~Capítulo 3~

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Clara

Los siguientes días de clases han sido normales, eso creó, no he podido concentrarme y ni siquiera sé la razón.

Cuando voy a casa y estoy caminando tranquila por el bosque escucho un sonido, volteo a donde esta el sonido y es un chico.

Antes de poder esconderme él gira su vista hacía mi, ¡No! Es el policía de la otra vez, por qué... ¿Por qué?

Nisiquiera puedo moverme, él se acerca a mi y cuando esta a una distancia con la que puede tomar mi mano o simplemente tener un tacto conmigo; retrocedo hasta caer, esto NO puede estar pasandome a mi.

Yo no soy así, no soy débil, no soy torpe, ¿qué pasa?

- Ey, ¿estás bien?

¿Porqué me arden las mejillas?

- ¿Tu eres Clara? -me sorprendo y lo veo confundida

De nuevo, nuestras miradas.

- Te vi hace una semana, ¿verdad?

- No, no.

- Lo siento, fui muy rápido. Me llamo Zet, es un gusto conocerte, Clara.

No sonrías, no sonrías y lo acaba de hacer.

- ¿Cómo sabes mi nombre? -tragó saliva nerviosa y su sonrisa desaparece.

- ¿De verdad eres tu? -me dice con mucha emoción y se acerca tanto a mi que por poco y rozamos nuestros labios, yo giro mi cabeza y él se aleja un poco.

- Lo siento es solo que, te busque durante durante mucho tiempo.

- ¿Eh? -digo aun más confundida

Es oficial este hombre no puede confundirme más.

- Hace nueve años, el veintiuno de mayo -sabe mi cumpleaños, empiezo a retroceder aún en el suelo, ¿por qué no solo lo golpeo?-. Fuiste a la cuidad junto con otro niño y cuando digo que fuiste a la cuidad me refiero a que no vives hay. ¿Vives en el bosque verdad? -él empieza a sonreír, sabe que tiene razón-. Creo que esto te pertenece -saca de su bolsillo del pantalón un colgante.

En el hay un dije de oro con un corazón y en este esta escrito mi nombre, si, es mio, lo perdí cuando cumplí siete años, Finnick y yo pedimos de cumpleaños ir a la cuidad solos. Nos dejaron ir mientras llegáramos a las cinco de la tarde a casa, aunque se que no estuvimos solos; Zalgo y mi abuelo nos seguían desde atrás, sentía sus sombras.

- Tú eres el chico que estaban golpeando en un parque, el parque que tiene una estatua de ave azul -digo intentando recordar a los niños que pude haber visto ese día.

- Si, si ese soy yo. Tú me defendiste ese día -toma mi mano-. Si no hubiera sido por ti tal vez las cosas hubieran sido diferentes -pone el colgante sobre mi mano y la cierra despacio, con mucho apreció-. Desde ese día quise ser como tú, fuerte y valiente, para defender a gente como tu me defendiste a mi... nunca pude agradecerte y cuando intente seguirte te perdí al verte entrar en el bosque.

Sonrió al escuchar lo que ha dicho, me ha hecho pasar de confusión a alegría, ningún chico con los que antes estuve me hacía sentir así, ni siquiera en los pocos tres besos que he dado en mi vida me he sentido de esta forma tan emocionante.

- ¿De verdad eres tú? -lo veo a los ojos y entiendo porque me siento tan congelada, conocía esos ojos pero ahora en cierta forma son diferentes, la primera y última vez que nos vimos sus ojos mostraban tristeza, miedo y ahora es como si fuera otra persona.

Cuando lo vi tenía su labio inferior roto y su mandíbula temblaba, ahora no deja de sonreír.

- Bueno me veo muy diferente, los años golpean, se sienten los diesinueve -ríe-. Pero si.

- ¿Qué? ¡Eres un cuatro años mayor que yo! 

¿Defendí a alguien mayor que yo? Soy tremenda, Clara concentrate.

- ¿En serio? La vida es muy curiosa,  alguien menor que yo me mostró un lado del mundo que temía, te debo todo a ti.

- Yo no hice nada.

- Para mi eso lo fue todo y tal vez no tenga derecho de llamarte así pero te considero mi amiga, mi primera y verdadera amiga.

- ¿Siempre eres así de cursi? -se ríe.

Mis mejillas queman.

- Solo quería serte honesto, pensé toda la vida en que te diría si te conociera, bueno conocerte no, verte, aúnque yo si quisiera conocerte mejor -oh no, eso no pasará, es policía, soy hija de dos asesinos, mi familia consta de demonios o crepypastas los, no necesita saber de mi, no necesita conocerme.

- Oh, vaya que interesante. Pero con el dolor de mi alma lamento negarme a conocer a tan agradable persona -me levanto e intento huir cuando tengo un poco de control sobre mi.

Cuando no me afecta su mirada, ni su bella sonrisa. ¡Ay Clara no empieces! 

- Espera -me agarra la mano-. Esta bien, mira te daré mi número de telefono, si cambias de opinión podemos hablar por mensajes, ¿sí? -suspiro rendida y agarro el número.

- Esto no es afirmar nada y no pienso prometerte hablar contigo, pero me consideras tu amiga y puedes seguir creyéndolo; eres libre de ello.

- Esta bien, espero verte pronto -se despide de mi, me duele.

Su mano se separa de la mía tan despacio que parece que el mundo se esta deteniendo y yo me fuerzo para no intentar agarrarlo.

Cuando su mano esta libre hace una leve reverencia y antes de irse hace un gesto como si se pusiera un sombrero y eso es todo, se aleja, lo pierdo de vista y ahora... quiero ir tras él, ¿por que? 

Están volviendo las dudas, vuelven a atacarme las preguntas.

Complete Chaos [II Temporada Jeff & Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora