Jane iba de camino al instituto todavía. Sabía perfectamente que llegaba tarde, pero le daba igual.
Espera, ¿hablaba en serio? ¿Le daba igual? Vaya, Jace le estaba influyendo demasiado. ¡A ella jamás le había dado igual llegar tarde a clase! Y ahora...Un sonido la distrajo de sus pensamientos. Su móvil empezó a sonar, lo que le indicó que le había llegado un mensaje. Era Jace:
"Voy a descubrir quién eres, Jane :D".
"Solo tengo que averiguar el secreto de tu amiga".
"¿Qué secreto?"
"Solo tengo que averiguar la respuesta a esta pregunta: ¿Cómo sabía que mi cita con Jacqueline había sido pésima si yo no le mencioné nada del tema?"
"Y si lo descubro me dirá quién eres :D".
"Oh. Pues nada, suerte resolviendo el misterio, Jace".
"No soy Jace. Soy el ayudante de Sherlock: Watson".
"Vale, vale. Suerte con tu misterio, Watson".
(...)
Jace llegó el primero a clases. No había nadie más en el aula. Ni siquiera la chica castaña, esa que se sentaba a su lado. ¿Tan temprano se había despertado? Era muy raro que su compañera no estuviera aún en clases, y aún más raro era que él hubiera llegado el primero.
Se sentó en su sitio a esperarla. Sacó un cuaderno de su mochila y comenzó a escribir.Jane apareció por la puerta de la clase con los auriculares puestos. Pensaba que no había nadie más en la clase, pero se equivocaba.
La castaña se paró en seco al ver a Jace. Se puso nerviosa, muy nerviosa. No esperaba encontrarle ahí, y menos tan temprano. Siempre era ella la que llegaba cinco minutos antes a clase, pero al parecer era Jace quien ahora se encontraba allí primero.Jane caminó hasta su asiento dando (torpes) pasos hasta donde se encontraba su compañero. Sin saber por qué su corazón empezó a latir mucho más fuerte. Se acercó a él y se sentó en su sitio.
A la chica se le cayó un libro al suelo y se agachó a recogerlo, pero el rubio se le adelantó. Él posó una de sus manos sobre el libro, ella estaba a punto de hacer lo mismo, pero retiró su mano antes de tocar el libro. Provocando de ese modo que sus manos no se rozaran por el incidente.—¿Estás bien, Reynolds? Te noto un poco... rara.
—¿Rara? ¿Yo? Qué va. Estoy como siempre.
Jane sacó un cuaderno de su mochila a la vez que cogía un bolígrafo. Abrió el cuaderno para dibujar y otro objeto volvió a caer al suelo. Esta vez, el bolígrafo.
Jace se rió.
—Vale, no estás rara, puede que un poco torpe.
—Estoy perfectamente, Jace. No me pasa nada.
—Si tú lo dices...
Ambos volvieron a centrar la mirada en sus cuadernos. Jane miró a Jace de reojo, y se dio cuenta de que él la estaba observando. La chica apartó la mirada de inmediato. El chico se rió.
—¿Qué te hace tanta gracia?
El chico siguió riéndose. Jane rodó los ojos y volvió a lo suyo.

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El rubio de Internet
Nouvelles«Tengo miedo. Miedo de que conozcas la verdad. Miedo de que sepas quién soy realmente. Miedo de que decidas alejarte de mí. Miedo de que sepas mi historia. Miedo de que sepas que no solo soy ese chico rubio de Internet que conoces o crees conocer, y...