Dear, Angel [BORRADOR]

Capítulo Dos

Mis sentidos estaban alertos. Cada vez que alguien daba un paso, mi corazón se aceleraba. Sé que estaba siendo paranoica, pero ¡dios!, alguien me había dicho que estaba en peligro, no iba a quedarme con los brazos cruzados, tenía que averiguar quién me entrego eso y porque rayos me dijo eso.

Mientras desayunaba, sola en mi casa, ya que mi mamá salió, pensaba en las maneras de saber quién pudo ser, pero nadie, excepto de Vee, conocía mi casa, y no creo que Vee, haya puesto eso, ella es muy... tranquila, y además es Vee, la chica que ni siquiera puede coquetear al chico que le gusta, porque le da vergüenza.

Me había olvidado por completo de Elliot, él vino a mi casa una vez, pero no creo que él haya hecho eso. Hace tiempo que no lo veo, no creo que de la nada venga con una carta amenazadora.

Deje la taza de cereal en el lavabo y me dispuse a vestirme con unos jeans azules ajustados, con una camiseta de tiritas y color café, zapatos abiertos azules también y una chaqueta negra.

Me peine, agarrándome una coleta alta y me puse un poco de brillo en los labios.

Tenía que disfrutar mis últimos días de vacaciones, antes de que comienzen las clases.

Mi teléfono empezó a vibrar y rápidamente le saque de mi bolsillo.

"Hank me llamo, nos necesita en la cafetería"

Frunci el ceño, sabiendo que hoy es nuestro día libre.

"¿Te dijo para qué?

Termine de verme en el espejo y salí del baño, otro mensaje me llegó.

"No"

Apague el teléfono y salí de casa. Le puse llave y me dirigí a mi auto, subí en él, y prendí el motor, en cuestión de segundos, sonó y conduje hasta la calle que daba a la cafetería.

Estaba en un semáforo en rojo, cuando un auto paro a lado mío, con la música a todo volumen, gire mi cabeza para saber de quién era el auto. Era un chico, que me resultaba vagamente familiar, tenía esa gorra de béisbol y unas gafas negras.

Tal vez sintió que alguien lo miraba por que giró su cabeza hacía mi dirección, se sacó las gafas y cuando miré sus ojos, mi respiración falló, era Patch, el chico de la cafeterías. Sus ojos negros me miraban con intensidad, sonrió y me guiñó un ojo, en ese momento rodé los ojos y él volvió la vista al frente y se marchó. Giré mi cabeza y vi que el semáforo había cambiado a verde. Pise el acelerador.

Cuando llegué a la cafetería, Vee ya se encontraba ahí, deje las llaves en mi bolsa y me dirigí donde ellos. Todos los empleados estaban sentados en las sillas donde los clientes se sientan. No traía puesto el uniforme, así que supuse que era una reunión.

— Nora Grey, ¿su excusa para llegar tarde es...? — Tragué saliva nunca había llegado tarde a una reunión.

Maldito Patch...no sé qué.

— Lo siento... hubo mucho tráfico — aunque esa era la misma excusa de siempre, eran la única que se me ocurrió en ese instante.

— Que no se vuelva a repetir — dijo Hank, mi jefe, asentí y a paso rápido me senté al lado de Vee.

Él nos miró a cada uno de nosotros, mientras se aclaraba la garganta.

—Esto es algo difícil de decir, espero que respeten mi decisión—Para este punto, mis manos empezaron a sudar y no sabía el por qué. ¿Si quería cerrar la cafetería? No podría, este es un sitio donde aprendí muchas cosas, mi escapatoria cuando no quería ir a casa. No podía cerrar—Ayer, recibí una llamada de mi hermano, diciendo que hay un puesto en su trabajo. Siempre he querido trabajar en una oficina, hoy tengo la entrevista y si me va bien, ya no seré parte del café. Se preguntaran ¿Quién será el nuevo jefe?, pues eso no lo he decidido aún, pero no se precipiten porque aún no he dado la entrevista, tal vez no me dan el trabajo. Pero piensen en mí, saben lo maravilloso que sería trabajar en una oficina, siempre me ha gustado, por eso les reuní hoy, mañana cuando me digan la respuesta, les diré quién será el nuevo jefe—me alegraba por él, yo sé que le va a ir bien, lo que me preocupa es que elija a alguien que no sea muy bueno manejando un café, no es por ser egoísta, pero espero que elija a alguien que pueda tomar decisiones.