Las luces de la ciudad eran cosas del pasado. Lo único a la vista eran árboles y árboles que se extendían por quién sabe cuántos kilómetros. Reconocía esta zona, era la parte rural. Las pocas veces que pasé por aquí, fue para ir a un viaje escolar a una ciudad vecina, pero jamás me tomé el tiempo de apreciar el paisaje. Unos pequeños copos de nueve comenzaban a caer del cielo, haciéndome caer en la realidad de que adentro del auto hacía mucho frío.
-¿Puedes prender la calefacción? -Tenía ambas manos escondidas entre mis piernas, para conservar algo de calor.
-Oh, lo siento. Debes tener frío -Con una leve sonrisa, la encendió- Ya estamos cerca, unos cuantos minutos más y llegaremos.
Asentí y la conversación terminó ahí. No me atrevía a preguntar más, ni siquiera insistí sobre a dónde iríamos. Sabía que era algo importante, pero me tranquilizaba el hecho de que al menos Hobi lucía más relajado que antes.
Unos 15 minutos pasaron y él estacionó el auto en lo que parecía ser una casa de campo. Una casa de campo muy moderna y elegante a comparación de las que vi kilómetros atrás. Era enorme, la fachada cubierta de ladrillos que le daban un aire imponente, pero a la vez rústico y hogareño. Pero el trofeo se lo llevaba sin duda el cielo. Hobi señaló hacia arriba, mostrándome las cientos de estrellas que se veían con nitidez. Sin las luces de los edificios o de los faroles de las calles, el espectáculo nocturno nos dejó a ambos unos largos minutos contemplándolo. Aunque luego el cuello me dolió bastante.
-Es mi lugar favorito para pasar un rato -Hobi decidió romper el silencio- Vengo aquí cuando tengo tiempo y quiero alejarme de la rutina.
-¿Cómo no volverse antisocial con algo como esto? ¿Hay señal?
-Wifi, televisión, teléfono, y comida. Hay una pequeña bodega de vino, un jacuzzi, y camas de agua. Digamos que es mi pequeño escondite secreto.
-¿¡Pequeño!? ¿Qué esperamos para entrar entonces? -Lo tomé de la mano y lo arrastré al interior de la casa.
Como era de esperarse, el interior era igual o incluso más alucinante que el exterior. Recorrimos cada lugar, él guiándome sobre la historia de la construcción, y yo como idiota asintiendo embobado con todo. Al final subimos a la terraza con unos bocadillos y algo de café caliente, y observamos el paisaje desde las alturas.
-Esto es increíble, de verdad Hobi...Pero no me olvido que querías hablarme sobre algo.
-Oh, eso...-Inmediatamente, cambió la postura, adoptando una totalmente seria- Es algo muy importante. Me gustaría que me escuches y me des tu opinión al respecto.
-Claro -Mantuve la taza para calentar mis manos, y de paso para calmar la extraña sensación que crecía dentro de mí. ¿Por qué estaba asustado? No tiene que ser nada malo lo que me diga, ¿Verdad?
-Me gustas, Tae. No sé si es un capricho o qué, pero realmente me pasan cosas fuertes contigo. Yo...Es la primera vez que siento algo así por un hombre, ¿Sabes? -Rió un poco, acercando su silla y tomándome de la mano- Aún no sé cómo manejarlo. Es distinto a todo lo que he vivido. En el fondo no estoy acostumbrado y hay una pequeña parte de mí que piensa que está mal. No por mí, sino por cómo me vean los demás.
-¿Te preocupa lo que piensen los demás? Lo entiendo. No le he dicho nada a mi mamá o a mi papá. No tengo idea de cómo reaccionarían, más ella que siempre me dijo que quería un nieto de mi parte...Aunque por otro lado, tengo a Jimin y a Jungkook, y por lo que veo, tanto Jin como Yoongi y Namjoon parece que te apoyan mucho.
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Una semana [VHope]
FanfictionKim Taehyung, un joven de 17 años, se encuentra desesperado. Cursa su último año de secundaria y todos los planes para su futuro se ven comprometidos debido a la falta de estabilidad económica de su familia. Pero hay una esperanza. Uno de sus amigos...