La música de la cafetería es lenta y suave, las personas conversan animadamente, y algunas se levantan para bailar la melodía. Amo este trabajo, me encanta ver la felicidad que tienen las personas, me gusta que este lugar le trasmita felicidad.
Mi compañera de clase y trabajo Vee, recibe a un cliente. Su sonrisa hace que los demás también quieran sonreír. Yo detrás del mostrador, preparo café, mientras me muevo al son de la música. Recojo el café de la máquina y me voy a dejarlo sobre un cliente que lo quería, de paso sonrió a la banda y alzo el pulgar para transmitirles lo bueno que están tocando. Ellos asienten hacia mí, complacida regreso a mi puesto.
La puerta se abre, haciendo que la campanita de arriba suene. Levanto la vista del café y miro a la persona que vino.
— ¡Nora!, recibe al nuevo cliente—grita mi jefe desde la cocina. Suspirando, me seco las manos con el trapo y salgo del mostrador.
Es un chico con una gorra de béisbol, una chaqueta negra y jeans rotos y una mirada intimidadora, que me puso los pelos de punta. Me aclare la garganta y cohibida por su mirada susurre:
— ¿Deseas algo? —Él chico miro por encima de mi hombro, por unos largos segundos, antes de volver a mirarme.
—Café—su voz era ronca y gruesa. Más intimidante que sus ojos. Trago saliva.
— ¿Nada más? —pregunte. Sentía mi rostro totalmente rojo, y mis manos iban a dejar de funcionar. Tenía un poco de ¿miedo? Era muy intimidante.
—Solo café, por favor—miro, mis ojos por largos segundos. Me sentí atrapada, hipnotizada. Cerré los ojos y moví mi cabeza para espantar esa mirada. Luego asentí.
Regrese a mi puesto, sintiendo su mirada en mi nuca. Vee al verme, arrugo el entrecejo y puso sus manos en sus caderas.
— ¿Por qué estás tan pálida? —me pregunto. Mire a Vee y negué con la cabeza. Luego fui a la máquina para hacer café he hice el del chico, Vee me siguió— ¿Nora?
—Seguramente es porque no comí nada antes de venir—me excuse. Agarre el café de la máquina, y le di una mirada a Vee, de que debo entregar el café. Ella suspiro y rodo sus ojos.
Suspire y con una sonrisa me dirigí a su mesa. En cuanto el chico vio que venía su cabeza se levanta de lo que estaba haciendo. Dejo el café en la mesa.
—Su café—dije. Él chico tomo su café y yo ya iba a irme pero su voz áspera hizo que pare.
—Gracias... ¿Cuál era tu nombre? —me di la vuelta.
—Soy Nora—le sonreí.
—Patch—su voz bajo a un susurro, que hizo que se haga más ronca. Suspire. Lamí mis labios por nervios y asentí.
—Disfruta el café.
No espere respuesta y camine a mi puesto. Puse mi mano en mi corazón queriendo bajar los latidos, por escuchar su voz. Reí de mis propias reacciones hormonales y volví al trabajo.
...
Termine de ponerme mi saco de lana color rojo. Desasí la cola que tenía en el cabello y apague la luz de la cocina. Vee llego hacia mí, mientras se quitaba el delantal y lo colgaba donde siempre colgamos los delantales. Despeino su cabello y me miro.
—Creo que hoy fue el día menos productivo, casi no hubo clientes—Se queja.
—Es época de verano, las personas no van a querer un café en estos días, prefieren irse a una heladería o a otro lugar.
— ¿Crees que afecte a al Café? —niego con la cabeza.
—Es solo por el verano, siempre hay menos clientes en esta época—pongo el cartel de "cerrado" y abro la puerta. Vee sale de ahí, y yo me encargo de que este puesto seguro y lo cierro. Caminamos hacia mi auto y nos metemos. Enciendo el auto y enseguida estamos andando.
Suspiro pensando en ese misterioso chico llamado Patch, que hace que sea más misterioso. Luego me desilusiono cuando caigo en cuenta que tal vez no lo vuelva a ver o que tiene novia. No creo que hombres como él tengan novias, pero la vida y él están llenas de misterio.
Estamos en vacaciones antes de regresar a clases. Ultimo año, eso es algo que me tiene muy pendiente. Es mi último año recorriendo los pasillos del colegio.
Trabajo en esta cafetería que fue mi segunda casa desde que mi Mamá y mi Papá se divorciaron. Aquí he conocido a grandes personas, y gracias a ellos sigo adelante. Me gusta mi trabajo.
Vee y yo nos conocimos cuando éramos pequeñas, ella quería un lápiz pero yo no se lo di, ella me quito de las manos, la acuse con la maestra y a las dos nos hablaron, luego no sé cómo llegamos a ser mejor amigas, pero no me arrepiento de conocerla.
Tuve mi primer novio a los 15. Horrible, desde ahí, jure nunca más tenerlo. Si, aún sigo virgen. La única persona que casi intenta tener relaciones conmigo, fue mi (ya no) "mejor amigo" Elliot. Sabía que desde el momento que me hablo, que no solo quería ser su amiga, quería meterse en mis bragas, por suerte tuve la madurez de para decirle que no y desde ahí dejo de hablarme.
Visualizo la casa de Vee a lo lejos y me apresuro a llegar. Una vez ahí, nos despedimos, y me voy.
La trayectoria a casa es un poco larga, ya que como vivo lejos de la ciudad. Es una finca del siglo 19, la comparto con mi madre. Algún fin de semana, voy a la casa de mi padre.
Estaciono el auto y bajo de él, miro las luces prendidas, abro la puerta de la casa y veo a mi madre, en la cocina, preparando unas galletas. Sonrió, amo las galletas.
Salude a mi madre con un abrazo, mientras dejaba mi saco de lana en la silla.
—Hola, Nora ¿todo bien en el trabajo? —pregunta viéndome.
—No hubo tantos clientes pero es normal—le sonreí.
Mamá es una mujer muy hermosa para su edad. Parece joven.
—Oh—dejo el mantel de lado—Tu padre llamó, él quiere verte este fin de semana.
Trague saliva.
—Pero debo prepararme para las clases—me excuse.
—lo sé, pero será por un día, tiene algo que decirte.
— ¿Qué?
—Tiene que decírtelo él, no quiero involucrarme—dijo con los ojos apagados.
Para que Mamá se ponga así es porque algo muy malo va a decirme. Ya mis pensamientos me llevan la delantera.
Bese su mejilla y fui a mi habitación. Me acosté en la cama y recogí mi teléfono. Llamé a Vee.
— ¿Qué querrá decirte? —me alce de hombros.
—No sé, pero ya me estoy imaginándome cosas—escuché un sonido en mi ventana. Y con el teléfono en la mano, fui a ver—Vee, te llamo después.
Colgué.
Mire a la ventana. No veía nada, ya que era de noche. Mis piernas empezaron a fallar. Otro sonido, pero esta vez venia del armario, asustada regrese a ver al lugar. Mi respiración se entrecorto cuando vi una sombra. Otro golpe, pero esta vez de la ventana. Uno, dos tres. Mi corazón iba rápido. Quise saber quién estaba ahí, pero no me atrevía a hablar. Mire para mis dos lados, y mi celular empezó a sonar. Mire de quien era de un número desconocido, me llene de valor y apreté para contestar.
— ¿Hola? —No escuche nada— ¿Hola? —alce la voz.
—N-nora...—me estremecí—Nora...
Era una voz áspera y miedosa.
— ¿Quién es? —Pregunté asustada—¿Hola? —cerro.
Temblando cerré la llamada y mire a todas partes. Mi respiración se volvió irregular, me senté en la cama y cuando apoye la cabeza en la almohada, un papelito cayó de la nada. Rápidamente lo recogí.
Estas en peligro.
Uhh...
Espero que les haya gustado este capítulo. El proximo Lunes subo el segundo.
Yo digo que él queda como Patch ¿que dicen?
Besos
Voten y comenten
-AM
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Dear, Angel [BORRADOR]
FanfictionPatch Cipriano es el chico perfecto para Nora Grey, en especial cuando ella corre peligro. ♡Patch x Nora AU♡ ♢Personajes pertencen a Becca Fitzpatrick♢ #ConcursoUniverso2019 Portada hecha por @-rarities