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Unas horas antes...

Jane se encuentra sentada frente a su escritorio, con el portátil, terminando sus deberes de biología. Busca en Internet información sobre lo que tiene que hacer y en menos de unos minutos, lo termina. Contenta de haber terminado sus tareas por hoy, sonríe y apoya su espalda en el respaldo de la silla. Suelta un suspiro de alivio. Ahora lo único que quiere es descansar. Ya ha vivido demasiadas experiencias ese día que aún le cuesta comprender. ¿Cómo se atrevió a besar a Jace? Desde luego aquello fue una locura. Una auténtica locura. Pero ahora, ¿qué son? No lo tiene nada claro, aunque tampoco quiere hablar de Jace sobre el tema. Lo más seguro es que hablando de eso ambos se sientan incómodos, y prefiere no volver a pasar por esa situación. Lo mejor será evitar el tema de momento. Sí, eso será lo mejor.
Agotada, se dirige ahora hacia su cama para acostarse. Pero recuerda una cosa que sucedió varias horas atrás que la tiene aún en ascuas: la situación de Jace. Recuerda perfectamente lo que le contó. Lo que le sucedió hace un año con aquella chica. Vuelve a incorporarse en la silla y teclea en Google algo relacionado con el accidente en la ciudad. Busca en el apartado de «Noticias» y va leyendo una a una las que aparecen. Todas son recientes, así que trata de buscar más hasta llegar a las noticias del año pasado. Tras unos diez minutos de búsqueda sigue sin encontrar nada. Pero entonces una noticia llama su atención. Esta se titula: «Fallece una joven menor de edad al ser atropellada por una moto». La noticia es del 15 de agosto del año pasado. Recuerda que Jace le contó que la chica fue atropellada por una moto, aunque tal vez aquello sea una coincidencia y se esté equivocando. Aún así, cliquea sobre la noticia y esta se abre de inmediato. Jane la lee con atención.

«Hace unas semanas ocurrió un trágico accidente en el centro de la ciudad: una joven menor de edad fue atropellada por una moto. Aún se desconoce la identidad de la joven fallecida ya que no nos han querido revelar mucha información sobre esto. La joven, de 16 años de edad, se disponía a cruzar por un paso de peatones cuando el semáforo se puso en rojo. En ese mismo momento una moto se dirigía hacia ella y, pese a sus intentos, el conductor del vehículo no logró parar a tiempo. Unos días atrás, la joven seguía en estado de coma hasta que el pasado 14 de agosto, falleció.
Tampoco se ha logrado descifrar aún la identidad del conductor del vehículo, que escapó corriendo sin sufrir ningún daño. Lo único que sabemos, según nos confirman nuestras fuentes, es que el conductor iba borracho durante el accidente y también era menor de edad.»

Jane no puede creerse lo que está leyendo. Se aleja un poco del portátil y se cubre la boca con las manos. Aquello que acaba de leer es horrible y le cuesta reaccionar ante ello. Está en shock. Siente muchísima pena y dolor por aquella chica. Ahora comprende que Jace saliera tan afectado. Esa joven debía de ser una de las personas más importantes en su vida. Y él tuvo que pasar por esto solo, sin nadie que lo apoyara en ese instante. Ni la chica ni Jace se merecían sufrir tanto...
Con pequeñas lágrimas resbalándose sobre su rostro, decide acostarse ya. Cierra la pestaña y apaga el portátil. Prefiere no indagar más sobre el tema y despejar la mente para tranquilizarse. Se levanta de la silla y se tumba en la cama, cubriéndose con las mantas. Finalmente, alcanza su móvil, que se encuentra a tan solo unos metros de ella. Decide enviarle unos últimos mensajes a Jace antes de quedarse completamente dormida. Su amigo no responde, así que se da por vendida y apaga el teléfono, depositándolo a su vez en una pequeña mesa que está a su derecha. Suspira e intenta cerrar los ojos. Piensa por última vez en todas las cosas que le han ocurrido a lo largo del día y, en pocos minutos, logra quedarse dormida debido al cansancio.

(...)

—Eres idiota.

—Pero me quieres.

El rubio de InternetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora