suelo y con paso decidido lo siguió.




Harley (#4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora