8º En la voca del lobo

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-Supongamos que todo esto es una maldita farsa. Porqué se te acerca tanto ese tipo?

Jacob hablaba con  la boca llena y me hacía gracia que una vez los celos que tuve yo sé reflejaran en el.

-Em... Jacob parece que te vas a comer hasta la servilleta y estas echando migas de pan por todas partes!

Grité riendo. Parecía un niño pequeño que acababa de descubrir América en un plato de comida. Si digo la verdad estos días no sabía cómo sentirme es que esto es muy duro y mi corazón está muy inquieto parece ser que mis padres están en peligro y yo aquí riéndome como una tonta esperando llegar a mi destino. En ese momento Jacob dejó de comer y me miró.

-Cuanto tiempo tendríamos que tardar para llegar a Italia a junto nuestros amiguitos?

Me quedé pensando mirando el reloj que se encontraba encima de la puerta junto a una cámara de seguridad y cuando estaba a punto de volver a mirar a Jacob algo me pareció extraño y volví a mirar la cámara sorprendida. Porque tiene un vampiro una cámara de seguridad en el sitio donde solamente se usa para comer? Haber no me pareció extraño que Xavier no estuviera aquí cenando pero que me quisiera tanto como para controlar todo lo que hago me parecía absurdo. Jacob pronto miró hacia donde miraba pero en vez de quedarse mirando como un poseso cambió de conversación.

-Renesmee no vas a comer nada?

Me dijo mirando el plato que tenia encima de la mesa con preocupación en los ojos.

-Pero haber ahora eres mi padre?

Grité intentando parecer enfadada pero por dentro me moría de curiosidad por lo que estaba ocurriendo en aquel jet porque la cuenta de las horas no llegaban no me cuadraban, ya deberíamos de haber llegado a nuestro destino. 

-Pero tu padre no está aquí así que me aras caso a mí!

Me levanté del asiento y me fui a mi cuarto intentando estar tan enfadada como para poder engañar a un vampiro. Cerré la puerta de la habitación y esperé un rato de pronto unos golpecitos y unas palabras salieron de detrás de la puerta.

-Perdona Renesmee creo que me eh pasado un poco

Fui corriendo hacia la puerta y con naturalidad le respondí.

-¿Solo un poco?

 Lo dejé entrar y cerró la puerta empezando rápidamente a buscar cámaras por la habitación.

-No busques aquí no hay ni una. Seguro que pensaba que aquí las descubriríamos rápidamente...

Suspiró y se tiró a la cama bufando.

-Te lo dije pero tú nunca me haces caso.

-Pero lo más extraño es porque la colocó encima de un objeto a lo que es habitual observar.

De pronto sentimos como si el avión dejara de funcionar. Escuche atentamente, parecía como si las ruedas estuvieran chocando contra el suelo y yo sonreí. Unos golpes hicieron que diéramos un salto asustados por la intromisión de aquel momento.

-Señores, ya son libres de irse que disfruten de su estancia en Italia.

 Dijo una voz calmada que salía de detrás de la puerta.

-Vale ya vamos.

Dijimos yo y Jacob a la vez. En ese momento me di cuenta de algo que no creí como importante.

-Jacob, no notaste que en estos días no han subido ni una sola vez las persianas?

Se levantó y abrió la persiana que estaba justo al lado de la cama.

Renesmee (amanecer part.2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora