Estaba con Alex en mi cuarto, ambos estábamos recostados en mi cama, yo estaba acostado boca arriba y con Alex a lado volteando hacia mi. Se veía tan hermoso con su rostro relajado, el escaso acné y el brillo de sudor en su cara lo hacía lucir hermoso, más humano, más real. No como los chicos que aparecen en las novelas que suelo leer.
- ¿Alex?. - Le llamé
- Dime, ¿Que pasa?. - Me respondió mientras me acariciaba la mejilla una y otra vez.
- Hace un rato me dijiste que amaste a una persona.
- Si, eso dije.
- ¿Quien era? Si no es mucha indiscreción. - Pregunté sin dejar de mirarlo.
- Era un chico, lo conocí en Tlaxcala, era posiblemente de las mejores personas que han estado en mi vida. - Dijo sin apartar sus ojos de mi.
- ¿Es tu novio?. - Pregunté
- No, ya no lo es, Ángel.
- ¿Que pasó?, ¿Por qué terminaron?.Su mirada decía poco, pero pude ver mucha tristeza en ella.
- Sólo supimos que lo nuestro no podría ser cuando le dije que me mudaría a la Ciudad. - Hizo una pausa para mirarme y humedecer sus labios. - No se que ha sido de el, sólo me dejó de hablar, lo he extrañado bastante.
- ¿Por qué no lo llamas?. - Le pregunté.
- Lo he intentado, no contesta mis llamadas ni mensajes. - Respiró hondo. - Hay que aprender a vivir sin la ayuda de otra persona, Ángel. Lo amo, lo amaré siempre pero si el no me quiere más en su vida pues no puedo hacer nada.
- Te diría que entiendo, pero por lo que me has conocido comprenderás que no he podido superar a Isaac. - Dije con voz ronca.
- Yo tampoco lo he superado a el, pero lo haré, y tu también, Ángel. - Me dijo Alex, con otra sonrisa en su rostro.No pude evitarlo, se me escapó una pequeña sonrisa. Lo cual hizo sonreír más a Alex.
- No tienes idea de lo hermoso que luces cuando sonríes, hazlo más seguido. - Y se inclinó hacia mi para besarme, fue un beso de un muy bien rato. Al terminar entrelazó sus manos con las mías.
- Que bien me siento. - Le dije.
- ¿En verdad, Ángel?.
- Si, en verdad. Y tu no me has golpeado.
- No digas eso, Ángel, jamás me atrevería a hacer eso, tu tampoco dejes que nadie te haga eso. - Me dijo, después se quedó callado, sólo alargó su mano al tocador de lado de mi cama, apagó la lámpara y me abrazó.No podía describir la tranquilidad que sentí al estar acostado a su lado, cerré los ojos y me sumergí en la oscuridad.
• • • • • • • •
Tuve un sueño.
Estaba en la cafetería de mi preparatoria sentado solo en una mesa con un libro en mis manos.
- ¿Por qué tan solito?. - Alguien me dijo.
Levanté la mirada, ahí vi a Isaac por primera vez. Siempre vestido de negro y estoperoles.
- Espero a mi siguiente clase. - Le respondí tímidamente.
- ¿Me puedo sentar?. - Me preguntó señalando el asiento junto a mi.
- Si, claro, si quieres.
- Gracias, Ángel. - Dijo con una sonrisa y sentándose.
- ¿Como es que...?.
- Tenemos 2 clases juntos, Ángel. Me llamo Isaac, por cierto- Dijo interrumpiéndome y escapándosele una risita mientras estrechaba mi mano. - Pero tu siempre estás en tu mundo: Llegas, sacas tu libro mientras inicia la clase, suena el timbre y te vas, he tratado de hablarte por meses. - Finalizó
- Oh, la verdad no sabía, discúlpame, no era mi intención. - Dije apenadamente.
- Tranquilo, pequeño. Oye, ¿Te digo algo sin que me golpees?. - Preguntó.
- Si, seguro.
- Eres un niño muy guapo y quiero conocerte si me lo permites, ¿Que harás hoy en la noche?.Y desperté...
Abrí los ojos lentamente, Alex ya no estaba en la cama. Había una manta roja sobre mi, no estaba ahí cuando me quedé dormido.
Tomé mi teléfono, eran casi las 8 de la noche. Salí del cuarto y bajé la escalera, podía oír voces en la sala, ahí estaban Alex y mi madre riendo.- ¿Como dormiste, amor?. - Preguntó mi madre al verme llegar al pie de la escalera.
- Bien, ¿A qué hora llegaste?. - Le pregunté a mi mamá pero sin dejar de ver a Alex, quien me veía con una sonrisa.
- Hace como una hora, y me encontré con Alex. - Dijo dirigiendo hacia el su mirada.
- Tu mamá es genial, Ángel.Mi mamá no dijo nada, sólo se rió aún más.
- Bueno, señora, quería pedirle que me prestara a su hijito un rato. - Dijo Alex levantándose del sillón.
- Claro, váyanse y se divierten, no me lo traigas muy tarde. - Mi mamá sacó un billete de su bolso y me lo dio.
- Claro, señora, se lo traeré temprano. ¿Vamos, Ángel?. - Dijo tomándome la mano.
- Si, vamos. - Dije con voz queda.• • • • • •
Estábamos en la azotea de su casa, con una bolsa de papas en mi regazo.
Estaba sorprendido de lo precioso que se veía el cielo, tan despejado.- ¿No ves la luz de las estrellas?. - Dijo enredando sus brazos en mi torso.
- Si, por supuesto, son hermosas. - Dije sin apartar los ojos del cielo.
Alex se incorporó para quedar justo en frente de mi. Lo miré a los ojos.
- No. - Me dijo. - Sigue viendo hacia arriba. - Tomó mi mentón y lo alzó para que viera al cielo.
- Puedo ver las estrellas reflejadas en tus ojitos, Ángel.Lo volví a mirar, y sorprendentemente, una gran sonrisa se dibujó en mi rostro.
- Que bello, Ángel, sonríe todos los días. - Me tomó por el cuello y me besó.
Continuará...
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Unbreakable
Fiksi RemajaÁngel está comenzando una nueva etapa, después de una tormentosa relación con un vendedor de drogas por fin puede estar en paz. Su vida está cambiando para bien, pero ¿Qué pasa cuando el pasado vuelve?. Ángel tendrá que aprender a enfrentar su pasad...