Capítulo Once

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Mañana empiezan clases.

Fui al doctor para que me hagan la revisión semanal y me dijeron que podía ir a clases. ¡Injusto!

Mi humor se fue al suelo con solo pensar eso. Lo bueno es que estaré demasiado ocupada como para pensar en las palabras de Elliot.

¿Cómo no pude darme cuenta que Elliot estaba enamorado de mí? ¿Por qué no vi la señal? Siempre tuve ese pensamiento de que él solo quería meterse en mis bragas y luego huir. Nunca pensé que él de verdad tenía sentimientos hacia mí.

Si las cosas serían como antes y Elliot seguiría siendo mi amigo y si un hubiera conocido a Patch, hubiera podido darle una oportunidad. Pero al Elliot de ahora, nada que ver.

Es triste ver a lo que era tu amigo convertiste en alguien vengativo y sediento de poder, a alguien que solo quiere ver sufrir a los demás, si eso lo benéfica.

Es un egoísta. Está haciendo todo esto por egoísmo y por inmadurez. ¿Por qué no solo olvido y ya? La vida no siempre se trata de solo dinero y creo que Elliot no entiende eso. El dinero no lo es todo.

Escucho un motor rugir y me doy cuenta que se trata de Patch. Me adelanto abriendo la puerta pata poder recibirlo. Recién se está bajando de la moto y dejando el casco en él, despeina su cabello y yo me muerdo el labio para no dejar escapar cosas delirantes. Camina hacia mí con aire de relajado y cuando su mirada encuentra la mía, sonríe.

— ¿Esperándome? —alza una ceja, ruedo los ojos.

—Que va, solo vine a ver el hermoso cielo—él se ríe y entramos a la casa.

Suspiro frustrada y me sirvo un vaso de agua, me la tomo bajo la mirada intensa de Patch.

— ¿Cómo ha estado tu día?

Dejo el vaso en la mesa y bufo.

—El doctor me dio pase libre para ir a la escuela—Patch se ríe, mientras mueve su cabeza.

—Es tu último año.

—Lo sé, pero debo aguantar a las personas y a los profesores. Tendré deberes y no tendré tiempo para investigar a Elliot.

—Tienes suerte de tenerme.

Ruedo los ojos y vuelvo a tomar agua.

>>Enserio. Mientras tú haces tus trabajos de escuela, yo podré, investigar con más facilidad a Elliot, no tendrás porque preocuparte.

— ¡No es justo!

— ¿Quién dijo que la vida es justa?

—No te pondrás en modo "filosófico" porque me desespera.

Patch ríe y debo admitir que tiene una linda risa, y eso hace que me ría con él.

—Pero debes prometerme que me tendrás al tanto, quiero saber cada detalle de lo que vayas encontrando.

—Ya me estaba preguntando el cuándo dirías eso.

La puerta se abre, haciendo que Mamá y un señor que me parece vagamente familiar aparezcan. Abro al boca, cuando se de quien se trata.

Dante, él es Dante y esta viejo.

Vaya estoy impresionada, creí que sería más joven, con razón mamá no estaba tan avergonzada cuando me hablo de él, pero no me dijo que ya no esta joven.

— ¡Nora!... ¡Que agradable sorpresa! —dice Dante, abrazándome. Esto es demasiado incómodo y más con Patch presente.

— ¡Dante! —digo con sorpresa fingida. Él me sonríe, desviando su mirada a Patch.

Dear, Angel [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora