13. Reencuentro [Día 7]

788 124 62
                                    

Salimos del aeropuerto. El viaje había resultado espléndido y sin problemas. Lo único malo fue que, al regresar, los dos tuvimos que tomar caminos separados. Hobi debía regresar inmediatamente a la compañía y yo a casa a prepararme para comenzar las clases nuevamente. Con todo lo que pasó allí, no tuve oportunidad de comprar ni siquiera una mochila. Pero como siempre, Hobi me dijo que no me preocupe por ello, que él mandaría todo a casa al final del día cuando esté libre.

Algo nervioso, bajé del taxi que me dejó frente a la puerta de casa. Golpeé un par de veces, y la que abrió fue mi madre.

-¿Si? -Preguntó poniéndose sus anteojos, hasta que pudo distinguir mi rostro- ¿¡Bebé!?

-Hola, mamá -Fue lo único que alcancé a decir antes de ser brutalmente aplastado por su abrazo.

Luego de unos minutos, papá y SooYun se sumaron al abrazo también. Los tres sonreían, a la vez que me obligaban a sentarme y a contarme cómo la había pasado en la semana. Obviando el hecho de que besé a mi jefe, dormimos en la misma cama y que sentimos una fuerte atracción uno con el otro, les dije que fue una linda experiencia y pude aprender más de la cultura americana. Todos se quedaron escuchando atentamente, hasta que llegó el momento de los recuerdos.

A papá, como no le gustan tanto los regalos, le di algo sencillo y que sabía que quería. Una caja repleta de semillas de distintas flores de Estados Unidos que venían con su descripción y para qué servía cada una. Además, un par de revistas de decoración de exteriores con hermosos paisajes, que sabía que le gustaría. Para mi sorpresa, mostró una gran sonrisa cuadrada, agarrando sus cosas y alejándose de nosotros para revisar con detalle cada una. Luego siguió mi hermana. A ella, como está bastante metida en una banda de chicos, le regalé los cd's que pude encontrar de ellos.

-¡Mis bebés! ¡Las chicas no creerán que tengo los discos de Vtz! -Con un beso en la mejilla, salió corriendo hacia su habitación, dejándonos a mamá y a mí solos.

Para ser honesto, estaba más emocionado por su obsequio. Saqué de la valija una gran caja, bastante pesada, y la coloqué encima de la mesa del comedor. Hice que la abra, y cuando lo hizo, se tapó la boca con ambas manos y empezó a llorar. Ella venía pintando sus cuadros con los pinceles que SooYun y yo usábamos años atrás en la escuela, y jamás quiso gastar en material para darnos todo a nosotros. Por eso, a la hora de elegir, Jin me ayudó a escoger una hermosa caja de materiales tallada a mano, con más de 1000 piezas. Pinceles, acuarelas, lápices, acrílicos, óleos, papeles y demás cosas que, si bien no sabía para que servían, se veían de excelente calidad. Y lo eran, ya que costó más de 1000 dólares.

-Mamá, siempre apoyaste mis sueños; ahora que tengo la posibilidad de trabajar, quiero apoyar los tuyos.

-Mi cielo...-Se acercó con lágrimas en los ojos, mientras que me abrazaba y susurraba- Tu eres mi mejor sueño. Mírate, estoy tan orgullosa de ti.

Las lágrimas bajaban por mis mejillas, a la vez que trataba de sonreír para que no sigamos lloriqueando. Realmente amo a mi mamá.

[...]

Después del gran banquete de recibimiento, cada uno se puso a realizar una actividad distinta. Por mi parte, me ofrecí a lavar los platos, a la vez que el timbre sonaba y SooYun se encargó de ver quién era. De inmediato regreso completamente sonrojada, avisándome que Jimin y Jungkook estaban en la puerta.

-Oye, ¿Soy yo o estás más bronceado? -Dijo Jimin a la vez que giraba a mi alrededor examinándome de pies a cabeza.

-Y más gordo también.

Una semana [VHope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora