Tenía ya mucho tiempo que no dormía tan bien, generalmente suelo despertarme a mitad de la noche, dar vueltas y vueltas en la cama hasta que puedo volver a dormir. La luz del sol se filtraba por las cortinas del cuarto, tomé mi teléfono que se quedó cargando toda la noche, revisé la hora, eran las 9:43 de la mañana.
Al desbloquearlo pude notar que tenía varios mensajes, uno era de Andrea, me preguntaba que había pasado en la clase ayer.
Otro era de Isaac, no supe lo que decía, lo borré. Y luego había un mensaje de Alex, lo abrí:"Feliz Sábado, pequeño Ángel. ¿Cómo dormiste? Se que esto suena un poco trillado, pero ¿te gustaría venir a mi casa a ver una película? Y espero que digas que si, por que ya compré la película."
¿Alguna vez te ha pasado algo así? Esa sensación de mariposas cuando lees un mensaje de alguien que te gusta mucho.
¿De verdad dije eso?. Creo que Alex me gusta mucho y me llena de un sentimiento tan agradable leer un mensaje suyo al despertar. Esto tal vez suena idiota, y lo es, pero es una sensación muy especial.Bajé las escaleras y fui directo a la cocina, pensaba encontrarme a mi mamá, me dejó otra nota diciendo que había ido a desayunar con sus amigas y que regresará por la tarde.
Se me ocurrió que podría invitar a Alex, no se por que, pero sentía la necesidad de verlo, así que lo llamé. Sonó cuatro veces antes de que me respondiera:
- ¿Hola?. - dijo con la voz animada que siempre usa.
- Hola, ¿Como va tu mañana?. - Le pregunté.
- Se acaba de poner mejor, Ángel.Me sonrojé, que bueno que hablamos por teléfono y no viera eso.
- ¿Que estás haciendo?
- Pasando el rato en mi casa, leyendo un libro.
- Lo leí hace unos meses, muy buen libro. Oye, llamaba para saber sí querrías venir a mi casa, ¿Quieres desayunar?.
- Me encantaría. - Mientras decía eso lo escuchaba levantarse.
- Genial, aquí te veo, la puerta no tiene seguro, pasa, estoy en la cocina.
- Perfecto, te veo en unos minutitos.Recordé mi platica el día de ayer con Alex, me dijo que le encantaban las manzanas con miel, raro, pero son sus favoritas, así que me levanté para tomar las manzanas, las lavé y comencé a pelarlas, hasta que vi algo en mi teléfono que me asustó, era un mensaje de Gael:
"Te recuerdo, pedazo de mierda, que firmaste un contrato, así que no te puedes zafar de tu trabajo así como así. Así que más te vale que te presentes hoy en la noche en el antro de siempre, esa porquería no se va a vender sola."
Al principio sentí miedo, luego el miedo se convirtió en rabia, tomé el celular y teclee una respuesta para Gael:
"No te pertenezco, imbécil. Ya me salí, tu y toda tu mierda se pueden ir al carajo."
Al enviar la respuesta sentí un poco más de miedo, sabía perfectamente de que es capaz Gael. De repente sentí una mano en mi hombro derecho, salté y miré hacia atrás asustado, era Alex.
- Perdóname, no quería asustarte. - Dijo con voz algo tensa.
- No, no te preocupes, estaba distraído, es todo. - Dije tratando de recuperar el aliento.Alex no dijo nada, sólo tomó mi mentón y se acercó para besarme, su beso fue lento y calmado. Terminó y se alejó unos pocos centímetros.
- Que guapo te ves hoy. - Dijo sonriendo.
- Gracias, también luces muy guapo.No se que me llevó a hacer eso, sólo lo abracé, rodeando mis brazos en su delgado torso y recostando mi cabeza en su hombro. El me devolvió el abrazo, pasaron unos segundos.
- ¿A qué se debe esto?. - Preguntó
- Nada, nada. Es sólo que me alegra que hayas venido.
- ¿Estás seguro que es eso?, ¿Estás bien?.
- Por supuesto, estoy bien, no te preocupes. - Dije en un tono que era casi un susurro.
- De acuerdo.Me volvió a besar, esta vez hice lo propio y lo tomé por la cintura para que se acercara más. Cuando terminó sólo se quedó mirándome.
- Es linda tu nariz, esta pequeñita cicatriz que tienes me gusta. - Dijo sonriendo y acariciándola.
La cicatriz, recordé que me había pasado:
Estaba en un terreno baldío con Isaac y Gael, me estaban enseñando a disparar una AK 47. Recordé lo pesada que se sentía esa cosa en mis brazos.
- Sujétala fuerte, es muy fácil, y cuando estés listo, dispara. - Dijo Gael detrás de mi con la barbilla en mi hombro.
Como era de esperarse no lo hice correctamente, disparé y la fuerza del soplo hizo que la parte trasera del arma se estrellará con mi cara, mi nariz se rompió.
- ¿En qué piensas?. - Me preguntó aún con su mano en mi hombro.
- Nada, a veces me distraigo. ¿Me ayudas con las manzanas?.
- Te acordaste, me encantan. - Dijo
- La miel está en la alacena, ¿Puedes sacarla?.No dijo nada, sólo sonrió de oreja a oreja, me dio un beso en la mejilla y sacó la miel, y la colocó en la mesa.
- Con tantos libros que has leído ya, deberías tener tu propia historia para contar; me muero por leer tu primera novela. - Dijo llevándose un trozo de manzana a la boca.
- Voy a escribir sobre ti. - Le dije sonriendo.
- Con mayor razón me encantaría leerlo.De pronto pasó lo que más temía, un grito vino de la puerta principal.
- ¡¡¡Ángel!!!. - Reconocería esa voz donde sea. Era Gael.
- Creo que alguien te llama. - Dijo Alex con voz curiosa.Sólo me quedé sentado ahí, no sabía que hacer.
- ¿Que tienes?, ¿Quien es?. - Preguntó Alex preocupado al ver la expresión en mi rostro.
- Quédate aquí, Alex, por favor.Salté de mi asiento y corrí a la puerta, la abrí, y ahí estaba Gael, llevaba un pantalón negro y una camisa sin mangas, negra también.
- ¿Cuál es tu problema?, no puedes venir a gritar a mi casa, lárgate. - Dije mientras cerraba la puerta detrás de mi.
- Yo puedo hacer lo que se me de la puta gana cuando se trate de ti, Angelito. - Dijo acercándose más a mi.Puso su mirada muy cerca de mi, sus ojos verdes se veían más brillantes que de costumbre.
- Sólo dime que cuento contigo esta noche, pequeñín. Y me iré.
- No, sabes perfectamente que no. - Dije con un tono de voz tan firme que incluso yo me sorprendí.
- Eres un pequeño hijo de perra sin vergüenza, escúchame bien, sí no te veo esta noche en el lugar de siempre, lo vas a lamentar. ¿Haz comprendido?.
- No te tengo miedo, Gael. - Dije
- Pues deberías. Sí es por lo de Isaac, ya te dije que no lo quiero, es todo tuyo. - Dijo con una sonrisa burlona en su cara.
- Isaac y tu se pueden pudrir en el infierno.Lo empujé, no debí. De pronto todo se nubló, Gael me estrelló contra la pared, me tomó del cuello de mi camisa, alzó su puño y estaba a punto de darme un golpe cuando Alex salió de la nada y lo empujo tan fuerte que casi pierde el equilibrio.
- Déjalo en paz, idiota. - Dijo con un tono de voz que no reconocí.
- ¿Y tu quien eres, basura?, no tienes idea a quien carajos acabas de tocar. - Dijo mirándolo a los ojos.
- Soy el que te va a matar sí vuelves a tocar a Ángel, ahora lárgate.No sabía que decir, sólo estaba ahí parado sin hacer absolutamente nada. Gael se acercó a mi sin dejar de ver a a Alex.
- No te haz deshecho de mi, Ángel. Muy guapo tu nuevo novio. - Dio media vuelta y caminó hasta su coche.
Y no pude evitarlo, las lágrimas salieron sin previo aviso de mis ojos. Tomé a Alex de la mano y entramos a mi casa. Cerré la puerta y puse el cerrojo.
- Está bien, Ángel. ¿Quien era él?. - Pregunto con voz aún agitada.
No dije nada, sólo lo miré a los ojos con las lágrimas corriendo ya por mis mejillas.
- Tranquilo.
Fue todo lo que dijo, sólo me tomo en sus brazos, hundí mi cara en su pecho y me dejé llevar, no se cuanto tiempo lloré estando en sus brazos.
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Unbreakable
Fiksi RemajaÁngel está comenzando una nueva etapa, después de una tormentosa relación con un vendedor de drogas por fin puede estar en paz. Su vida está cambiando para bien, pero ¿Qué pasa cuando el pasado vuelve?. Ángel tendrá que aprender a enfrentar su pasad...