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Jace sonríe al contemplar el último mensaje de Jane. Ojalá supiera más sobre ella. Cualquier pista le acercaría un poco más para saber la verdad. Tal vez podría preguntarle a su amiga, tal vez ella sepa algo y se lo cuente. Sí, no es mala idea. Podría intentarlo. Total, ¿qué puede salir mal? Pero... Recuerda que ese tema ya lo han hablado varias veces, y siempre acabó mal. Lo mejor será que siga continuando su investigación por sí solo.

Debe arreglar las cosas con ella. Se levanta de su sitio y se dirige a hablar con la castaña.
Ella lo mira y ve que se dirige hacia ella. También se levanta de su sitio. Sabe que va a disculparse, y ella piensa hacer lo mismo.

Cuando están en frente el uno del otro se quedan en silencio por unos segundos.

—Lo siento —dicen al unísono.

—Yo también —vuelven a hablar a la vez.

—No tienes por qué disculparte, he sido una egoísta... Y de verdad que lo siento.

—Los dos hemos sido egoístas.

Se quedan en silencio durante unos minutos, hasta que la castaña decide continuar la conversación.

—¿Qué te ha hecho cambiar de opinión? —le pregunta curiosa.

—Supongo que una amiga tuya me dio algunos consejos —contesta divertido y guiñándole un ojo. Ella sonríe y vuelven juntos a sus respectivos sitios.

—De verdad, siento mucho lo de antes, Jace. No debería haber insistido tanto por... ese tema.

—Igualmente por lo de tu nombre. No entiendo por qué razón no quieres decírmelo, pero...

—Pero supongo que cada uno tenemos nuestros motivos.

—Sí, exacto.

El timbre suena, anunciando la pausa para comer e indicando que aún quedan tres horas más de clase.

—Tengo que irme, Jace.

Jace se pone delante de ella para detenerla.

—¿Quieres que te acompañe? Podríamos almorzar juntos... O tal vez podríamos quedar por la tarde.

Ella alza una ceja, divertida.

—Solo si quieres, claro. Si no...

Jane suelta una pequeña risa. ¿Es su imaginación o está nervioso?

—Jace Wilson, ¿estás intentando invitarme a salir?

—No, no, no. Bueno, no exactamente. Solo como amigos, claro.

—Sí, como amigos.

—¿Entonces... eso es un sí?

Jane asiente con la cabeza a la vez que Jace sonríe de par en par.

—¡En ese caso genial! ¿En el parque a las cinco?

—Sí, creo que tengo un hueco en mi agenda.

Ambos se dedican una sonrisa y salen de clase. Jace le pregunta si quiere que vayan juntos a almorzar, ya que antes no respondió a su pregunta, y la castaña vuelve a acceder a su propuesta.
Y él pensando que le iba a rechazar... Al final, la cosa no puede ir mejor.

Al verlos a ambos juntos, consiguen llamar la atención de todos. Ella piensa en echarse atrás, no quiere dejar a Jace plantado, pero no le gusta ser el centro de atención. Al fondo del pasillo, se da cuenta de que los amigos de Jace los están mirando y riendo a la vez. Jane se aparta un poco del chico. Sabe que él es uno de los chicos más populares del instituto, y ella... Ella es simplemente Jane.

El rubio de InternetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora