Dear, Angel [BORRADOR]

Capítulo Veinticuatro.

Entonces, nadie hablo, nadie se movió, tal vez porque ni ellos sabían de Patch, tal vez, Elliot era el único que sabía. Él volvió a tocar la puerta.

— ¿Siguen ahí? —dijo con un tono bajo.

— ¿Qué información tienes de él? —pregunte, con un nudo en la garganta.

—Déjame pasar y te digo.

Algo me decía que tenía algo planeado, y que él esté vivo, significa que Patch no logro con su propósito y que Elliot esté aquí y Patch no, todo parece encajar.

Regresé a ver a Hank, quien me veía preocupado, él sabía algo que yo no.

—Déjalo pasar—susurre indefensa. Hank, le hizo señas a Harrison, mientras este se ponía delante de mí, tratando de protegerme.

Cuando Hank abrió la puerta, estaba ahí, Elliot con moretones y raspones, con la ropa rota y una expresión de cansancio.

—Hola chicos, tanto tiempo sin verlos—sonrió como todo un psicópata.

—Ve al punto—dije.

—Patch está en un hospital en Nashville—me mira—está en coma—dice para luego caerse, y golpearse contra el suelo.

Y entonces, sentí que deje de respirar, mis pensamientos solo se concentraban en que estaba en Nashville a 3 horas de aquí en avión, solo en un hospital, en coma.

— ¿Nora? Estas pálida.

Puse mi mirada en Elliot, sintiendo un enojo que no había sentido nunca, adrenalina subía por todo mi cuerpo y sentía las ganas de gritar.

— ¡¿Qué le hiciste pedazo de basura?! —sentí las ganas de golpearlo, pero Harrison quien estaba adelante mío, no me dejo acercarme— ¡Suéltame!, ¡Suéltame ahora! —no media lo que hacía, mi cerebro no me controlaba, estaba fuera de mí.

Logre escapar de los brazos de Harrison con una fuerza que no era digna de mí y me acerque a Elliot, no sé como pero lo alce, haciendo que me vea a los ojos.

—N-Nora. Y-yo—era la primera vez que lo veía así de indefenso—Él me ataco, solo me estaba defendiendo.

No le creí.

—Esas no suenan como tus palabras Elliot—dije y le di un rodillazo en el estómago. Cayo de nuevo al suelo, lo volví a alzar —Ahora, dime, que hiciste—dije con los dientes apretados—Y más te vale que no me mientas, porque no estoy de humor—el sonrió, y cogió mis muñecas, que estaban hecha puño en la camiseta de él. Las empezó a alejar y con una fuerza sobrenatural, me zafe y le di un puñetazo en la boca, en segundos empezó a sangrar.

—Bueno. Pero suéltame—dice, tragando sangre.

—Siempre con condiciones ¿verdad? —lo empuje y cayo de trasero al suelo.

En ese momento Hank, saco su teléfono y empezó a hablar con alguien, mientras se acercaba a Scott y Vee, quien la última me veía apenada y con los ojos lagrimosos.

— ¿Y? —Regrese a ver a Elliot.

—Empezamos a discutir...

>> Patch había encontrado el lugar donde yo me escondía, sabía que estaba ahí. Había entrado sigilosamente por la puerta trasera, donde yo trabajaba, él tenía una pistola. Apareció detrás de mi e intento golpearme con la parte de atrás de la pistola, lo esquive unos cuantos golpes, pero unos si me dieron. La pistola salió volando y fue a parar a unos centímetros de la puerta donde anteriormente él entro. Tratamos de luchar entre ellos queriendo llegar al arma. Así que lo distraje.