Capítulo 15: "Sonrisas en mi corazón"

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 Las grabaciones dieron comienzo tomando un curso natural. Después del discurso de Orochimaru, los ensayos y el trabajo en general se llevaban a cabo día y noche; Sasuke estaba realmente ocupado.
Por algún motivo, después de un mes, le estaba costando mucho trabajo interpretar a su personaje. No lograba sentirlo, pensar como él, apreciarlo. Simplemente no sentía nada.
Ciertamente era algo frustrante porque incluso desde que vio el guion, sabía que no tendría problema en actuarlo; eran de esos papeles que le fascinaban, pero conforme el tiempo pasó, notó que era más y más difícil sentirse en ese lugar; y lo peor era que la gente ya comenzaba a darse cuenta.
Tal vez serían los problemas, o la plática que tuvo con Sai de hace apenas unos días; la visita de Naruto o la plática que también tuvo con Itachi. Fuera cual fuera la razón, ni el mismo sabía que era lo que le estaba sucediendo.
Ya era tarde, cerca de las dos de la mañana; las locaciones inicialmente se encontraban en la ciudad, pero después de dos semanas, habían sido movidas a la zona boscosa y montañosa del lugar.
La producción rentó cabañas para todo el elenco, así que Sasuke se encontraba en las escaleras de la suya. No hacía frío, y tenía una maravillosa vista de todo su alrededor. Era una madrugada nublada con algo de neblina; le daba un aspecto misterioso o hasta cierto punto, con suspenso, pero igual era agradable.
Escuchó unos pasos acercándose, cuando volteó supo de quién se trataba.
-¿Tú tampoco puedes dormir? –Le hablaba casi en susurro para no despertar a los demás. La persona en cuestión llevaba puesta una bata de tela ligera color crema, un vaso de té en la mano derecha y unas sandalias negras a juego-
-¿Qué puedo decirte? –Sonreía leve haciéndose a un lado, para permitirle al otro sentarse- llevo algunos días así...
-¿Es por el personaje? –Contestaba de manera suave- ¿por qué no nos compartes lo que te sucede? Como director estoy obligado a saber. Además Jiraiya también está preocupado
-No es para menos, estoy arruinando su película...
-¿Cuándo entenderás que no es por la película? –Fruncía el ceño suspirando levemente- Somos lo más cercano a tu familia Sasuke, te conocemos... y estamos realmente preocupados de que no estés pudiendo actuar... ¿qué es lo que realmente te molesta?
-¿Enserio quieres tener esta plática? –La voz y actitud del chico se notaban de inmediato incómodas-
-Te lo estoy pidiendo como tu director... -se notaba más serio-
-Son muchas cosas Orochimaru...
-Descuida, ni tú ni yo tenemos sueño. Y aún falta bastante para el amanecer. Lo que más tenemos hoy, es tiempo –le palpaba el hombro con la mano izquierda-
-No puedo sentir a mi personaje –susurraba- por más que lo intento... de un momento a otro lo perdí. No puedo entenderlo, ni comprenderlo... como si todo se hubiera nublado y no sé por qué
-¿Desde cuándo te pasa esto? –Lo miraba triste. Se sentía impotente por no poder ayudarlo lo suficiente-
-No estoy muy seguro. Tal vez desde que vi a Naruto...
-¿O desde que discutiste con Sai? –Al escuchar la pregunta, Sasuke se quedó en blanco. La presión arterial se le bajaba por el asombro, incluso los oídos los sentía hervir. Realmente lo tomó por sorpresa-
-Tú...
-Muy probablemente nadie se haya dado cuenta... pero no puedes engañarme...
-¿Desde siempre lo supiste? –Desviaba la mirada- supongo que fui muy obvio
-Lo sé desde algún tiempo –el mayor se pausaba tomando un sorbo de su té ya frío- pero nunca fuiste obvio; simplemente tenía una idea de ustedes dos
-Vaya... -el chico seguía en su estado anímico- de cualquier forma ya acabó
-¿Y te sientes realmente afectado?
-No realmente...bueno... no estoy seguro –se frotaba el rostro-
-¿Qué significa eso? –Lo miraba de nuevo con algo de curiosidad-
-Yo... -suspiraba. Ya estaba dispuesto a hablar- Sai fue el que me buscó y como buen idiota caí. Al principio me hacía sentir mejor, pero ese deseo se fue corrompiendo y cada vez me dejaba un vacío peor. Tenía una necesidad cada vez mayor y me dejaba una tristeza cada vez mayor...
Así que decidí hablar con él... técnicamente no lo tenía que tomar mal; sin embargo... -dejaba la frase al aire, ante lo que Orochimaru asintió. Comprendía a que se refería-
Por lo que estoy algo preocupado; si Sai le dice algo a Naruto...-suspiraba- sé que no tengo por qué quejarme, no tengo por qué hacerlo... pero...
-¿Ya le has dicho algo a Naruto? –Lo miraba serio-
-No realmente... -desviaba la mirada- creo que en parte puedo comprenderlo ahora. No sé cómo decírselo... -sonreía leve- al principio supuse que sería fácil. Simplemente decirlo y ya... hacer que le doliera; regresarle todo con la misma moneda, pero la verdad es que, lo eché a perder más de lo que ya estaba
-Me parece que nadie puede criticar o juzgar lo que haces. Tienes tus razones. Pero si quieres contárselo, seguramente retrocederán todo lo que ya habían avanzado
-Claro que lo sé. Pero, ¿qué más puedo hacer? Creo que ya es hora de darnos ese tiempo que nos debimos dar hace mucho
-Si crees que es lo mejor, adelante. Aunque, si fuera tú, me preocuparía también por Sai. Si realmente está molesto; eso me suena a que te quiere molestar un poco la vida
-De cualquier modo, ya no tengo nada que perder... -los minutos pasaron hasta las ocho y media de la mañana. Sasuke estaba de mal humor y con un dolor de cabeza terrible. Tomó dos tazas de té, se bañó y comió dos bollos rellenos con jamón. Se cambió de ropa, si se le pudiera decir, al catafixiar un pantalón ligero y holgado gris, a uno negro y una playera del mismo color.
Se sentó en la cama viendo su celular, diez segundos después lo tomó, y aunque estaba a punto de buscar en sus contactos el número del rubio, su sorpresa fue que éste le estaba llamando. Con un ligero nerviosismo aceptó la llamada.
-¿Cómo estás? –El chico contestaba a secas. Al otro lado de la línea, el de ojos azules respondía de manera aparentemente tranquila y calmada-
-Bien, Sasuke. Quería saber si estabas bien –dejaba un breve espacio de tiempo. Puede que en verdad fuera una plática casual, pero el moreno lo conocía. Algo más estaba pasando y podía sentirlo. Naruto estaba preocupado-
-Ah, -hablaba un tanto distraído, como tratando de encontrar el problema de raíz- bien, gracias... no esperaba tu llamada
-Bueno, simplemente se me ocurrió –en el fondo parecía como si quisiera decirle algo- no te interrumpo, ¿verdad?
-Para nada –dejaba salir una pequeña sonrisa- ¿seguro que estás bien? –Ante ese el otro dudó un poco-
-Sí Sasuke, estoy bien –trataba de sonar natural a pesar de que todo daba vueltas en su cabeza. Naruto desde siempre había tenido muchas preocupaciones, aunque no lo pareciera. Pero aun así, lo dejaba de lado, porque todo lo que involucrara a Sasuke era mucho más importante, siempre. Aunque a estas alturas ya estaba cansado.
Se encontraba en la oficina, durante la madrugada recibió una llamada de parte del encargado de seguridad, al parecer alguien había entrado, hurtado y dejado un desastre detrás. Naruto se levantó de la cama, eran cerca de las tres. Tardó unos quince minutos en llegar, y cuando lo vio, supuso que se trataba de Gaara, no había más que buscar.
Decidió llamar al capitán Asuma para que se hiciera cargo de la situación. A pesar de qué más miembros de la policía yacían inspeccionando el lugar, prefirió que lo mejor sería que el tomara el hecho en sus manos.
Mientras hacían la revisión de lo que hacía falta; además de papeles importantes con respecto a la economía de la compañía, contratos y tecnicismos; notó algo que sobresaltó su mente.
Asuma llegó veinte minutos después, en cuanto lo vio, el rubio le platicó lo sucedido y todo lo que hacía falta, incluyendo lo que lo traía más preocupado. Con todo ello, el capitán moviéndose rápido con llamadas y mensajes, logró conseguir una orden de aprehensión contra el pelirrojo.
La mañana se hacía presente y la pesadilla aumentaba de tamaño. Cuando se enteró de lo que estaba sucediendo, una ansiedad lo tomó por sorpresa; como un monstruo, quería consumirlo. Buscó su móvil como un loco, y lo primero que hizo fue llamar al número que se sabía al derecho y al revés.
Tenía que escuchar la voz de Sasuke y saber que estaba bien. Como fuera, después debería hablar con Itachi y comentarle lo sucedido; Orochimaru y Jiraiya tendrían que conocer también la situación y tomar las medidas pertinentes para asegurar la integridad de todos, principalmente la del menor. Pero eso ya sería más tarde, ahora mismo, necesitaba oírlo.
Sólo estoy algo desvelado... -dejaba la frase al aire-
-Está bien –sonaba un poco renuente. No se creía nada- ¿puedo preguntarte algo?
-Lo que tú quieras Sasuke –trataba de sonar contento-
-¿Vas a venir, en estos días?
-Bueno... -lo estaba pensando un poco, pero tal vez sería una buena idea- no lo había planeado; ya sabes, no quiero molestarte. Tengo entendido que están grabando las escenas más importantes...
-No serás una molestia... si a eso te refieres –increíblemente la voz del chico lucía suplicante-
-¿En verdad, quieres que vaya? –Ahora sí, sonaba mucho más real; algo que hizo al moreno emocionarse. En verdad parecía Naruto de nuevo-
-Sí... bueno –desviaba la mirada-puede que tú también estés muy ocupado en la oficina... no quiero molestarte tampoco
-Descuida... puedo ir –no lograba evitar emanar una sonrisa, aunque el otro no pudiera verle-
-Está bien... -dejaba unos segundos libres de palabras- ¿Naruto?
-Dime... -se ponía nervioso por alguna extraña razón; aunque en el fondo podía imaginarse muchas cosas que posiblemente serían verdad y que desde hace mucho tiempo esperaba. Aunque eso no evitaba que su cuerpo se tensara-
-¿Qué estarías dispuesto a perdonar? –Su voz se notaba nerviosa, con culpa. En ese momento Naruto lo captó; lo que siempre pensó, se hizo realidad-
-¿A qué viene eso? ¿Pasó algo? –Trataba de parecer tranquilo. Pero la realidad era que la noticia al final lo tomó por sorpresa. Se tuvo que sentar en la silla de su lugar de trabajo y frotándose la cien, lograba comprender un poco más a Sasuke.
Si ahora se sentía espantoso... no podía imaginar lo que debió de sentir el menor... definitivamente era un monstruo... y había creado a otro peor.
El pecho le dolía, su mente se nublaba, un zumbido en la cabeza cruzaba todo su cuerpo. Un malestar tan grande, que sólo quería cerrar los ojos... se sentía tan culpable...no debería de sentirse así. Se miraba así mismo como un hipócrita. El peor de todos...-
-No, es sólo... que quisiera hablar contigo...
-Sasuke, ¿quieres que nos demos un tiempo? –Soltó sin más-
-¿Qué dices? –Pareciera como si le estuviera leyendo el pensamiento. Pero, ¿cómo? ¿Ya se había dado cuenta de la realidad? ¿Estaría sintiendo lo mismo? La confusión embargó su mente. Claro que era lo que quería... un tiempo. Y que Naruto se lo haya dicho, era mejor de lo que pudiera esperar, sin embargo, entonces, ¿por qué esa sensación tan horrible?-
-Desde hace mucho quieres un tiempo. Estoy dispuesto a dártelo
-Yo...
-Iré a verte en esta semana. No podemos hablar esto por teléfono...
-Está bien... -dejaba una tristeza abrumadora, que alcanzaba a Naruto- entonces, iré a grabar...
-¿Sasuke? –Hacía la pregunta con algo de seriedad-
-¿Qué pasa?...
-Cuídate mucho, por favor... -las ganas de llorar lo invadieron. Cuando colgó, una pequeña lágrima recorrió su mejilla. Pero no había tiempo para eso. Inmediatamente llamó a Itachi, el cual le contestó al tercer llamado. Al hablarle de la situación, le aseguró que les comentaría a todos lo pertinente para cuidar a Sasuke, y que no debería de preocuparse.
Por otro lado, hablaron lo referente al suceso extraño que acababa de suscitarse... realmente era obvio; pero, ¿cómo debería de sentirse? Al final se lo merecía... y no era como que pudiera exigirle o reclamarle algo, pero ahora, ¿qué debería hacer? No es que ya no quisiera verlo o dejarlo, mucho menos tomar ese ridículo tiempo, que no es más que el preámbulo a la separación y ruptura total... así que, ¿qué seguía ahora?
