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El móvil de Jace comenzó a sonar. ¿Quién le estaba llamando tan temprano? ¿Podría ser Jane? Al pensar esto, alcanzó el móvil de inmediato con una sonrisa. Pero al parecer se había equivocado de persona.

"Jace, soy yo, Jacqueline. ¿Se puede saber que te ocurre?"

Oh, Dios —pensó él.

"¿A mí? Nada..."

"¿Por qué lo preguntas?"

"Porque parece que me estás evitando".

"¿Qué? ¿Evitándote? ¿Yo? ¡Qué va!"

"Entonces... ¿no te pasa nada conmigo?"

"No, para nada".

"¡Menos mal! Llegué a pensar que te habías enfadado conmigo, y quizás hubiera hecho algo que te molestara aquel día".

"No, Jacqueline, tú no tienes la culpa de nada, y no estoy enfadado contigo".

"En ese caso genial. Porque tenía que decirte algo importante".

"Yo... también".

"Aquel viernes, cuando salimos juntos al cine, ¿sentiste algo?"

Esa pregunta cogió por sorpresa a Jace. ¿Le decía la verdad? ¿Le decía que no sintió nada? Y es que así era, él quería a otra persona, una persona que él no sabía si esta lo correspondería o no. Pero no quería admitirlo, no de momento. Tal vez fuera mejor esperar de momento, esperar a que la verdad saliera a la luz tarde o temprano, porque, como todos sabemos, no iban a seguir engañándose hasta el fin del mundo.

Volvió a contemplar la pantalla del móvil y vio que Jaqueline seguía esperando una respuesta.
Se dio cuenta de que ya estaba metido en demasiados líos como para soportar alguno más. Y no quería más secretos, más mentiras... Ya estaba harto, harto de todo.

"Lo siento Jacqueline, pero la verdad es que no. Es decir, no es que no me gustes, eres guapa, lista, amable... Pero aquella noche, solo te vi como una amiga, y no quería decírtelo por si no sentías lo mismo".

"Me alegro mucho de que me lo hayas contado. Pienso lo mismo. No sé, era como si no hubiera... chispa. Lo siento, Jace. Pero yo tampoco soy capaz de verte como algo más que un amigo. Por eso intenté besarte, para comprobar lo que sentía. Y ahora lo sé".

"Yo también me alegro de que estemos de acuerdo".

"Entonces, ¿qué me dices? ¿Amigos?"

"Amigos".

"Vale. Ahora, ya que esto está aclarado, déjame decirte una última cosa: Eres idiota".

"¿Qué?"

"¡No te hagas el tonto conmigo, Wilson! ¿Quieres explicarme cuando vas a decirle de una vez por todas a tu amiguita de laboratorio que te gusta?"

"Jacqueline, me parece que te estás confundiendo".

"¡Ah, no! ¡A mí no me engañas, señorito! ¡Se ve clarísimo que te gusta! ¡Hasta un tonto se daría cuenta!"

"Jacqueline".

"Lo único que no logro comprender es por qué aceptaste salir conmigo cuando en realidad te gustaba ella. Deberías pedirle una cita, Jace".

"¡Jacqueline!"

"¿Qué?"

"Ella no me gusta".

"..."

"¿Jacqueline?"

"Jacqueline, ¿estás bien?"

"JAJAJAJAJAJAJAJAJA".

"¿Se puede saber que te ocurre ahora?"

"¡Ese es el mejor chiste que he oído en toda mi vida!"

"Jacqueline, no es ningún chiste. Reynolds no me gusta".

Jace se quedó esperando otro mensaje, pero Jacqueline se había desconectado. ¿En serio le pareció un chiste? A él no le gustaba esa chica de laboratorio. ¿Por qué Jacqueline lo pensaba? Y si... ¿no era la única? ¿Había otras personas que pensaban igual que ella? ¿Pensaban que a Jace Wilson le gustaba aquella chica?

Nunca se lo había planteado, sinceramente. Nunca había visto a su compañera como algo más, pero, ¿quién sabe? Tal vez, si le diera una oportunidad, pudieran llegar a ser más que amigos. Tal vez podría invitarla a salir algún día, como amigos, claro. Solo como amigos. Pero, ¿y si ella le rechaza? En ese caso no haría más que empeorar las cosas. ¡Podrían perder su amistad para siempre! Y entonces nada volvería a ser igual. No volverían a ser amigos, no hablarían, no se saludarían en los pasillos, no se mirarían, y volverían a ser lo que fueron en un principio: Desconocidos. Como el primer día que se cruzaron por los pasillos...

Jace, tranquilo. Te estás montando una paranoia.

Sacudió la cabeza. No debería de ser tan negativo. Sí, había una posibilidad entre cien de que eso pasara, para qué negarlo. Aquella chica podría rechazar a Jace Wilson, cosa que nunca le había ocurrido en su vida, y tampoco quiere que eso pase. Tal vez, si le pedía salir, todo cambiaría entre ellos...

Pero... ¿y si no?

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Espero que os haya gustado :).
Feliz año nuevo queridos lectores ❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤.

El rubio de InternetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora