Capítulo Cinco

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Esa era una segunda advertencia. El miedo me consumía. Aterrada, rompo la nota haciendo pedazos y boto en el basurero de mi lado. El corazón me late demasiado fuerte que creo que en algún momento se me va a salir del pecho.

Analizó la situación. ¿Tengo enemigos? Si los tengo pero no creo que sean capases de amenazarme con cartas de muerte. Los conozco, puede que me odien pero no llegan al punto de querer matarme. Luego recuerdo la conversación que Elliot y Jules tuvieron... ¿serán ellos?, ¿será Elliot? La simple idea hace que me dé un escalofrió en mi espalda.

Luego está Patch, que literalmente huyó cuando le conté sobre la nota. ¿Él tendrá algo que ver en esto? No quiero creer que sí, ¿Por qué se fue así? Ni siquiera me dijo a donde iba... bueno sé que tiene derecho a no decirme a donde va, porque no somos nada, solo... amigos.

Sinceramente, estoy empezando a desesperarme. Todo esto paso desde que conozco a Patch, nunca en mi vida me habían amenazado con una nota. No hice nada, ni mamá, entonces ¿Por qué a mí? Eso me lo pregunto todo el tiempo. Es estresante y más cuando no sabes quién es la persona que te manda estas notas.

...

Lo primero que veo cuando entro a la cafetería son nuevas mesas y nuevos uniformes. Confundida, voy donde están todos los empleados, encuentro a Vee con la mirada y ella me hace señas para que venga.

— ¡Ven!, estaba por decirles algo—me dice. Me siento con los demás—Sé que notaron cambios. Pero ahora que soy la jefa, he decidido hacer algunas remodelaciones y un cambio de imagen al café y al empleado. Las nuevas mesas, las sillas y las paredes son para llamar la atención del lugar, y como todo está de color blanco y negro, decidí también hacer asi los uniformes. Tendrán que aprender a patinar, porque ahora será con patines—la miro con la boca abierta. ¡Yo no sé patinar!, ¡Ni loca me pongo una de esas cosas! —Ahora, sigan con su trabajo. Nora ven te doy tu nuevo uniforme. ¡Te va a quedar divino!

Los chicos salen y empiezan a hacer su trabajo, sin ninguna queja o algo. Estoy sorprendida, sabía que Vee quería ser cambios, pero ¿patines? ¿Es enserio?

La sigo mientras me abro paso entre las cajas que contienen las cosas viejas. Estoy entre confundida y sorprendida.

Cuando llegamos, estamos en su oficina. Un lindo conjunto negro y blanco se encuentra colgado atrás de la puerta con un gancho, ella me da su mirada de "si no te gusta te mato". Recoge el atuendo y me lo entrega. Consiste en una falda tubo blanco, con una camiseta con botones blanca y un bolsillo en la parte delantera al costado derecho. Y unos patines negros.

—Me estas jodiendo, ¿no? —le digo después de un segundo. Ella me mira desconcertada—Tú sabes, más que todos que yo no sé andar en patines.

—Mira, lo sé, pero por favor solo intenta.

No puedo creer esto.

Suspirando me entro al baño pequeño que la oficina tiene, y me empiezo a vestir, una vez puesta el uniforme (que está demasiado apretado) guardo mi ropa en la maleta que traje.

Cuando salgo, Vee está sentada en la silla al otro lado de la mesa, revisando algo en la computadora que tiene al frente, me aclaro la garganta para que note que ya salí. Ella levanta la vista de su computadora y me sonríe.

—Te ves hermosa, ese conjunto se apega a tu cuerpo y enseña tus curvas. Deberías agradecerme.

Y no me deja respirar, me siento ansiosa, no me quiero probar los patines, no me quiero caer.

<<Solo porque nunca has patinado, te dejare no usar esos patinas hasta que aprendas. No queremos que te caigas.

Suelto la poca respiración que este atuendo me deja.

Salimos de su oficina para que ella me de unas mini instrucciones, para luego yo seguir con mi trabajo. Me hago cola alta como siempre y voy a las personas que no han pedido aun.

Tengo esa pequeña esperanza de que Patch aparezca y me de las explicaciones que quiero saber. Pero al pasar los minutos, con la gente yéndose y entrando, esa pequeña esperanza se desvanece.

Cuando el reloj marca las cinco de la tarde, puedo notar que pocas personas están aquí. Algunas tomando el café dela tarde u otras solo conversando.

Me limito a limpiar las mesas. Cuando la campana suena, haciéndonos saber que un nuevo cliente vino. Alzo la cabeza para saber quién es, y mi respiración se detuvo, bueno eso siempre pasa cuando Patch está cerca de mí y lo he notado. Estoy trabajando en ello, aunque no me está yendo bien.

Me acerco al mostrador con ansias para decirle a alguien más que lo vaya a atender, pero cuando llego, veo que Patch me sigue con la mirada y sé que ya no podre evitarme.

—Hola Nora—saluda. Estoy entre ignorarlo, ir directo al grano, no decirle "hola" de regreso o solo pedir su orden. Decido ir directo al grano.

— ¿Por qué te fuiste tan apresurado esa noche, cuando te conté sobre la nota? —Okay, creo que estoy un poco desesperada.

—Nora...—dice en un susurro—Hay cosas que no puedo decirte—siento el enojo fluir, quiero golpearlo, quiero besarlo y... espera ¿Qué? ¿Besarlo? Nunca, jamás, jamás de los jamases.

— ¿No puedes o no quieres? —le respondo—¿Acaso, tú conoces a la persona que me está dejando estas amenazadoras notas?, porque si no lo has notado, estoy empezando a desesperarme por no saber quién es.

—No puedo decirte nada—sus ojos negros intensos me miran. Estoy enojada con él.

—Okay. ¿Qué quieres pedir? —saco mi esfero de mi bolsillo y la libretita y espero a que me diga lo que quiere.

—Nora... por favor—dice. Lo miro a los ojos y trato de ser indiferente.

— ¿Vas o no vas a pedir algo? —Lo siento Patch, si tú no me dices, seré así siempre contigo. Tu elección.

Patch, suspira pesadamente, mientras se sienta en un taburete y se pasa las manos por el rostro, hasta al cabello, haciendo que se despeine. ¿Cómo sería pasar las manos por ese sedoso cabello...? Sacudo la cabeza, sacando ese pensamiento de mi mente.

—Jules y Elliot son parte de un grupo, ellos al parecer son los que te mandan las notas. No solo es una persona, es un grupo entero—dejo de mirar la libreta para encontrarme con los ojos cansados de Patch.

— ¿Sabes quién más? —le pregunto. Pero él niega la cabeza.

—Ellos van a seguir mandándote esas notas. No puedes decir a nadie porque nadie te creerá, es su palabra contra la tuya. Elliot y Jules se encargaran de que no tengas evidencia.

—Pero, ¿Por qué lo hacen? —cuestiono, dejando caer la libreta y el esfero en la mesa. Patch examina el lugar.

—Tú Padre. Él antes de morir tenía muchas deudas con muchas personas. Una de ellas Elliot y Jules.

—Pero Elliot era mi mejor amigo—le respondo.

—Era para acercarse más a tu padre. Quería matarlo porque no lo pagaba, hasta que una noche, lo hizo, lo mato, pero no estuvo él solo. He intentado investigar más a fondo todo esto. No sé quién más estuvo cuando mataron a tu padre, solo sé que Elliot y Jules y un grupo de personas, son los que te mandan las notas—concluye.

Ahora estoy más enojada que antes, pero esta vez con Elliot. ¡Maldito imbécil!

—Gracias, no diré nada de todos modos—le hago saber.

—Es por tu bien, Nora—dice—Tienes que tener cuidado, no solo son notas, son amenazas que desean cumplirlas.


¡Subí un domingo!

Espero que les haya gustado.

¿sera que Patch le está contando toda la verdad?

Voten y comenten.

Besos

A.M

Dear, Angel [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora