- ¿Por qué no dormiste anoche?, tus ojitos lucen muy cansados. - Preguntó mi madre sacándome de mis pensamientos al mismo tiempo que vertía mas café a mi taza.
- Estuvo dando vueltas toda la noche. - Intervino Alex sentándose a lado de mi en el comedor.
- Tuve unos malos sueños, es todo. Nada que no se quite bebiéndome esa jarra de café. - Les dije mientras bebía otro sorbo de la taza.
- Yo creo que ya fue demasiada cafeína por hoy, joven. - Dijo mi madre quitando la taza que acunaba con mis manos. - Bueno, yo me retiro, estamos en época navideña y la galería estará repleta.Mi mamá tomó su bolso y llaves y salió por la puerta de la cocina, no sin antes decirle a Alex que cuidara de mi, pensando que no la había escuchado.
Un pequeño timbre me sobresaltó, era mi celular con una llamada entrante; miré la pantalla y empecé a sentir el sudor bajando por mi espalda, era un número desconocido pero sabía quien era. Salí de la cocina dejando a Alex solo en el comedor y contesté, ni siquiera tuve que hablar por que el ya estaba aguardando.- Hola, amor. - Inició Gael a hablar con esa voz tan profunda que siempre me ponía nervioso. - Espero no interrumpir.
- ¿Que quieres?. - Le pregunté con mis dedos presionando el teléfono.
- Que rudo, Angelito.
- Gael, por Dios, dime que quieres.
- Tengo a un invitado aquí conmigo, ¿Te acuerdas de Isaac?. Mierda, me costó un poco que viniera pero al fin aquí está. - La voz de Gael empezaba a hacerse mas lenta, como si quisiera que escuchara cada palabra. - Digamos que tuve que darle un pequeño golpe en esa cabeza tan jodidamente ingrata.
- ¿Que dices? - Dije alzando la voz y recordé que Alex estaba en la otra habitación.
- Muy bien, amiguito. Tengo un juego para ti. - Se me heló la sangre - El pequeño Angelito tiene que venir a recoger a su amor. O el lobo feroz; ese soy yo. - Se interrumpió para soltar una leve risa - Le llenará el cráneo de plomo.No podía asimilar lo que estaba escuchando, la vista se me empezaba a nublar y sentía que perdía el equilibrio. Sentía claramente como mis piernas empezaban a temblar.
- ¿Sigues ahí, Angelito? - Preguntó Gael con una voz burlona, casi cantando.
- No lo vayas a lastimar, Gael, por favor. - Mi tono de voz empezaba a traicionarme, Alex me miraba con extrañada expresión.
- Eso depende de ti, amor. Ya sabes perfectamente donde encontrarnos. Y yo te aconsejo que aparezcas. Tu y yo tenemos asuntos pendientes, y si no vienes ahora mismo lo mato. Después iré a matarte a ti; esperar a que llegue tu mami y matarla. Al final podría visitar a tu noviecito y matarlo también. Tu decides, tienes una hora para llegar.Esto no está pasando, nada de esto tiene que estar pasando. ¿Que diablos hice para meterme en esto e involucrar a la gente que me importa?. Y el llanto me traicionó, un sollozo se me escapó lo cual atrajo la atención de Alex.
- Te espero, amor. - Fue lo último que Gael dijo antes de colgar.
Me quedé parado justo donde estaba, no sabía si mis piernas iban a soportar mi peso, todo a mi alrededor comenzó a derrumbarse.
- Angel, ¿Que es lo que pasa?. - Sentí la mano de Alex tocando mi hombro. - ¿Quien te ha llamado?.
Sequé las lágrimas de mi rostro con la manga de mi sudadera y me abrí paso hacia la escalera, no caminé mucho hasta que Alex me tomó del brazo.
- Estás temblando, por favor dime que te pasa, quiero ayudarte, pero no puedo si lo que siempre haces es guardar silencio. - Alex acercó su cara a la mía y tomó mi barbilla para que lo viera a los ojos. - Dime.
- Alex, tengo que salir, hay algo que necesito hacer.
- Pero ¿A donde vas?. - Intenté darme la vuelta para ir hacia mi cuarto pero el no soltaba mi brazo. - Angel, ¿Que está pasando?, dime, maldición.Ya no veía nada mas allá del rostro de Alex por culpa de las lágrimas, y al ver su expresión tan asustada en el me partía el alma. Tomé su mano que aún sostenía mi brazo y entrelacé mis dedos con los suyos. Encontré su mirada, sus pequeños ojos llenos de confusión e incertidumbre. Y solo le di un abrazo, hundiendo mi rostro en su pecho.