Al término de unos quince minutos, ambos colgaron, el día debía seguir. Durante esas semanas, después de una pequeña plática, que los Uchiha se debían, algo había cambiado en Sasuke, aunque nadie sabía si era para bien o para mal.
Ya no lucía tan deprimido, pero era como si una sombra surgiera detrás de él y fuera capaz de destruir todo lo que tocara sólo por diversión. Ahora parecía más bien que detrás de esa mirada de víctima, se escondía algo malvado que nadie había notado antes... como si esa parte del chico hubiera estado dormida, y después de haber escuchado a Itachi, se hubiera despertado. Era muy raro. ¿O tal vez siempre estuvo ahí y nunca lo notaron?
Las grabaciones siguieron y aunque las escenas de Sasuke tardaban cada vez más, porque se sentía menos conectado a su personaje, las cosas iban más o menos... bien.
En un breve descanso, logró acercarse a los directores para hablarles de Gaara
-Adelante Itachi, ¿qué sucede? –Contestó Jiraiya-
-Es acerca de Sasuke... -dejaba unos segundos para saber que palabras utilizar- no se trata de algo directamente relacionado con la película o con alguien del elenco, pero quisiera comentarles esto y tenerlo en cuenta, ya que la seguridad de todos nosotros puede estar en juego...
-¿A qué te refieres? –Ahora Orochimaru tomaba parte en la conversación con una ligera preocupación-
-Bueno, Naruto tenía un empleado en su compañía; su nombre es Gaara, solamente puedo decirles que ese hombre ha tenido problemas realmente serios con Naruto. El problema radica en que sus actos subieron de tono de un tiempo acá. Y lamentablemente le ha hecho pasar por muy malas cosas. Durante este tiempo, Naruto se ha encargado de reunir la evidencia suficiente para poder denunciarlo y que no tuviera oportunidad de defenderse...
-Comprendo... continúa –decía Orochimaru-
-Pero esta mañana recibí una llamada de él –hacía referencia al rubio- me dijo que durante la madrugada alguien se metió a su oficina y se robó cosas...
-¿En dónde entra Sasuke en esto? –Jiraiya interrumpió porque no terminaba de comprender la situación, y vaya que quería hacerlo. Jamás se perdonaría si algo les sucedía-
-Gaara ha amenazado directamente a Sasuke en constantes ocasiones. Hace un mes le mando un video a Naruto, donde le exigía dinero o de lo contrario dañaría a Sasuke
-¿Qué había en el video? –Preguntó Orochimaru-
-Eran imágenes en tiempo real. Estaba siguiendo a mi hermano... fue cuando Naruto se encontraba fuera de la ciudad y Sasuke estaba solo...
-Por Dios... -Jiraiya se frotaba el rostro mientras que su compañero agachaba la mirada suspirando de manera pesada-
-El problema es que Gaara al parecer ha escapado...
-¿Qué quieres decir? –El de pelo negro y tez blanca hablaba-
-Al parecer, fue Gaara quién se metió a la oficina de Naruto. La policía fue con una orden de aprensión por robo y acoso... pero por lo que me dijo por teléfono, el sujeto ha escapado
-Comprendo... -decía Jiraiya-
-Naruto dice que Gaara robó la agenda donde Sasuke le dejó todo el itinerario...
-Supongo que ahí están las direcciones, los hoteles y todos los datos, ¿no es así? –Hablaba Orochimaru, ante lo que el otro asintió-
-Es decir, que, ¿puede venir por Sasuke?
-Puede ser, la policía no está segura, pero Naruto me comentó que lo mejor será tener los ojos bien abiertos; al parecer Gaara se robó el itinerario que mi hermano le dejó
-Me imagino que tiene toda la información con respecto a direcciones, hoteles y demás, ¿cierto?
-Efectivamente. De cualquier forma seguramente lanzarán un boletín por la tarde. Aun así, Naruto está preocupado, sobre todo porque las amenazas que hizo contra Sasuke fueron muy reales
-De acuerdo, ¿qué quieres hacer tú? –Contestaba Jiraiya- ¿quieres que traigamos un poco más de seguridad?
-Creo que no estaría de más. El capitán que está a cargo dijo que cuando entraron a su departamento, encontraron cosas con las que lo pueden tratar como una persona realmente peligrosa
-De acuerdo. Doblaremos la seguridad y les tendremos que decir a todos...
