Unbreakable

Capítulo 14

"Te agradezco de todo corazón lo que hiciste por mi anoche. No sabes lo mucho que significó para mi; no sabes lo mucho que TU significas para mi. Te amo mucho, que estés muy bien."

Fue lo que decía el mensaje que recibí de Isaac al despertar. No sabía como sentirme al respecto pues sabía que estuvo mal haber permitido que pasara aquí la noche; no se lo contaré a Alex por ahora.

Aún me hallaba en posición fetal debajo de la manta de mi cama, estuve ahí un buen rato hasta que alguien llamó a la puerta de mi habitación, era mi madre.

- Entra, mamá. - Dije mientras me incorporaba para quedar sentado sobre la cama.
- Buenos días, hijo. Tienes visita.

Parado justo detrás de mi madre estaba Alex, vestía la playera de la banda Black Veil Brides que le regalé.

- Vístete, Ángel, ¿A caso no te da pena que tu novio te vea con esas fachas.?
- Mamá, por Dios. - Dije mientras trataba de acomodarme mi despeinado cabello.

Alex no dijo nada, solamente soltó una pequeña risita.

- No tarden mucho, chicos, ya casi está listo el desayuno. - Dijo mi madre cerrando la puerta y dejándonos solos.
- Tan guapo te ves desarreglado. - Dijo Alex caminando hacia mi y dándome un beso en los labios.
- Tu te ves guapo cuando crees que eres gracioso. - Dije mientras lo tomaba por el cuello y lo acercaba hacia mi para volverlo a besar.

Se recostó en mi cama acomodando su cabeza en mi pecho, yo lo acuné entre mis brazos y comencé a acariciar su cabello, tomé su mentón para dirigir su mirada hacia la mía.

- Todo es mejor cuando estás aquí. - Dije en voy baja.
- Te amo. - Fue todo lo que dijo justo antes de besarme otra vez.
- ¿A dónde quieres ir hoy?.
- Cambié de planes. - Dijo mientras se levantaba.
- ¿De verdad?.
- Si, iremos a La Malinche. - Dijo mientras me tomaba de la mano y me ayudaba a salir de la cama.
- ¿Eso no está en Puebla?.
- Si, nene. Son casi las ocho, si nos vamos pronto estaremos ahí a medio día. Así que ve y toma un baño. - Dijo sonriéndome y dándome un beso en la mejilla.

• • • • • • •

Alex había bajado a la cocina con mi madre y me dejó a solas en mi habitación.
Una llamada entrante en mi teléfono hizo que diera un saltito, no conocía el número pero respondí.

- ¿Hola?. - Contesté
- Mi amor.
Esa voz, esa grave voz que aún escuchaba en mis sueños. Era Gael.

- ¿Que quieres?. - Pregunté bajando la voz y poniendo el cerrojo en la puerta del baño.
- Sólo quiero saber como estás, Ángel. ¿No puedo llamar a mi niño favorito de vez en cuando?.
- No soy tu niño, Gael. Dime que quieres. - Pregunté con voz firme pero calmada.
- ¿Como estuvo tu noche con Isaac?, par de tórtolos, ¿Volverán a hacer equipo y ganarme dinero?.
- Vete al carajo. - Dije levantando la voz.
- Oye, pequeño imbécil, al parecer te estás olvidando de lo que te dije, la única forma de deshacerte de mi es muriendo.
- Eso es lo que quiero. - Dije sintiendo las lágrimas acumularse en mis ojos.
- Que dulzura, Angelito, sólo sigue portándote como un pequeño cabrón y tu sueño se hará realidad, ¿O es que ya olvidaste a mi pequeño amigo?. - Dijo con un tono de voz que era evidente que se estaba divirtiendo.

Su pequeño amigo era un cuchillo con un mango de oro con el cual me había cortado ya no se cuantas veces.

- Sólo quiero continuar con mi vida, por favor entiende, Gael. Déjame tranquilo. - Traté de no sonar asustado, eso le encantaba.
- Te juro que no es la última vez que hablas conmigo. - La línea se quedó muerta.

•••••••••

Estaba en el auto de Alex con la vista fija en la carretera, hace más de dos horas que habíamos partido de mi casa, la radio se mantenía a un volumen bajo, sonaba "Somewhere Only We Know" de Keane.

- ¿En qué piensas, amor?. - Preguntó Alex sin apartar la vista del camino.
- En nada, Alex. - Dije girando la cabeza para verlo.
- ¿Seguro? Sabes que puedes contarme.
- Seguro. - Dije con una sonrisa. El quitó la mano del volante para acariciarme rápidamente la mejilla.

••••••••

Me encontraba en las faldas de aquel gran volcán sentado sobre el césped sintiendo la brisa en mi rostro, podía ver el sol comenzándose a ocultar.
Alex estaba recostado sobre mi regazo quedándose dormido; su linda cara dormida mostraba tanta paz. No sabía que hacer, una persona tan hermosa como el no tiene por que sufrir, y si el se queda conmigo ahora que Gael está cerca, terminará herido, tanto emocional como físicamente.
Alex soltó un pequeño gemido al despertar, abrió los ojos y cuando alzó la vista hacia mi sonrió de oreja a oreja.

- Dormilón. - Dije agachándome y dándole un gran beso.
- Que hermoso te ves. - Dijo a la vez que tomaba mi mano y la apretaba contra su mejilla.
- ¿Tienes hambre?.
- Si, algo. Deberíamos irnos, se está haciendo tarde.

Nos levantamos y volvimos al auto, tomados de la mano. Al caminar llamábamos la atención de toda la gente ahí reunida, no se por que carajos.

••••••••

Llegamos a mi casa alrededor de la una de la madrugada. Nos encontrábamos sentados en el sofá de la sala con el televisor encendido; 2 Broke Girls, unos de mis shows favoritos estaba pasando.

- Debería irme, te dejaré ir a dormir. - Dijo mientras se levantaba del sofá.
- Por supuesto que no, quiero que te quedes, ¿Si?. - Lo tomé de la mano.
- Si, claro, me encantaría, Ángel.

Me tomó de la cintura y comenzó a besarme, como siempre empezó con besos tiernos y se convirtieron en besos alocados y absolutamente desesperados; me desabotonó el pantalón y metió su mano bajo mi camisa.

- Oye, vamos a mi cuarto. - Dije quitando su mano de mi entrepierna y fuimos escaleras arriba.

•••••••

La luz estaba ya apagada y Alex estaba dormido boca arriba, estaba observando su pecho desnudo subir y bajar.
Tenía miedo, tenía muchísimo miedo por Alex, no podría perdonarme si Gael llegase a hacerle daño, no me percaté cuando fue que las lágrimas se derramaron de mis ojos. Alex se movió.

- Nene. - Dijo sin abrir los ojos y buscando mi mano con la suya.
- Shhh, aquí estoy, sigue durmiendo. - Dije mientras lo acercaba hacia mi.
- Te amo. - Dijo con una voz tan apagada que apenas pude oírlo.
- También te amo.

Continuará