- ¿Que te pasa, Angel?, te suplico que me digas. - Dijo mientras daba pequeñas caricias en mi espalda.
- Tengo un asunto que debo terminar de una vez por todas y necesito ir, solo. - Di media vuelta y fui escaleras arriba.Al llegar al cuarto fui hacia mi armario, creí que nunca mas debería usar esa cosa.
Tomé aquella pistola y la metí en la parte trasera de mi pantalón.- Angel ¿Que mierda?. - Gritó Alex al verme guardar el arma. - ¿A donde piensas que vas con eso?.
- Con suerte ni tendré que utilizarla. - Me dirigí hacia la puerta pero Alex volvió a tomarme del brazo.
- Tu no vas a ningún lado.
- Suéltame, Alex. No puedes impedir que vaya.
- ¿Iras con Gael, cierto?. - Me quedé frío, sin habla. - Tu te quedas aquí, voy a llamar a la policía. - Dijo mientras sacaba su teléfono del bolsillo.
- ¡No!, ¡No, Alex!, no lo vayas a hacer. - Grité arrebatándole el teléfono.
- ¿Cual es tu problema, Angel?, ¿Por que carajos no me dejas protegerte?. - Dijo intentando tomar de vuelta su teléfono.
- Si haces eso van a matar a Isaac. - Los ojos de Alex se congelaron. - Y a mi mamá.
- No entiendo por que ese tipo te quiere hacer tanto daño.
- Yo maté a su novio.No podía creer lo que acababa de decir, era algo que jamás pensé poder decir en voz alta. La expresión de Alex, la sorpresa en su rostro era algo que no podía soportar.
- ¿Que dijiste?. - Me preguntó sacudiendo la cabeza.
- No te conté todo lo que pasó, Alex. - Dije dejando su teléfono sobre la cama. - La noche en que encontré a Isaac y a Gael besándose, no dejé el antro en ese instante, si no que fui a la azotea, ahí guardaba mis cosas. El novio de Gael me interceptó por que sabía que yo tenía la coca, le dije que no se la daría, al principio solo forcejamos, después comenzaron los golpes. Y todo pasó tan rápido, el sacó una navaja, estaba a punto de apuñalarme, pero antes de que lo hiciera le disparé en el pecho. Lo dejé tirado en el suelo y salí corriendo.La mirada de Alex seguía clavada en la mía y sus ojos se llenaron de lágrimas.
- No hay un día que no piense en eso, me arrepiento totalmente pero eso no importa, no puedo deshacer lo que hice. Y ahora Gael quiere su venganza. - Hice una pausa esperando que Alex dijera algo, pero se quedó en silencio. - ¿Ahora entiendes?, necesito ir. Y te pido que te alejes de mi, no me vuelvas a buscar y no te acerques mas aquí.
- Angel... - El tono de Alex combinado con la tristeza y el miedo en su rostro. - No quiero dejarte.
- No te lo estoy pidiendo, solo quiero que estés seguro, ya te involucré demasiado.
- No se como te puedo ayudar. - Dijo acercándose a mi.
- Alejándote. - Dije dando un paso atrás. - Y jurándome que nunca me volverás a buscar, solo te traeré tragedia.
- No te quiero dejar, no me hagas esto. - Dijo tomándome las dos manos poniéndolas cerca de su corazón. - No lo soportaría.
- Ten por seguro que es por tu bien, nunca estuviste seguro conmigo, eres una persona tan hermosa que mereces vivir y no estar atado a alguien como yo y con mi pasado. - Tomé el rostro de Alex con mis dos manos y le di un beso, fue uno muy largo, no se cuanto tiempo pasó.
- Angel, por favor. - Dijo tomando también mi rostro entre sus manos.
- Te prometo que no me volverás a ver, y eso es lo mejor para ti. Vive, Alex.El solo guardó silencio y se sentó sobre mi cama, su cara completamente húmeda a causa del llanto. Y sólo se quedó ahí, mirándome.
- Te amo mucho. - Fueron las últimas palabras que le dije antes de dar media vuelta, bajé la escalera y tomé las llaves de la camioneta, subí a ella y conduje hacia mi encuentro con Gael.
YOU ARE READING
Unbreakable
Teen FictionÁngel está comenzando una nueva etapa, después de una tormentosa relación con un vendedor de drogas por fin puede estar en paz. Su vida está cambiando para bien, pero ¿Qué pasa cuando el pasado vuelve?. Ángel tendrá que aprender a enfrentar su pasad...