-Sasuke debe de enterarse, ¿no es así? –Itachi preguntaba-
-Bueno... -Orochimaru le dedicaba una mirada seria pero irónica- naturalmente debe de ser así. No lo puedes dejar fuera todo el tiempo. Mucho menos si tal vez su vida corre riesgo... no puedes dejarlo ciego y mandarlo a la guerra.
Entiendo que quieras cuidarlo para redimir lo que has hecho. Pero le harías más daño que bien... además supongo que está al tanto, ¿no?
-Sí... algo así... -desviaba la mirada-
-¿Naruto y tú han estado ocultando esto? –Jiraiya interrumpió un tanto molesto, y al ver su renuencia, supo que tenía razón- por Dios Itachi, ¿desde cuándo?
-Lo único que tengo para excusarme es que apenas me enteré hace unas semanas. Naruto lo ocultó por mucho tiempo, y hasta donde tengo entendido, ya son años de chantajes y manipulaciones con ese hombre
-Vaya...
-¿Por qué no dijeron nada? –Orochimaru hablaba con algo de molestia-
-Lo apoyé con un viejo amigo de la policía y es el que actualmente se está encargando...
-Sasuke debe de saberlo... y se lo tenemos que decir...
-De acuerdo... -suspiró pesadamente.
Mientras, a unos doscientos metros de cualquier ser viviente, Sasuke estaba contemplando los árboles, grabándose el paisaje en su memoria. Aunque la señal era mala, tenía lo suficiente como para que le llegaran mensajes o llamadas de cualquier tipo. De repente su celular sonó, era un mensaje:
-"Todo está listo" –en cuanto lo leyó lo contestó-
-"Necesito que te escondas por unos días. Naruto ya me ha llamado. Yo te diré cuando continuar"
-"De acuerdo. Cambiaré el celular de nuevo. Te mando un mensaje cuando compre otro desechable"
Sasuke borró toda la conversación una vez que terminó de leerla y siguió contemplando el bosque.
Definitivamente algo había cambiado en él. Pero desde hace ya mucho tiempo. Sólo necesitaba el momento perfecto para sacarlo a la luz.
Todo lo que había sentido y pensado, había sido real; efectivamente nunca mintió al decir que le dolía mucho y que el daño generado por Naruto lo lastimó demasiado.
Pero, ¿era verdad toda esa depresión, victimización y martirización? Claro que lo era. Era verdad, jamás tuvo que actuarlo porque enserio lo sentía...
Y la parte de la abnegación... ahí la mentira salía a la luz. Todos esos años... todo ese tiempo...
Le entregó a Naruto todo. Sus mejores años, sus éxitos, sus logros, su energía, su mente, corazón, amor... y se encargó de despedazarlo. De desplumarlo pluma a pluma... no se lo iba a permitir. Y por todos esos meses lo planeó.
Si Naruto mentía, Sasuke podía mentir mejor, y después de lo que supo cuando habló con su hermano, se dio cuenta que tenía que terminar lo que había empezado. Puede que en varias ocasiones quisiera retractarse y no seguir. Poder perdonarlo, dejarlo pasar, darle una nueva oportunidad... pero no. Itachi, Gaara y Sakura le abrieron los ojos. No estaba dispuesto a pasarle más cosas a Naruto. Era un idiota, un imbécil que merecía pagar lo que había hecho.
Y si ni Dios, ni nadie le darían la justicia que necesitaba, entonces el mismo lo haría.
Efectivamente, todo cambió y desde hace mucho... sólo quería ver arder el mundo. Sólo, explotó. Fue demasiado, ya no pudo soportar más. Esa oscuridad que guardó cuando le cortaron el corazón a la mitad, si bien la había tratado de controlar durante todo ese tiempo. Ya no quería hacerlo más, ya no estaba dispuesto a guardarlo.
Una sonrisa malvada recorrió su rostro de oreja a oreja, se dejó caer hacia tras en el piso, escuchando como las hojas debajo de él se rompían. Observaba el cielo nubloso. Sus ojos se notaban más fríos, secos, sin emoción. Sin nada...
-Al final, ¿quién es el verdadero malo de la historia? –susurró para sí mismo, cerrar los ojos, y seguir riendo, de tal forma... que a cualquiera le daría miedo.
Definitivamente era una persona diferente. Y nadie se había dado cuenta-  

Mi amigo, mi esposo y mi amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora